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El parón de los 2 planes de choque contra las listas de espera andaluzas dispara los pacientes con medio año para operarse

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, atiende a los medios en la Feria de Sevilla.

Daniel Cela

Sevilla —

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El Ministerio de Sanidad tiene la obligación de publicar cada seis meses las listas de espera de pacientes pendientes de una cita con el especialista o de una operación quirúrgica, usando los datos que le remiten todas las comunidades. La foto fija -a diciembre de 2023- arrojan un crecimiento acelerado en Andalucía, más que en el resto de comunidades, con 1.078.271 pacientes en espera, es decir, 43.979 más que el pasado junio.

Eso significa que el 12,5% de la población andaluza está en una lista de espera sanitaria. El incremento más notable es el de los pacientes que aguardan para operarse: 205.005, esto es, 12.444 más que en junio. El 42,3% de estos pacientes lleva más de 60 días esperando un quirófano, y un 26,1% ha sobrepasado los seis meses pendientes de ser intervenidos, la segunda peor tasa de España (24,4% a escala nacional), por detrás de Canarias (32,5%). El tiempo medio para operarse en Andalucía era de 139 días el pasado junio, y en diciembre aumentó hasta los 143 días, cuando la media nacional es de 128.

La situación ha empeorado en toda España, pero mucho más en Andalucía. El incremento de pacientes en un año -respecto a los datos de diciembre de 2022- es del 7,1% en el conjunto del país, y del 19,2% en Andalucía.

La lista de espera para una cita con el especialista vuelve a crecer -tras una ligera mejoría el pasado junio- y se sitúa en 873.266 pacientes, es decir, 31.535 más que en junio. Son 105,13 pacientes pendientes de una cita por cada mil habitantes, la tercera tasa más alta del país, por detrás de Asturias (112) y Madrid (105,4). 

En 2018, último año del Ejecutivo socialista, había 843.538 pacientes andaluces en espera para consulta con un especialista, una situación “crítica” para la sanidad pública, denunció entonces el PP desde la oposición.

En estos seis meses, desde la última actualización de datos, el Gobierno de Juan Manuel Moreno ha puesto en marcha dos planes de choque para reducir las listas de espera, pero ninguno de los dos ha cuajado a día de hoy.

El pasado octubre, la Consejería de Salud anunció unos Acuerdos Marco para estabilizar los conciertos con la sanidad privada, un procedimiento de licitación en abierto, con publicidad y concurrencia, para derivar a pacientes, operaciones y pruebas de diagnóstico a clínicas privadas. La previsión presupuestaria para cuatro años se estimó en 734 millones de euros.

Sin embargo, la Junta consideró que el procedimiento avanzaba demasiado despacio. A finales de diciembre cambió la cúpula de la Consejería de Salud con el cese del viceconsejero y del gerente del Servicio Andaluz de Salud (SAS) y en enero un nuevo equipo de dirección decidió reactivar los contratos negociados sin publicidad -a dedo- con la sanidad privada, por un montante de 120 millones de euros ampliable hasta los 275,6 millones.

Este segundo plan de choque tenía el objetivo de reducir las listas de espera quirúrgicas un 60% de aquí a final de año, con un esfuerzo considerable de adjudicaciones a dedo a clínicas privadas, y otra parte con el aumento de horas extra y apertura de quirófanos por las tardes en la pública. Pero este vehículo también se ha gripado al chocar con la huelga indefinida de los letrados del SAS, un personal necesario para visar las mesas de contratación con las clínicas privadas, y que lleva un retraso de dos semanas.

El parón de los planes de choque del Gobierno de Moreno coincide, además, con la ausencia de conciertos ordinarios y en abierto para derivar a pacientes a la privada -excepto en la provincia de Málaga-, una situación que se ha dilatado más de un año en el tiempo, provocando un atasco considerable en las listas de espera. Tampoco parece aliviar la situación el aumento de recursos en el sistema público del que hace gala el Ejecutivo andaluz

El Presupuesto Autonómico para 2024, que esta semana ha superado el debate de totalidad en el Parlamento andaluz, asciende a 46.753 millones de euros –“el más alto de la historia”–, y el 30,5% corresponde a Sanidad, la partida más abultada con 14.246 millones.

Por especialidades, Traumatología es la que acumula mayor número de pacientes en espera de ser operados, con 48.103, seguida de Oftalmología (41.215) y Cirugía General y Digestivo, con 37.394. En el caso de las consultas con los especialistas, Oftalmología, Traumatología y Dermatología son las tres con las cifras más altas: 115.112, 114.015 y 68.703, respectivamente.

Los datos publicados hoy por el Ministerio de Sanidad no se corresponden exactamente con los que publica la Junta de Andalucía, porque cada administración computa esas cifras de una manera. La consejera de Salud, Catalina García, avanzó algunos números relativos al cierre de 2023 el pasado 21 de febrero, tras el Consejo de Gobierno que aprobó un presupuesto de 120 millones de euros para conciertos a dedo con la sanidad privada.

El objetivo de ese segundo “plan de choque” era aligerar las listas de espera que, al finalizar el año 2023, habían registrado otro repunte del 47% de pacientes que habían rebasado el plazo máximo legal para operarse en la sanidad pública. Entre junio de 2023 –último dato publicado oficialmente hasta entonces– y diciembre de 2023, la lista de espera para una cirugía dentro de plazo pasó de tener 134.749 pacientes a 142.507, unos 8.000 más. Son números más elevados que los que acaba de hacer públicos el Ministerio.

El cómputo de pacientes que había rebasado el límite legal de la Junta para operarse creció en 17.000 pacientes, de los 36.004 en el mes de junio –dato que ya sobresaltó a toda la comunidad sanitaria– a los 53.014 pacientes de diciembre.

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