Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

El Ministerio de Educación obligaba a que el máster de Cifuentes fuera presencial: había que ir a clase

Cifuentes junto a los rectores universitarios madrileños.

Raúl Rejón

Había que ir a clase para sacarse el curso. El máster en Derecho público del Estado autonómico de la Universidad Rey Juan Carlos, cuyo título exhibe la presidenta de Madrid Cristina Cifuentes, se cursaba bajo la “modalidad de impartición: presencial”, según indicaba la página web de presentación del máster, ya antes de que la política del PP decidiera sacarse el posgrado. También el año en el que ella estaba en la lista de alumnos, en 2012.

El curso había recibido en 2009 el visto bueno de Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y la Acreditación (Aneca) -un organismo autónomo adscrito al Ministerio de Eduación- al evaluar la solicitud de verificación de título oficial presentada por la universidad. Este informe de la Aneca era presentado públicamente por la Universidad Rey Juan Carlos al informar sobre el curso y sus características: modelo de impartición, responsables, número de créditos, duración del máster, etc. 

En la solicitud de certificado oficial, la universidad debe incluir una memoria reglada por el decreto de 2007 –y su posterior modificación de 2010– que ordena las enseñanzas universitarias. El decreto señala que la memoria tiene que recoger el “tipo de enseñanza de qué se trata (presencial, semipresencial, a distancia, etc.)”.

El visto bueno de la Aneca es preceptivo para ser considerado título oficial y aparecer como tal en el Boletín Oficial del Estado.

Fuentes universitarias cuentan a eldiario.es que el porcentaje de faltas permisibles en un curso presencial “puede variar según universidades o másteres”, pero en sus cursos exigen en torno a “un 80%” de asistencia y “con justificación de faltas”.

Un docente, de una universidad púbica madrileña distinta a la URJC, pone el ejemplo del caso de una alumna embarazada a la que se le adelantó el parto y “se acordó [con todos los profesores] que no viniera durante un mes pero que siguiera haciendo las trabajos”.

Además, la normativa sobre conducta académica de la Rey Juan Carlos sí pide que el alumno asuma “el compromiso de tener una presencia activa y corresponsable en la universidad”.

Oficialmente sin “trato preferencial”

Con todo, varios alumnos compañeros de promoción de Cristina Cifuentes contaron a eldiario.es que no habían visto nunca a la entonces diputada autonómica y luego delegada del Gobierno en Madrid durante las sesiones. El equipo de la presidenta alegó entonces que Cifuentes asistía a clase “cuando podía”.

Sin embargo, días después, el mismo equipo ha añadido que la política del PP negoció “alternativas” al máster presencial al convertirse en delegada del Gobierno en enero de 2012. No precisan, sin embargo, en qué consistía esta flexibilidad: si podía ausentarse de las clases y presentarse solo a los exámenes, si había posibilidad de hacer las pruebas otros días…

El pasado 21 de marzo, al salir a dar explicaciones sobre el asunto, el catedrático presentado como director del máster, Enrique Álvarez Conde, repitió en varias ocasiones que Cifuentes había sido tratada “como una alumna cualquiera. Si la alumna de referencia hubiera tenido trato de favor, no se habría producido la calificación de no presentado. Nadie, en lo que a mi responsabilidad se refiere, ha tenido nunca trato preferencial en más de 40 años que llevo de profesor”.

Además, el profesor Pablo Chico, al cargo de una de las asignaturas cuyas calificaciones referidas a Cifuentes se retocaron a posteriori, incluso aseveró, al ser preguntado sobre si la presidenta había ido a sus clases o si se había presentado a los exámenes, que no tenía recuerdo de la presidenta. A pesar de que, según dice ahora el equipo de la política, ella llegó a acuerdos con los docentes para cursar el máster de manera sui generis.

Etiquetas
stats