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Delincuente fiscal y confeso

Antonio García Gómez

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Mal que se siente, por mucho que se haya pretendido argumentar, amedrentar, y emponzoñar, con el órdago a la mayor y el recurso, una vez más, las mentiras que “algo quedará”, porque ha resultado no tanto que Hacienda debe, mentira podrida, al ínclito, pareja sentimental y puesto en el ojo de su mira, por “deberle 600.000 euros”, aunque no, sino que el “panoli fullero”, se ha sentido, él y su cohorte protectora, con exceso de confianza y hasta con extra de impunidad. A partir de que él mismo, y por escrito, había pensado que sería necesario ofrecerse a “pagar la multa” y santas pascuas, y a seguir navegando viento a popa con el cazo bien dispuesto, una vez más y las que hicieran falta.

Y tal vez no anden descaminados, él, sus protectores/as y los abraza farolas, inveterados a su “mayoría absolutísima”, la misma que los sostiene y los ha alejado tanto de la realidad, por mucho que hayan tenido razones, más que concretas, más que rubricadas por el entusiasmo adicto de sus próximos, a sentirse fuera de peligro, sobre todo del fuego enemigo, porque, ya puestos, del fuego amigo, pues eso ya es otra cosa, y pueden seguir saltando sorpresas… desagradables.

El caso es que la acusación y la constatación son impecables y rotundas, por mucho que el desparpajo se quiera vestir ahora de “inteligente menosprecio”, “cocacola compartida por medio, y chufla sin contemplaciones, aunque resulte que el delito sea tan claro como la disposición del comisionista ”pelillos a la mar“, a nada que se le permita ”pagar“ lo debido y olvidar el caso… para seguir nadando en la abundancia de la intermediación interesada y muy rentable.

Aunque, vaya por dónde, el “delincuente fiscal y confeso”, ya está imaginando verse a un paso de resultar amortizado y tirado en una cuneta, a nada que no esté a la altura del la “omertá” coyuntural e imprescindible.

Salvo que la mareona de quienes se empeñen en jalear al “perjudicado”, por listo, por codicioso, por arrabalero usuario de buena imagen y mejor fragancia, séase visto como un ejemplo a seguir por tanto “patriota de pacotilla”, muy atento a sus negocietes rumbosos e insolidarios, vocacionales de “la saca llena” a título de inventario a nombre de tanto fullero por desenmascarar.

Mal que se siente, por mucho que se haya pretendido argumentar, amedrentar, y emponzoñar, con el órdago a la mayor y el recurso, una vez más, las mentiras que “algo quedará”, porque ha resultado no tanto que Hacienda debe, mentira podrida, al ínclito, pareja sentimental y puesto en el ojo de su mira, por “deberle 600.000 euros”, aunque no, sino que el “panoli fullero”, se ha sentido, él y su cohorte protectora, con exceso de confianza y hasta con extra de impunidad. A partir de que él mismo, y por escrito, había pensado que sería necesario ofrecerse a “pagar la multa” y santas pascuas, y a seguir navegando viento a popa con el cazo bien dispuesto, una vez más y las que hicieran falta.

Y tal vez no anden descaminados, él, sus protectores/as y los abraza farolas, inveterados a su “mayoría absolutísima”, la misma que los sostiene y los ha alejado tanto de la realidad, por mucho que hayan tenido razones, más que concretas, más que rubricadas por el entusiasmo adicto de sus próximos, a sentirse fuera de peligro, sobre todo del fuego enemigo, porque, ya puestos, del fuego amigo, pues eso ya es otra cosa, y pueden seguir saltando sorpresas… desagradables.