Pepe Valladares: “Queremos dirigir el Círculo de Bellas Artes de Tenerife para apostar por la pluralidad, la contemporaneidad, el arte y la ciudad”

Pepe Valladares, candidato a la presidencia del Círculo de Bellas Artes de Tenerife.

Román Delgado

Santa Cruz de Tenerife —

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Pepe Valladares y José Jiménez Valladares son la misma persona. Residente en Santa Cruz de Tenerife, este diseñador gráfico de reconocido prestigio en la ciudad y en toda Canarias, vuelve otra vez a la cancha electoral, y lo hace encabezando una plancha que aspira a dirigir (es de lo que parece estar muy seguro) una nueva etapa de cuatro años en el Círculo de Bellas de Artes de Tenerife, una institución artístico-cultural señera en la capital tinerfeña que en 2025 celebra sus 100 años.

Valladares conoce bien los intríngulis de esa institución privada, pues lleva trabajando en la directiva del Círculo de Bellas Artes de Tenerife, junto con diferentes equipos, desde 2011. Es perro viejo, como se suele decirse. De esa larga andadura, subraya que “siempre la ha realizado con la misma ilusión y con las mismas ganas de aportar que el primer día”.

En esta entrevista, el candidato a presidente, puesto que ya ocupó en el Círculo en etapas anteriores, se muestra muy cauto y responde a las preguntas formuladas con exquisito tacto y delicadeza. Prefiere, parece, no herir sensibilidades ajenas. O se nota que no quiere meterse en charco alguno, lo que no quita para mostrar con claridad cuál es la filosofía de su nuevo proyecto, el que reconoce para el “Nuevo Círculo”, que así lo identifica una y otra vez. 

El candidato Valladares centra su discurso electoral en que va a liderar un equipo, una ejecutiva (si gana las elecciones este lunes, claro), que “se define por la pluralidad, la contemporaneidad y el compromiso con el arte y todos sus actores, incluido el compromiso con la ciudad”.

Pepe Valladares y Dulce Xerach Pérez, la aspirante de la otra plancha, se verán las caras en las urnas en la tarde de este lunes. Ahí, ese mismo día, tras el recuento de los votos (no pueden ser muchos más de 220), se sabrá quién será el presidente, hombre o mujer, en el mandato del centenario de la institución, el año próximo. Gane quien gane, se consumará en estas elecciones la existencia de dos caminos diferentes con marca de líderes que en otros tiempos compartieron proyecto y equipo directivo. Esto hoy ya sería imposible. Es lo que parece.

Otra vez usted en un puesto de salida en la carrera que dilucidará la nueva dirección del Círculo de Bellas Artes de Tenerife, con sede social en Santa Cruz. Los socios de esta institución artístico-cultural, en torno a 220 personas, están convocados a una asamblea con el fin de ejercer su derecho al voto en la tarde de este lunes. En estas elecciones, vuelve a aspirar a ser presidente, como también lo hace Dulce Xerach Pérez. Son viejos conocidos, sin duda. ¿Qué ha cambiado desde aquella vez que compartieron proyecto y qué diferencia a su plancha de la que ella encabeza, por cierto, repleta de políticos de su partido, CC, y con el actual presidente en funciones, Alejandro Tosco, aspirando a ser vicepresidente?

La posibilidad de trabajar junto con personas de distinto perfil e ideología, además de ser una enriquecedora prueba, es un ejercicio de generosidad hacia la institución. Y ceder, por el bien común y el de la institución, una gran satisfacción a largo plazo.

A simple vista, la plancha que usted lidera tiene mayor presencia reconocida de personalidades del ámbito artístico y cultural en la isla. ¿Por qué esta visión quizá más centrada en la creación artística, el pensamiento, el conocimiento y además en la gestión institucional más especializada…?

Las personas y profesionales afines nos unimos irremediablemente. Estoy muy agradecido por contar con amigos y colaboradores que me apoyan.

Pepe Valladares es un gran conocedor de la historia reciente del Círculo de Bellas Artes, al menos de los dos últimos decenios, pues en esta etapa o en parte de ella ha sido uno de sus gestores. ¿Cuándo y por qué empieza el declive de esa institución, con el cierre forzoso de sus puertas y con una modernización de las instalaciones que ha costado mucho poner en marcha?

Permítame que solo pueda poner mis ojos en el futuro del nuevo Círculo de Bellas Artes de Tenerife.

En la etapa anterior, usted dejó la presidencia tras encausar la financiación pública, desde varias administraciones, del proyecto de modernización de la sede del Círculo de Bellas Artes en la céntrica calle del Castillo. ¿Fue duro aquello? ¿Por qué? ¿Tuvo algún problema por su identificación política de izquierdas?

Afortunadamente, en nuestro país no hay por qué avergonzarse de las ideas y, en mi caso, puedo decirte que en lo profesional no ha impactado en absoluto porque mis clientes me han valorado siempre por mi profesionalidad, y estoy muy muy agradecido por ello.

En estos momentos, ¿cuál es la situación del edificio y qué falta para que el Círculo de Bellas Artes brille con su nueva programación? ¿Cuándo volverá a tener actividad y de qué manera proponen ustedes el nuevo funcionamiento?

Estamos ya en puertas del nuevo Círculo.

Algunos críticos con la gestión del todavía presidente, Alejandro Tosco, le reprochan decisiones adoptadas de forma unilateral, sin convocar a los órganos correspondientes de la asociación, los que debían, según los estatutos, decidir sobre determinadas cuestiones muy importantes. ¿Sabe si esto ha sido así? Si fuera cierto, ¿qué consecuencias han acarreado esas actitudes para la institución?

Siempre apoyaré a quienes han tomado decisiones a favor de la institución que representamos.

¿Por qué confía en que los socios de la institución apuestan o prefieren la marca Valladares?

La marca del equipo que lidero se define por la pluralidad, la contemporaneidad y el compromiso con el arte y todos sus actores, incluido el compromiso con la ciudad.

Tenerife, que muestra una decadencia artística y cultural bien visible, no se puede permitir el lujo de tener cerrado un espacio central para la creación y el pensamiento como fue y debe ser el Círculo de Bellas Artes. ¿Confía en cambiar las cosas a toda prisa? ¿Cómo prevé financiar el proyecto de gestión que sus compañeros y compañeras han ideado para cuatro años?

Mi equipo y yo estaremos encantados de compartir con usted nuestras líneas de actuación cuando llegue el momento, paso a paso.

La política y sus partidos tienen una tendencia, a veces demasiado extendida, por controlar todos los organismos, los públicos y los privados; todos los espacios de relevancia cultural o colectiva… ¿Ve algo de esto en la plancha que lidera Dulce Xerach Pérez, con tantísimas caras reconocibles en ese aspecto?

La verdad es que no sé qué contestarte.

A usted se le ve muy seguro de sacar adelante este nuevo reto. ¿En qué basa ese optimismo? ¿Qué claves maneja que a los demás se les escapan?

Ser yo mismo y rodearme de un equipo afín, esto sin duda me reafirma.

A partir del lunes, el Círculo de Bellas Artes tendrá un nuevo presidente, hombre o mujer, y con ese nuevo liderazgo y el resto de los integrantes de la ejecutiva se debe reiniciar la actividad de la institución, al menos en un periodo garantizado de cuatro años, hasta 2028. ¿Cuándo termine este nuevo ciclo, si usted llegara a ser presidente, que Círculo le gustaría entregar, con qué objetivos elementales ya cumplidos?

Vamos paso a paso.

El lunes por la tarde hay elecciones… ¿Por qué los socios deben acudir a la cita, con qué ánimos de futuro y con qué elementos diferenciadores en la línea de que todo va a cambiar?

El cambio es una posibilidad que nadie debiera desdeñar, porque los cambios siempre traen algo positivo, por ejemplo, aire fresco.

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