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El Consejo de Seguridad Nuclear investiga por qué tres médicos estuvieron expuestos a radiación mientras operaban

Una sala de cirugía.

Sofía Pérez Mendoza

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Tres médicos del hospital universitario Puerta de Hierro de Madrid se sometieron a una radiación mayor al límite seguro para la salud al operar, sin saberlo, a un paciente que había sido tratado con radiofármacos. El Servicio de Radiofísica y Protección Radiológica del centro lo comunicó al Consejo de Seguridad Nuclear el pasado 9 de marzo, que ha abierto una investigación para aclarar lo sucedido.

El CSN va a estudiar las causas y las posibles consecuencias de un suceso que ha encuadrado, por el momento, en el escalón más bajo de la pirámide de riesgos: una “anomalía” dentro de la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos (INES), aunque tras la indagación habrá que confirmar de nuevo si el hecho se mantiene en este nivel o sube. Se trata de un acontecimiento “muy poco frecuente”, según el CSN, que no ha registrado casos similares antes.

Los profesionales se encuentran bien, ha asegurado el hospital, y están bajo seguimiento del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales. “Todas las pruebas realizadas son de absoluta normalidad”, ha señalado el centro madrileño, que no ha aclarado, sin embargo, cuál fue el error que condujo a los tres sanitarios a exponerse sin protección a la radiación.

Todavía, además, no se ha desvelado cuál ha sido el nivel de exposición. Fuentes del hospital confirman una horquilla muy amplia “preliminarmente”: entre 50 mSv y 500mSv. El milisievert es la unidad más común para medir el efecto sobre la salud de niveles de radiación ionizante en el cuerpo humano.

Existen oficialmente unos límites anuales de exposición, establecidos en directivas europeas, que no deberían superarse para no comprometer la salud humana. Estos umbrales son distintos en función de la parte del cuerpo y de si las personas son público general o trabajadores profesionales expuestos. Para el caso de la piel, el órgano que entró en contacto con la exposición, el límite es de 50mSv al año para los primeros y de 500mSv para los segundos, según el real decreto que lo regula. “Si hubieran estado clasificados como profesionales expuestos, no habrían superado el límite establecido en 500mSv”, justifican fuentes del hospital.

Una semidesintegración en tres días

El CSN ha informado de que el isótopo en cuestión es itrio-90, un emisor beta que se usa para tratar el cáncer, explica Inmaculada Posadas, farmacéutica y profesora de la Universidad de Castilla-La Mancha. Según la experta, hay dos claves importantes para ponderar el riesgo: los días que pasaron entre la administración de los fármacos y la cirugía (un trasplante de órgano); y el tiempo de exposición de la piel de los sanitarios a la zona radiada del paciente.

Los radiofármacos son una terapia avanzada contra el cáncer. Se trata de “medicamentos radiactivos que, a diferencia de la radioterapia externa convencional, se administran por vía endovenosa u oral y actúan sobre las células cancerosas de una forma muy directa y específica”. Así los define el hospital de Bellvitgde, donde han utilizado estas terapias con más de 100 personas.

“El isótopo tiene un periodo de semidesintegración de entre 60 y 70 horas. Es decir, en unos tres días su radiactividad se reduce a la mitad. El CSN estará valorando en su investigación qué periodo de tiempo había pasado, aunque si en diez días se encuentran bien significa que probablemente no ha pasado a capas profundas de la piel ni al organismo”, interpreta Posadas, que puntualiza que estos fármacos no son peligrosos para el entorno si se mantienen dentro del cuerpo, es decir, si no se dan intervenciones.

¿Qué protección debían haber llevado los facultativos de haber tenido la información adecuada sobre el paciente? Posadas asegura que los mecanismos de protección son, sobre todo, tomar distancia de la fuente de radiación –como hacen los técnicos en las radiografías–, controlar el tiempo de exposición con un aparato que sirve para medirla, y usar doble protección de guantes. El hospital, a la espera de la investigación, asegura que la dirección “tomará las medidas oportunas para que no se repita un suceso similar”.

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