Sobre este blog

Este es un espacio donde opinar sobre Sevilla y su provincia. Sus problemas, sus virtudes, sus carencias, su gente. Con voces que animen el debate y la conversación. Porque Sevilla nos importa.

¿Cambio de modelo?

Daniel Gil

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Este es un espacio donde opinar sobre Sevilla y su provincia. Sus problemas, sus virtudes, sus carencias, su gente. Con voces que animen el debate y la conversación. Porque Sevilla nos importa.

Comienzo este artículo con una advertencia previa. Aunque no se habla de otra cosa en la ciudad, e incluso yo voy a dedicarle al asunto estas líneas, lo del cambio de modelo de la Feria de Abril es, como dijo del fútbol el mítico entrenador italiano Arrigo Sacchi, lo más importante de las cosas menos importantes. Esta ciudad, su Ayuntamiento, tiene otros problemas, otras cuestiones, mucho más determinantes que la de la duración del ciclo ferial: gestión de infraestructuras y patrimonio, política de empleo, programación cultural, ordenación del tráfico, calendario festivo, etc… Pero no se nos ha consultado a la ciudadanía por ninguna de ellas en la última década, no sé si se hará en el futuro. Sólo se nos ha consultado por la Feria, el asunto más importante de los menos importantes.

Sea como fuere, este tema, sobre el que hemos votado por segunda vez en ocho años hace apenas unos días, ha generado una gran movilización (más de 100.000 votos, casi el triple que en la consulta anterior) y, especialmente, un gran debate popular. En las casetas antes, y en bares, tiendas y hogares después, ha sido principal tema de conversación para los sevillanos que, con su voto, han decidido por un ajustado margen volver al modelo tradicional de lunes del pescaíto y Feria de martes a domingo.

Resuelto el debate y tomada una decisión, tengo que confesar que no lo entiendo. No logro comprender que una mayoría de votantes prefiera regresar al formato antiguo, y no consigo empatizar con los principales argumentos que se esgrimen a favor de esa opción.