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Bulos, dudas y certezas sobre la acusación de fraude en la votación de la Constituyente venezolana

Maduro vota el primero en la elección de la Constituyente en Venezuela

Rodrigo Ponce de León

La denuncia de la empresa proveedora del sistema electoral electrónico, Smartmatic, de un posible fraude en las elecciones de la Asamblea Constituyente de Venezuela ha provocado un alud de críticas y acusaciones. El Gobierno de Nicolás Maduro anunció la participación de 8,1 millones de personas en la Constituyente, un 41,5% del censo, que la empresa pone en duda ya que “no hubo auditores de la oposición porque ésta no participó”.

Los partidos de la oposición organizados alrededor de la Mesa de la Unidad (MUD) han justificado su ausencia porque califican el proceso de la Constituyente como un vehículo más “para profundizar de manera grosera en lo que es el golpe de Estado en Venezuela”, según señaló el jefe del Parlamento venezolano, el opositor Julio Borges.

La denuncia de la compañía tecnológica al asegurar que “la diferencia entre la cantidad anunciada y la que arroja el sistema es de al menos un millón de electores” ha echado más leña al fuego en un momento de protestas continuas y violencia en las calles venezolanas.  

¿Qué es Smartmatic?

Es una multinacional fundada en Estados Unidos, con sede en Londres, de origen venezolano, que pertenece al grupo SGO. La compañía fue creada en 2000 por los venezolanos Antonio Mugica, Alberto Anzola y Roger Piñate. Desde 2004, cuando ganó la licitación para proporcionar el sistema de votación ha gestionado junto al Consejo nacional Electoral todas las elecciones en Venezuela.

En 2006, el FBI investigó a la compañía por sus posibles vinculaciones con el chavismo, según publicó The New York Times. Un cable de la embajada de Estados Unidos en Caracas de ese mismo año, publicado por Wikileaks, apunta que “sus verdaderos dueños —probablemente miembros de la élite venezolana de diferentes afiliaciones políticas— permanecen ocultos detrás de una red de holdings en Holanda y Barbados” y señala que un miembro del Gobierno de Hugo Chávez fue colocado en un sillón del consejo de administración de la compañía tras recibir una subvención de 200.000 dólares.  

El contrato de las tres primeras elecciones venezolanas le proporcionó a la firma 120 millones de dólares, lo que les permitió crecer rápidamente mediante compras y trabajar en diferentes países. Desde entonces han trabajado en procesos electorales de países tan diferentes como Filipinas, Brasil, Ecuador, Estados Unidos, Bélgica o Bulgaria. La compañía se vanagloria de haber participado en numerosos procesos electorales que han permitido a “cientos de millones de votantes emitir 3.700 millones de votos en elecciones por todo el mundo”. En 2012 trasladaron su sede a Londres, tienen 500 empleados en 12 oficinas alrededor del mundo. Según Financial Times tuvieron 250 millones de dólares de ingresos en 2014.

¿Qué hacía exactamente la empresa informática Smartmatic?

Smartmatic es la empresa proveedora del sistema de votación y de las máquinas para votar del modelo SAES (Smartmatic Auditable Election Systems). De hecho, la propia compañía asegura que han formado a 380.000 operadores para instalar 540.000 máquinas en los diferentes procesos electorales de Venezuela.

El sistema de esta compañía permite casi en tiempo real detectar el fraude debido a los mecanismos de auditoria que rodean al proceso de votación. Por un lado, las máquinas se activan con la impresión dactilar del votante, que además del voto electrónico imprime un voto en papel especial, normalmente con marcas de agua y tinta de seguridad, e identificado a través de un código no secuencial, que resguarda el secreto del voto. Además el voto queda registrado en la memoria fija de cada máquina y su memoria removible, hay un acta de escrutinio de cada mesa de votación, un voto electrónico transmitido a los centros de totalización (recogen todos los datos), un acta electrónica transmitida a los centros de totalización y el acta de totalización.

Smarmatic se limita a colocar las máquinas y controlar que el sistema funcione bien. El recuento de los votos depende del Consejo Nacional Electoral.

¿Qué ha denunciado? ¿Ha aportado alguna prueba?

El fundador y consejero delegado de la compañía, Antonio Mugica, denunció el pasado miércoles que “en las pasadas elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente hubo manipulación del dato de participación” y que “la diferencia entre la cantidad anunciada y la que arroja el sistema es de al menos un millón de electores”.

Mugica no presentó ninguna prueba ni aportó ningún documento que avalara el posible fraude. De hecho, en ningún momento apuntó que el sistema hubiera fallado sino que aseguró que “los mecanismos de auditorías intrínsecos al sistema son imposibles de eludir”.

El directivo de Smarmatic argumentó que hubo fraude porque “no hubo auditores de la oposición porque ésta no participó” en el proceso electoral. Tanto los informes de las mesas de votación como el que se envía a la sala de totalización se reparten entre todos los auditores de todos los partidos políticos que suelen participar en la jornada electoral. En el caso de la votación de la Constituyente, Mugica añadió que la ausencia de miembros de la oposición es la razón por la que hay una diferencia entre el anunció  de votos que hizo la CNE y “la que arroja el sistema”, aunque también admite que “una auditoría permitiría conocer la cantidad exacta de participación”.       

¿Informó Smartmatic del posible fraude a las autoridades venezolanas?

Aunque la empresa se jacta de que ofrecen “el portafolio más completo de soluciones para hacer más eficiente y transparente la administración electoral”, su consejero delegado, Antonio Mugica, no fue capaz de dar una respuesta concreta a los motivos por los que no informó del posible fraude al CNE o al Gobierno venezolano el pasado 30 de julio cuando se realizó la votación.

“No sentimos que alertar a las autoridades del CNE antes de hacer esta declaración fuera lo correcto. Pensamos que a las autoridades no les iba a gustar lo que teníamos para decir”, declaró Mugica.

El mismo miércoles en las que hizo la denuncia ante los medios de comunicación la sede de la empresa en la capital venezolana amaneció vacía. Unos 20 gerentes técnicos de Smartmatic se fueron del país por seguridad, según publica El Nacional. Marco Ruiz, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, explicó que los técnicos salieron antes de que la compañía informara de una posible manipulación en la elección de la Asamblea Nacional Constituyente.

¿Qué es el Consejo Nacional Electoral (CNE)?

Es el órgano rector que se encarga de la “organización, administración y supervisión” de los procesos electorales en Venezuela. Este organismo está formado por tres instituciones: La Junta Nacional Electoral que se encarga de planificar y ejecutar todos los actos relativos a la elección de los cargos, proponer las circunscripciones electorales, establecer el número y ubicación de los centros de votación y de mesas electorales y proclamar a los candidatos y candidatas que resulten elegidos. Además están la Comisión del Registro Civil y Electoral, con la responsabilidad supervisar y controlar el registro civil, y la Comisión de Participación Política y Financiamiento que se dedica al control del registro de partidos y su financiación.

En definitiva, la CNE tiene la responsabilidad de toso el proceso electoral, desde el registro de partidos hasta la participación, la contratación de proveedores como es el caso de Smarmatic, y el recuento de votos. 

La oposición acusa a la CNE de ser un “brazo del Gobierno” por no escuchar las peticiones de los partidos para organizar un referéndum revocatorio, entre otros, y admitir un supuesto fraude en las elecciones de 2013 que ganó el presidente Nicolás Maduro, con el 50,61% de los votos, frente al candidato Henrique Capriles, que consiguió el 49,12%, con Smarmatic como proveedor.  

¿Cuál ha sido la posición del CNE ante las acusaciones de fraude en la Constituyente?

Tibisay Lucena, presidenta del CNE, recordó que “el único rol en el proceso electoral de Smarmatic es la de proveer ciertos servicios y soporte técnico que no son determinantes en sus resultados”. 

Lucena señaló que “la empresa Smartmatic participó en todas las auditorias, colocó su clave para el cifrado de los archivos y protección de las aplicaciones que se desplegaron en la plataforma electoral. Estas auditorías incluyen la certificación del software de la máquina y del sistema de totalización que ahora se pone en duda. Es decir, cualquier manipulación como la que señala Mugica, supone desconocer que Smartmatic es parte de la seguridad del sistema de totalización”.

La responsable del CNE, al igual que hizo el presidente Maduro, argumentó que la postura del directivo de Smarmatic obedece a posibles presiones que sufre la compañía por parte de Estados Unidos. “Esta acción del gobierno estadounidense afectó también a otros proveedores que prestan servicios a nuestra institución y de los que ya tenemos conocimiento les han sido bloqueadas sus cuentas en el exterior”, declaró.

Además, Lucena denunció que las acciones violentas de la oposición les obligaron a “reubicar 1.200 centros de votación por causa del asedio” el día antes y durante el día de la elección hubo “200 ataques directos a cerca de 200 centros de votación” que hizo necesario “movilizar centros a fin de garantizar la continuidad del proceso”. Según la dirigente del CNE se contabilizaron “181 máquinas de votación quemadas”.

¿Hay una única posición sobre el posible fraude en el CNE?

No. Luis Emilio Rondón, uno de los cinco rectores principales del Consejo Nacional Electoral y presidente de la Comisión de Participación Política y Financiamiento, declaró que “no se puede tener confianza en cifra alguna que haya surgido de un proceso que no contó con todos los controles”.

Rondón apuntó que los controles fueron “flexibilizados, incluso en algunos casos eliminados” y aseguró que hay “razonables dudas” porque “se llevaron a cabo menos auditorías, además, a pocas horas de la realización del proceso, se permitió que los venezolanos votaran en cualquier centro electoral de su municipio, no se utilizó la tinta indeleble y el CNE entregó primero al presidente de la República una copia del balance parcial antes que el pueblo, e incluso los candidatos en su totalidad, conocieran los resultados a través de la página web.

El rector pidió al CNE que hiciera públicas “a la brevedad las actas de escrutinio de cada mesa utilizada el domingo”.

¿Se hicieron auditorías de la votación?

Sí, aunque como asegura Luis Emilio Rondón, el rector del CNE crítico con el proceso electoral de la Constituyente, fueron menos que en otras elecciones. “En primer lugar se llevaron a cabo menos auditorías. Estas son revisiones que permiten afianzar cada fase del proceso y que a lo largo de los años han ido aumentando con la finalidad de comprobar el correcto funcionamiento del proceso. A diferencia de 2015, cuando se realizaron 18 auditorías, para este proceso tan solo se planificaron 8. Esto, no solo implica un retroceso, sino que debilita gravemente el sistema electoral venezolano”, señaló Rondón. 

Entre estas auditorías están del software y de  producción de las máquinas de votación de Smarmatic, la calidad de la información dactilar, la efectiva configuración y correlatividad de datos dactilares con los datos biográficos de los electores o las bases de datos de electores, entre otros.

¿Hubo o no hubo observadores internacionales?

Todos los observadores que comprobaron las elecciones del 30 de julio fueron invitados por el Gobierno del presidente Nicolás Maduro. Como la oposición se desentendió de la consulta, no hubo invitados internacionales por su parte. Ninguna de las organizaciones que habitualmente forman delegaciones de observadores internacionales ha enviado a ningún grupo para supervisar el proceso.

La senadora de Unidos Podemos, Vanessa Angustia, y el exeurodiputado del PSOE, Vicent Garcés, fueron algunos de los observadores del grupo de una treintena de “acompañantes internacionales” invitados por el CNE. Tanto Angustia como Garcés han comentado que el proceso electoral de la Constituyente se ha hecho con “absoluta pulcritud”.

¿Se va a investigar el proceso de votación?

La Fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, anunció el pasado miércoles la apertura de una investigación sobre la presunta manipulación de los resultados de la votación, que implica a cuatro rectoras del Consejo Nacional Electoral (CNE).

“He ordenado investigar si estamos en presencia de un delito, incluso de lesa humanidad. Por eso, designé a dos fiscales para investigar a cuatro rectoras del CNE por este hecho escandaloso”, afirmó Ortega.

El Gobierno de Maduro considera a la fiscal como un apéndice de la oposición. Ortega Díaz se posicionó contra la Constituyente asegurando la necesidad de que debería ser primero aprobada en un referéndum por la ciudadanía. Ante esta posición, el presidente Maduro avisó que la Constituyente debería “reestructurar de inmediato y declarar en emergencia” a la Fiscalía. Además, el Gobierno acusa a la institución judicial de tener “el monopolio de la acusación” lo que ha provocado impunidad ante la corrupción y el crimen.

De todas maneras, varios diputados entre los que se encontraba Manuela Bolivar han denunciado a los rectores de la CNE por supuesto fraude de la Constituyente ante el Ministerio Público. 

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