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“Una de las cosas más importantes que el Gobierno puede y debe hacer es lograr el pleno empleo”

El economista Randall Wray. / Marta Jara

Valeria Álvarez

Larry Randall Wray (1953) es profesor de Economía en la Universidad de Missouri en Kansas City e investigador asociado al Instituto Levy de Bard College en Nueva York, donde trabaja en la edición del trabajo del que fuera su director de tesis, el célebre Hyman Minsky. También es editor del Journal of Post-Keynesian Economics. Es autor de varios libros sobre economía monetaria, el último de los cuales, Teoría Monetaria Moderna, acaba de ser editado en España por Lola Books. Lo entrevistamos al final de su estancia en Madrid hace unas semanas con motivo de la presentación del libro, en una visita en la que coincidió con el candidato de IU a la presidencia del Gobierno, Alberto Garzón, y su hermano el economista Eduardo Garzón, que ha coordinado la propuesta de este partido sobre trabajo garantizado.

¿Puede perfilar lo que significa el trabajo garantizado?

Es una garantía universal de empleo ofrecería un trabajo por un salario básico a cualquier persona que pudiese y quisiese trabajar. El gobierno central financiaría los salarios y tal vez algunos de los costes materiales. El programa no tendría que gestionarse necesariamente por el gobierno central, se puede descentralizar tanto como se quiera. Los gobiernos locales pueden ser los que propongan y ejecuten los proyectos y los administren y tal vez cubran los costes de administración y demás. O se puede hacer que ONGs, organicen y gestionen los diferentes proyectos. Depende mucho del armazón institucional y de la confianza de la población en la capacidad del gobierno nacional de ejecutar el programa de manera competente.

El plan de los hermanos Garzón habla de emplear a 1 millón de personas en un año por alrededor del 1% del PIB. ¿Es esto típico de los números que resultan al estudiar programas de trabajo garantizado?

Sí, si nos fijamos en un programa universal de trabajo garantizado, que tome a tantos trabajadores como quieran empleos, normalmente costará –basado tanto en la experiencia histórica como en intentos de calcular costes– entre el 1% y el 3% del PIB. El coste dependerá de cuántas personas estén en el programa, que es una función de la tasa de desempleo incluyendo las personas que han salido de la fuerza de trabajo o nunca entraron en ella porque pensaban que no podían conseguir un empleo (algunos de los cuales decidirían entrar en el programa), y del salario del programa. Así que, sí, yo diría que el 1% está en el extremo inferior del rango y eso es porque están proponiendo un programa limitado y no universal.

En España tenemos, según las estadísticas, entre 4,5 y 5,5 millones de desempleados. ¿No sería demasiado caro un programa de este tipo?

Un Gobierno soberano que emite su propia moneda puede permitirse gastar lo que sea necesario para el pleno empleo de la población. Los países que se han unido al euro han renunciado a parte de su soberanía. El problema no es realmente si pueden crear el dinero necesario para contratar trabajadores, es si pueden permanecer dentro de los límites de Maastricht o cualesquiera limitaciones que el BCE y la Unión Europea les impongan y, además, lo que los mercados estén dispuestos a permitir. Así que es un poco confuso: se supone que no deben tener déficits presupuestarios superiores al 3% del PIB o ratios de deuda superiores al 60% del PIB, aunque en el pasado se han superado, a veces en gran medida, sin consecuencias negativas. En este momento todo el mundo se centra en esto más de lo que lo hacían en el pasado debido a las situaciones de Grecia y algunas otras naciones que superan estos límites.

¿Trata de esto su libro Teoría Monetaria Moderna?Teoría Monetaria Moderna

El libro describe en primer lugar el funcionamiento de lo que llamamos sistemas monetarios modernos. Muy brevemente, un sistema monetario moderno es uno en el que un gobierno elige un dinero contable con el que emite moneda y recauda un impuesto. Existen al menos desde los tiempos de Babilonia en Mesopotamia hace 4.000 años. Hoy en día en todo el mundo, la gran mayoría de sistemas monetarios son de este tipo. Cuento un poco de su historia y evolución, y luego describo cómo funcionan los sistemas modernos. Ésa es la parte descriptiva.

A continuación, hablamos de las políticas que están disponibles para los gobiernos que operan en este tipo de sistemas monetarios, así que nos centramos en el uso del sistema monetario existente para perseguir fines públicos. Queremos que el gobierno utilice su sistema monetario para hacer lo que los votantes quieran que haga. Eso no quiere decir que queramos que el gobierno lo haga todo, así que nuestras propuestas son coherentes con una economía con un gobierno tanto pequeño como grande.

Ésta es una decisión política que debe tomar la población: si quieren que el gobierno haga más o menos. Y uno de los principales ejemplos es la búsqueda del pleno empleo. Porque pensamos que una de las cosas más importantes que el gobierno puede y debe hacer es lograr el pleno empleo. La razón es que el pleno empleo tiene una gran variedad de beneficios que van mucho más allá de darle a la gente unos pocos ingresos y producir cosas útiles. Es importante para ayudar a promover la prosperidad común y la reducción de una gran cantidad de costes sociales asociados con el desempleo. El trabajo garantizado tiene que ser un componente clave de esto, pero no es el único componente de una buena política de pleno empleo.

Usted ha dicho que un gobierno soberano siempre se puede gastar tanto como quiera con sólo crear dinero. ¿No conducirá esto a inflación?

El exceso de gasto sin duda puede conducir a la inflación. Se puede llegar a una barrera de inflación mucho antes de llegar al pleno empleo, en función de en qué esté gastando el gobierno. Así, lo bueno del trabajo garantizado es que el gobierno sólo está contratando trabajadores desempleados. No está compitiendo con los empleadores privados pujando al alza los salarios. Se paga un salario base fijo. Así que, esencialmente, lo que está haciendo es recoger a los trabajadores que han perdido su empleo en el sector privado dándoles un empleo, por lo que esto no sería inflacionario. Y no va a llevar a la economía más allá del pleno empleo, porque cuando no haya más trabajadores desempleados no habría más gente que reciba un empleo del programa.

¿Cómo se desvía el euro del marco general que usted describe?

La teoría monetaria moderna se aplica a una especie de espectro de casos. En Estados Unidos, el dólar es nuestra moneda de cuenta, el gobierno federal emite nuestra moneda en dólares, y claramente puede permitirse comprar todo lo que está a la venta en cualquier lugar de EEUU, y en cualquier parte del mundo, por dólares. En el otro extremo del espectro podemos pensar en un país que se haya dolarizado, como Ecuador. Se enfrenta a la restricción de que se comprometió a convertir los dólares que crea 1-a-1 contra dólares de EEUU y necesita hacer funcionar su economía de manera que no se quede sin dólares de EEUU. Por lo general, cuando los países se ligan a una divisa tienen que garantizar que la política nacional se centre en la promoción de un superávit por cuenta corriente, o simplemente un superávit comercial. Así que se limita el espacio de sus políticas y la búsqueda del pleno empleo puede hacerse difícil, peligrosa o incluso imposible.

Usted mencionó en una de sus conferencias que algunos de los países del Sur en realidad tenían superávits antes de la crisis.

España, sí.

Entonces, ¿cuál fue el problema de España?

Hasta hace poco España tuvo la mayoría de los años superávit presupuestario, y su cuenta corriente se invirtió: en un principio tenían superávit en cuenta corriente y después gradualmente pasó a tener un déficit por cuenta corriente cada vez mayor. El problema en realidad no era el superávit presupuestario o el déficit por cuenta corriente, sino que cuando se agregan esas dos cosas juntas significa que el sector privado debe haber estado funcionando con enormes déficits. Así que el sector privado estaba gastando año tras año más que sus ingresos y de hecho, por lo que yo sé, en cantidades sin precedentes. Se llegó a un déficit del sector privado del 12% del PIB, que es tremendo. En EEUU el peor déficit de nuestro sector privado fue del 6% del PIB.

Cuando se incurre en déficit también significa que se incurre en deuda por lo que la deuda del sector privado estaba creciendo muy rápidamente. Supongo que los ingresos no crecían lo suficientemente rápido y por eso la gente estaba pidiendo prestado. Antes o después se llegó a un punto en que el sector privado o no quería o no podía pagar la deuda, no podía seguir gastando más de lo que ingresaba, y eso es lo que hizo que la economía se colapsase.

Así que España fue un ejemplo extremo, pero el gasto excesivo del sector privado provocó una enorme acumulación de deuda privada que se convirtió en inasumible y dio lugar a una crisis financiera en Europa que es en realidad, en la mayoría de los aspectos, como la crisis financiera en los Estados Unidos. La gran diferencia es que ahora Europa no puede recuperarse porque no tiene una manera de lidiar con la desaceleración de la economía, ya que la mayoría de los gobiernos no están en condiciones de aumentar su gasto, o con la crisis financiera, porque las naciones son responsables de la mayor parte de sus propias instituciones financieras. En los Estados Unidos hemos tenido al Tío Sam para relajar su presupuesto y ejecutar mayores déficits presupuestarios, y tuvimos a Washington para hacerse cargo de los problemas del sector financiero. Así que teníamos una manera de resolver los problemas que no está disponible en Europa.

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