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The Guardian en español

Activistas LGTBI en EEUU quieren expulsar a la Policía de las celebraciones del Orgullo: “No están con nosotros”

Bandera LGTBI durante una marcha en apoyo al matrimonio homosexual.

Sam Levin

San Francisco —

Ha habido que esperar medio siglo, pero este Mes del Orgullo LGTBI, el Departamento de Policía de Nueva York se ha disculpado por la polémica redada que tuvo lugar en 1969 en el bar gay Stonewall. Un perdón que muchos neoyorquinos queer no han aceptado.

“Ha sido una mera maniobra simbólica de relaciones públicas”, ha indicado Colin P. Ashley, un activista negro queer : “Para muchos, la Policía de Nueva York sigue siendo una fuerza opresora”, ha apuntado.

Ashley es miembro de 'Reclaim Pride' —'Reclamación del Orgullo'— un grupo que exige más que una simple disculpa y pide que la Policía sea expulsada de las celebraciones en torno al Orgullo LGBTI.

Los activistas queer y trans de Estados Unidos se han volcado en la campaña 'Policías fuera del Orgullo', organizando protestas y actos alternativos “sin agentes” para denunciar las vejaciones a las que algunos miembros de las fuerzas de seguridad siguen sometiendo al colectivo LGBTI.

Estos colectivos abogan por regresar a los inicios radicales y reivindicativos del movimiento y se han mostrado críticos con los desfiles que patrocinan empresas que defienden la participación del cuerpo de la Policía y promueven la idea de que el Orgullo debe ser “un acto inclusivo” y de “unión”.

“La Policía ha sido con frecuencia una fuerza que ha atemorizado a las comunidades queer y trans”, ha señalado Malkia Devich Cyril, activista queer y miembro de la organización 'Black Lives Matter' —'Las vidas de las personas negras importan'—. Cyril ha decidido no asistir a los eventos del Orgullo en San Francisco porque considera que Policía y empresas se los han apropiado.

“Los esfuerzos por excluir a la Policía del Orgullo tienen por finalidad garantizar la seguridad de los grupos que participan en estos eventos. Es un gesto de protección. Un acto de resistencia”, ha justificado Cyril. Su madre era miembro de 'Panteras Negras': “Es un acto que intenta restaurar cierto grado de seguridad cuando ejercemos el derecho a organizarnos”.

Que algunas personas se opongan a la presencia de las fuerzas de seguridad en los desfiles del Orgullo LGBTI no es nuevo. Sin embargo, este año este rechazo se ha intensificado a medida que las celebraciones han ido incorporando lemas que conmemoran el aniversario de la redada del bar Stonewall. La redada fue contestada con disturbios y protestas que dieron lugar al primer desfile del Orgullo LGBTI que consolidó junio como el 'mes del Orgullo' en el mundo entero.

“El movimiento partidario de excluir a los agentes de las marchas que se celebran a lo largo y ancho del país y en otras partes del mundo está creciendo” ha señalado Ashley. Su grupo organiza una marcha de 'Liberación queer' que tendrá lugar el próximo 30 de junio al margen del mundialmente famoso desfile de la ciudad. La Policía, por supuesto, no está invitada.

Algunos organizadores del desfile del Orgullo convencional han defendido que este tipo de eventos son una oportunidad para tender puentes entre las fuerzas de seguridad y las comunidades queer. Señalan también que los agentes de Policía LGBTI se merecen participar en el desfile y que la brutalidad policial de 1969 no tiene nada que ver con la realidad actual. Sin embargo, en California, Nueva York, Florida y otros estados, los activistas están plantando cara a los líderes LGBTI partidarios de incluir a los agentes.

“La Policía no está con nosotros”

“No vamos a tender puentes con los agentes de policía que siguen quemándolos”, ha afirmado Alex Andrews, activista que defiende los derechos de los trabajadores sexuales en Florida. No acepta que un grupo de agentes desfile a solo unas pocas carrozas por detrás de su coalición, 'Sex Workers Outreach Project' —'Proyecto de Atención a los trabajadores sexuales, SWOP— en el desfile del Orgullo de St Pete que se celebra el domingo. “Queremos desfilar y queremos hacerlo con orgullo, pero [si la policía no es excluida del desfile] estaremos acompañados por una sensación de miedo”, ha denunciado.

Los trabajadores sexuales fueron una pieza esencial en los disturbios de Stonewall. En la actualidad muchas personas que trabajan en este sector clandestino son homosexuales y transexuales que han denunciado haber sufrido violencia, arrestos y acoso a manos de la Policía.

“Es como una patada en el estómago”, ha lamentado Kristen Cain, organizadora bisexual de 'SWOP'. Prefiere celebrar el Orgullo “en familia” y es su momento preferido del año, ha contado. Sin embargo, el hecho de que la Policía vaya a participar le produce ansiedad: “no están de nuestro lado, luchan activamente contra nosotros”.

Como reacción a la participación de agentes, algunos grupos queer han organizado acciones multitudinarias. En Sacramento, cientos de manifestantes bloquearon la entrada a las celebraciones con carteles que decían “Sin policías en las celebraciones del Orgullo” y “Black Trans Lives Matter”.

En un primer momento, los organizadores del desfile aseguraron que la Policía no marcharía de uniforme para honrar a los miembros de la comunidad “víctimas de la violencia policial”. Sin embargo, días después cambiaron de parecer.

“La policía no nos protege”, ha insistido Ayotunde Ikuku, activista negro no binario de 22 años que forma parte del grupo 'Still Here', que organizó la protesta. “Un día sí y otro no tenemos que esquivarlos para que no nos maten”, ha denunciado. Durante la manifestación un grupo de hombres homosexuales blancos de más edad se mostró abiertamente hostil y violento con los manifestantes.

“Al final, nos convertimos en el blanco de una ira injustificada”, ha lamentado. De hecho, algunas cámaras registraron enfrentamientos físicos entre manifestantes, y en al menos uno de ellos se puede ver cómo un hombre se burla de una persona por ser trans.

“Se respiraba mucho odio”, ha indicado Ikuku. En su opinión, muchas personas homosexuales solo querían lograr el derecho a casarse, pero no tienen interés en seguir luchando por denunciar los problemas a los que se enfrentan las personas LGBTI. “Podrían apoyarnos y, de hecho, no tienen nada que perder...el Orgullo es dar la cara por una comunidad que a veces es invisible y no tiene voz”, ha afirmado.

El desprecio policial a las personas LGBTI de Sacramento tampoco es un problema superado. El año pasado, una mujer negra trans que protestaba por el asesinato de Stephon Clark por parte de la policía fue detenida por los agentes de Sacramento y tuvo que compartir celda con hombres en la cárcel del condado.

Independence Taylor, un activista de 21 años de la organización 'Still Here', ha contado que cuando era adolescente y vivía en las calles de Sacramento la Policía solía burlarse de él y lo atemorizaban. Lo despertaban en medio de la noche, a él y a otros jóvenes queer y trans.

Como la organización del desfile ha permitido la participación de la Policía, “estoy preocupado por la seguridad de mis amigos racializados… Tengo la sensación de que cualquier paso en falso podría hacer que la Policía se me acerque y me intimide”, ha reconocido.

Frente al argumento de que la presencia de los agentes es necesaria para garantizar la seguridad en los desfiles del Orgullo, Ikuku cree que las propias comunidades pueden garantizarla por otras vías y señala la labor de 'Panteras Negras' como guardianes de la comunidad.

Los agentes homosexuales tampoco son bien recibidos

En San Francisco, donde se celebra uno de los desfiles más importantes de Estados Unidos, el Departamento de Policía ha distribuido pegatinas con el símbolo del arco iris para que sus agentes los lleven este mes, y han adaptado un vehículo para formar parte de la comitiva del Orgullo. Un portavoz del Departamento ha insistido en que los agentes “y sus familias y amigos tienen ganas de participar en el desfile de este año”.

El lema del desfile de San Francisco es “generaciones de resistencia”, lo que ha levantado voces críticas que consideran insultante que la Policía participe en el desfile de este año, recordando la redada de 1966.

La ciudad está empapelada por pegatinas y pancartas que abogan por “expulsar a la Policía y a las grandes empresas de estas celebraciones”. Han sido distribuidas por el grupo de activistas 'Gay Shame' —'Vergüenza Gay'— integrado en su mayoría por personas racializadas trans de clase trabajadora.

La Policía existe para “matar y torturar a los negros y mulatos”, ha denunciado la organización en un correo electrónico enviado a The Guardian. “Si incluyes a los policías en el desfile, también estás incluyendo el supremacismo blanco. No se puede ver de otro modo. Un vehículo de la Policía en el desfile es como una bandera de la confederación con un arco iris”, ha insistido.

“Afirman que solo se necesitan más cursos de formación, de concienciación y más agentes LGBTI, pero no se puede reformar un sistema cuya esencia es precisamente infundir terror racial”, han criticado.

Un grupo neonazi irrumpió en el desfile del Orgullo de este año en Detroit y los agentes, en efecto, escoltaron a los supremacistas blancos en un intento, según las autoridades, de evitar la escalada de la violencia.

Las disculpas emitidas recientemente por el Departamento de Policía de Nueva York por la redada de hace cincuenta años se refería a este hecho puntual pero no reconocía que en la actualidad todavía hubiera tensiones. “No aceptamos estas disculpas, son palabras vacías”, ha indicado Natalie James, cofundadora de 'Reclaim Pride'. “Insinúan que los abusos policiales son una cosa del pasado”, ha apuntado.

Las disculpas de la Policía no hicieron cambiar de opinión a Ashley y sigue defendiendo que los agentes debían ser excluidos del desfile. “Soy consciente de los problemas a los que se enfrentan los agentes negros en una institución racista, y también soy consciente de los problemas a los que se enfrentan los agentes homosexuales en una institución que todavía tiene actitudes homofóbicas. La realidad es que la institución sigue oprimiendo a estas comunidades”, ha declarado.

Un día después de la disculpa pública, Layleen Polanco, mujer trans, murió en una celda de aislamiento en la famosa prisión de Rikers Island. No pudo pagar la fianza impuesta por haber cometido un delito menor. “La situación no ha mejorado”, ha lamentado James. “El Departamento de Policía de Nueva York, en su forma actual, se opone a la liberación queer”, ha sentenciado.

Traducido por Emma Reverter

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