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Los opositores suspendidos mantienen la presión y denuncian el “ERE encubierto” que ha sido el proceso

Un grupo de opositores se manifiesta frente a la Educación este lunes. / Marta Jara

Daniel Sánchez Caballero

Los opositores a profesor de Secundaria de la Comunidad de Madrid no se dan por vencidos y mantienen la presión en un doble frente. Por un lado, el de las movilizaciones en la calle: este lunes se han juntado frente a la Consejería de Educación del Gobierno regional. Por otro, por la vertiente legal-administrativa: recursos masivos de alzada y, llegado el momento, el contencioso-administrativo.

Cuánto más van conociendo del proceso, menos entienden los opositores. Organizados como están en una plataforma, se han ido enterando de los pormenores de las diferentes especialidades, de datos de aprobados y suspendidos y cómo relacionan estas cifras con los interinos y más se van indignando.

No entienden que haya habido 78 plazas desiertas en la especialidad de inglés, 56 en Física y Química, 105 en Matemáticas (aunque en este área tradicionalmente suelen quedar plazas libres) o dos plazas de clarinete en artísticas, según sus cuentas.

Y menos aún cuando se cruza con otras informaciones, como que en Física y Química la Comunidad ya ha llamado a 467 interinos para dar clase el año que viene. Muchos de ellos no valían para ser profesores con plaza, según la oposición. Varios de ellos seguramente sacaron notas muy bajas en el examen, que en muchas especialidades arrojó notas de 0 ó 1. Pero realmente sí pueden dar clase, les han llamado.

“Es una ironía”, reflexiona Carmen mientras se aprieta bajo una pequeña sombra frente a la Consejería de Educación. “A los interinos no nos examinan para ser profesores. Todo eso de las faltas de ortografía [uno de los motivos esgrimidos para que haya tantos suspensos, los errores penalizan en una oposición], pero luego nada. Sin embargo, a los que sacan la plaza durante un año tienen un tutor y les tienen que poner el 'apto' o 'no apto' después”, se extraña.

Sobre las faltas de ortografía, tampoco comprenden que un error penalice medio punto de la nota de un examen, pero un mes de clase de interino otorgue 0,08333 puntos en el concurso de méritos (para el que llegue hasta allí).

Por todas estas razones creen que las oposiciones de este año han supuesto realmente un “ERE encubierto” para los interinos, una afirmación que se repite en muchas comunidades autónomas, que han sufrido los mismos problemas de suspensos masivos, oscurantismo con los criterios de corrección o la negativa a enseñar los exámenes a quien reclamaba.

Una portavoz de la plataforma madrileña explica que todo surge del mandato europeo para la estabilización del empleo público. O, en concreto, de la gestión que de él se ha hecho.

Se parte de la premisa de que Europa obliga a que alguien que encadene tres contratos consecutivos en el mismo puesto debe ser pasado obligatoriamente a indefinido, algo que en España se trasladó al sector privado, pero nunca llegó al público.

Tras una advertencia europea, Gobierno y sindicatos alcanzaron recientemente un gran acuerdo para que la temporalidad en el empleo público pasase del 20% al 8% que se considera razonable para una administración. De ahí surgió esta convocatoria de oposiciones, la mayor que ha habido en muchos años. Esa era la zanahoria.

Pero con la zanahoria ya se sabe que viene el palo. Palo que en este caso ha venido en forma de suspensos masivos y notas muy bajas, denuncian los opositores. ¿Qué se consigue con esto? “Los interinos que han sacado estas calificaciones bajas caen en la lista y podrían quedarse sin trabajar, según lo que caigan”, explica la portavoz de la plataforma. “Se rompe el vínculo y se empieza de cero”. Ya no cuentan los tres años.

Pero la interinidad seguirá siendo la misma porque, se ocupe la plaza o no, los alumnos están ahí y la clase hay que darla, podría objetarse a ese razonamiento. Más aún, una plaza sin ocupar por un funcionario es una plaza interina (temporal) más. “Pero ellos ya podrán decir que han hecho la oferta, luego escudarse en que los profesores no hemos sido capaces de aprobar, el desprestigio habitual al que nos someten”, contesta la portavoz.

Algunos datos les dan la razón, al menos en el reparto de plazas. En la especialidad de Artísticas, el 40% de los aprobados no llegaba al año de experiencia, y casi uno de cada dos no sumaba tres. En Andalucía, la asociación Docentes por la Pública informa de que en algunas especialidades hay más de un 50% de aprobados que nunca ha dado clase.

En Madrid, la presión está sirviendo para algo. La última concentración frente a Educación acabó con el consejero saliendo por la puerta de atrás del edificio. Este lunes la policía les ha obligado a manifestarse en la otra acera, de manera que el impacto ha sido poco. También ellos eran pocos, no superaban los 40. Pero que nadie se engañe, advierten. Esperan miles de recursos de alzada y mantendrán la presión, es cuestión de una mala fecha. Al menos les han llamado desde la Consejería: les recibirán en septiembre.

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