El protocolo de acoso sexual de la Guardia Civil prevé un apoyo confidencial a las agentes que quieran denunciar

La Guardia Civil prevé incorporar un asesoramiento con perspectiva de género y confidencial en el protocolo que está elaborando para combatir el acoso sexual y por razón de sexo entre sus agentes. La Dirección General del Instituto Armado ha incorporado este apoyo al último borrador que han elaborado para modificar la estrategia que está en vigor. Hasta ahora este cuerpo de seguridad combatía el acoso laboral y el sexual con la misma orden. El equipo actual está trabajando para diferenciar estos dos casos y crear dos protocolos diferentes.

En el documento que están diseñando para combatir el acoso sexual, con fecha de 25 de enero y al que ha accedido eldiario.es, recoge que cualquier agente que “entienda que está siendo víctima” podrá comunicar su situación al área de mujeres e igualdad, un nuevo departamento que se creó en septiembre. Este borrador también recoge que se constituyan órganos territoriales “para realizar funciones con los mismos fines que esta área, que proporcionará el asesoramiento y apoyo confidencial que resulte necesario”. Se contempla que la víctima comunique a este personal experto en materia de género su situación “a través de cualquier vía”, sin que tenga que dejar constancia escrita.

Solo se han tramitado el 22,5% de las denuncias

A pesar de que el protocolo de actuación contra el acoso laboral y sexual está en vigor desde el 2013, la administración no tiene datos de las actuaciones que implicaron la apertura de esta estrategia hasta mediados del 2015. Así se desprendió en la respuesta que dio el año pasado el Gobierno al diputado de Unidos Podemos Juan Antonio Delgado. De acuerdo a esa contestación, entre 2015 y 2017 se aplicó esta estrategia en 80 casos. De ellos, solo 18 se tramitaron (nueve tuvieron una aplicación judicial; ocho, disciplinaria y uno judicial y disciplinaria), el resto fueron archivados.

La presencia femenina en este Cuerpo de Seguridad todavía es muy reducida, solo representa al 7,27% del personal en activo: hay 5.529 agentes femeninas y 70.477 masculinos. Para combatir los casos de acoso sexual, la Dirección General prevé que los encargados de realizar este asesoramiento confidencial “reciban formación específica indispensable”. Entre sus actuaciones, contempla facilitar y dar a conocer “los canales que aseguren la efectividad de las comunicaciones entre el personal del Cuerpo y de quienes tengan atribuidas las responsabilidades de asesoramiento”. Además recoge que “en ningún caso” las personas encargadas de este apoyo exijan “pruebas demostrativas de los hechos [que se prevén denunciar], ni realizará actuaciones instructoras dirigidas a constatarlos”.

Este martes las asociaciones se han reunido con los responsables de la Dirección General de la Guardia Civil que están elaborando esta estrategia. Según apunta un portavoz de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), este apartado que proponen incorporar desde la administración se ejecutaría como “paso previo” a la denuncia. “Es un escalón que se abre para asesorar. No es un procedimiento judicial ni disciplinario”, indican estas fuentes. Por ejemplo, según relatan, serviría para derivar a la presunta víctima a un servicio psicológico, en caso de que necesite este apoyo específico. eldiario.es ha tratado de ampliar esta información con la Guardia Civil, sin haber recibido respuesta por el momento.

El documento enfatiza el carácter reservado de estas actuaciones. Para garantizarlo apuestan por que “la persona que preste la asesoría confidencial tendrá escrupuloso deber de secreto y no podrá ser llamada a declarar en el supuesto de que, en relación con los hechos objeto de la consulta, se siga con posterioridad un expediente disciplinario”.

Mantienen las negociaciones con las asociaciones

La Guardia Civil está negociando con las asociaciones el contenido del protocolo. Desde la AUGC aseguran que “no están muy de acuerdo” con la última versión del texto que les han presentado, aunque destacan que “hay voluntad [por parte del Instituto Armado] de intentar llegar a un consenso”. Entre sus reivindicaciones incluyen que se “desvincule a la cadena de mando” de las denuncias, así como que se garantice la seguridad jurídica de la víctima y se trabaje en la prevención. “Entendemos que cuanto más se aleje la aplicación del protocolo de las unidades, será más garantista”, responde un portavoz de este colectivo.

Este documento conserva el requisito de que se informe a la cadena de mando, tal y como recoge también la estrategia que está en vigor. La víctima activará una investigación tras comunicar su denuncia mediante un parte al superior del presunto acosador. Si es otro miembro de la Guardia Civil el que quiere informar sobre un caso de acoso sexual, el procedimiento es el mismo.

El borrador prevé tres niveles de prevención. En el primer nivel recogen que la jefatura de asistencia de personal investigue la “naturaleza del problema” y elabore “acciones de formación continua” y “guías divulgativas”. La prevención secundaria consiste en un “recordatorio de los cauces de comunicación para las consultas y asesoramiento”. La tercera se centra en la “atención temprana a las víctimas de acoso” para minimizar “los efectos perniciosos en su salud física y psíquica”.