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Los daños del falso máster de Cifuentes: proyectos parados, miedo a menos matrículas y alumnos desprestigiados

Los estudiantes de la URJC exigen la dimisión de Cifuentes en el campus de Vicálvaro.

Marta Barandela / Álvaro Medina

“Nos preocupa que nuestro trabajo, que es extraordinariamente honesto y duro por parte de la gente de la universidad, esté en tela de juicio”. La frase, pronunciada por el catedrático Adrián Escudero a la salida de la reunión del Consejo de Gobierno de la URJC, resume el sentir de gran parte del personal docente ante el futuro que espera a la Universidad tras desvelar eldiario.es las irregularidades en el máster de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes.

No solo profesores: los alumnos han llevado a la calle su temor a que su futuro se vea afectado en diferentes protestas durante estas semanas. Fueron ellos, de hecho, los primeros en denunciar ante la Fiscalía los hechos el pasado 22 de marzo, solo un día después de la información de eldiario.es y más de dos semanas antes de que su rector, Javier Ramos, hiciese lo propio el pasado 6 de abril.

Entre el personal docente argumentan que las repercusiones que puede tener el caso difieren dependiendo del área o el departamento, aunque coinciden en reconocer que ya hay proyectos parados: “A mí todavía no me ha pasado, pero me consta que hay compañeros a los que les están poniendo proyectos en ‘stand by’ a la espera de la resolución final de todo esto”, explica a eldiario.es una profesora doctora de la URJC, que pide no revelar su nombre. La docente afirma que la preocupación se ha extendido porque en el sistema de promoción del profesorado se miden los méritos curriculares –número de publicaciones, proyectos de investigación...– que podrían verse afectados si se relaciona el escándalo con la Universidad: “Hay una gran preocupación porque cuando tú investigas, publicas o das una conferencia, te llevas contigo el nombre institucional. Es que eres profesor”. “Se identifica la parte por el todo. Por lo tanto, sí, es tremendo. Estamos pasándolo mal. Para el profesor que trabaja y se esfuerza esto es un tsunami”, insiste.

Adrián Escudero, catedrático de Ecología y miembro del Consejo de Gobierno de la URJC, matiza que “algunos grupos o áreas” pueden verse más afectados que otros y no cree que la repercusión vaya a ser inmediata, sino en un futuro intermedio. “En algunos grupos donde la conexión con la empresa es más directa porque hacen investigación aplicada o más próxima al tejido productivo sí que he oído a compañeros que algún patrocinador o proyecto está paralizado esperando a ver qué pasa, porque la gente tiene dudas”, explica. Sin embargo, cree que en su caso (el área de Biodiversidad y Conservación) no habrá grandes consecuencias porque acuden a “convocatorias de carácter competitivo, tanto a nivel nacional como europeo, y eso depende de la cantidad de dinero que quieran meter”. Y añade: “En el plano de atracción de recursos humanos, en el que nosotros hemos sido hasta ahora muy atractivos con gente de toda Europa que viene aquí, la gente se puede pensar si puede ser penalizado en su valoración curricular el hecho de que hayan estado en un centro como el nuestro... Eso creo que puede ser grave. Pero estamos hablando de plazos un poco más largos”.

Begoña Soto, profesora en la facultad de Comunicación, afirma en conversación con eldiario.es que “no es solo la reputación de la URJC la que se ha visto afectada, sino la de la universidad pública”. Explica que la Universidad depende “en gran medida” de contratos de investigación a todos los niveles, tanto con el sector público como con empresas privadas, y espera que a nivel de investigación académica no afecte a la institución: “En España estamos en pleno foco mediático, pero quiero pensar que en el extranjero no es tanto así. Me gustaría pensar que una investigación se mide por su calidad y no por el nombre de quién la hace o la universidad a la que pertenece”. Otra doctora lamenta la sobreexposición de los docentes tras destaparse el escándalo y lo ejemplifica con el caso de la profesora del máster de Cifuentes que escribió una carta a la presidenta madrileña: “Es una docente con una trayectoria profesional muy consolidada y está desbordada. Esta es una situación injusta porque nos lleva por delante a todos”.

Sobre cómo afectará el escándalo del máster a los alumnos que estudian en la URJC, Soto se muestra pesimista: “Espero que no sea así, pero es difícil de creer que esto no les vaya a afectar”. “Al final en lugar de llamarnos ‘Universidad Rey Juan Carlos’ o confundirnos con otras instituciones con nombres de reyes, como la Carlos III, nos van a identificar muy bien: vamos a ser ‘la de Cifuentes’”, cuenta Soto.

Los alumnos y las alumnas de la Rey Juan Carlos no están contentos. Durante las últimas dos semanas, los estudiantes se han manifestado en el campus de Vicálvaro y frente a la sede de la presidencia de la Comunidad de Madrid para exigir la dimisión de Cristina Cifuentes e intentar luchar por el prestigio de unos títulos que ellos sí están sacando con mucho esfuerzo y dinero.

A pesar de que el rector, Javier Ramos, pidiese al Consejo de Estudiantes que trasladasen la necesidad de estar orgullosos de estudiar en esta institución, a ellos se les hace difícil luchar, no sólo contra el máster falso de Cifuentes, sino también contra los plagios de su anterior rector, Fernando Suárez, y con casos como la contratación ilegal de Margarita Cifuentes, hermana de la presidenta de la Comunidad de Madrid.

Celia ya ha podido comprobarlo. Está buscando prácticas curriculares y han sido varios los comentarios que ha tenido que escuchar en las entrevistas cuando llegaban a la línea de sus estudios. Según relata, al ver su universidad de procedencia, la reacción es la misma: “‘¡Ah! ¿Dónde Cifuentes?'”. “Es un tema muy mediático, todo el mundo está hablando de ello y cuando vas a una entrevista no es lo mismo si llegas con un título de una universidad 'limpia', al menos de puertas para fuera, que si vienes de la Rey Juan Carlos”, afirma Celia.

Miembros de la delegación de la Facultad de Jurídicas y Sociales cuentan a eldiario.es que tienen constancia de varios alumnos que, estando a punto de comenzar prácticas en alguna empresa, estas se han echado atrás rechazando tener relación con la Universidad Rey Juan Carlos, según su relato.

Muchos de los estudiantes eligieron cursar sus carreras en la URJC por su gran oferta de dobles grados. Si querían tener estas titulaciones, la universidad madrileña era su única opción. Es el caso de Noelia, alumna de primero del Doble Grado en Ciencias Políticas y Gestión Pública con Periodismo. Noelia traslada la indignación que existe en las aulas, que algunos alumnos intentan camuflar con bromas. Sin embargo, desde que estalló el escándalo del máster, ha tenido que aguantar varios comentarios sobre sus estudios, sobre todo de personas ajenas a la institución. Ante una propuesta de planes con amigos y no poder debido a tener que estudiar, uno de ellos le reprochó: “mucho no tendrás que estudiar estando en esa universidad”.

Lo mismo le ha sucedido a Ángel, estudiante de doble grado de Periodismo y Ciencia Política, que se ha enfrentado demasiadas veces a comentarios “en tono de broma” del tipo de “¿tus dos carreras te las van a regalar también?”, según cuenta a eldiario.es. Elena, que estudia tercero de Ciencias Políticas y Derecho, se encuentra en la misma situación: “¿A ti también te están regalando el título?”. El problema, dice Ángel, es que “las bromas van calando y el desprestigio, al final, va a ser real”.

Temor a un descenso de matrículas en junio

El primer termómetro para medir la repercusión del caso Cifuentes en la Universidad llegará dentro de dos meses, en junio. A principios de ese mes se abrirá el periodo de preinscripción para los futuros estudiantes en el curso 2018/2019 y se podrán poner cifras reales a la repercusión del caso.

El número de alumnos matriculados en las 345 titulaciones que se ofertan en la URJC -entre ellas, 61 grados, 76 másteres y 81 dobles grados- es actualmente de 45.000. Es la segunda universidad de la Comunidad de Madrid con más estudiantes matriculados y los profesores manifiestan su preocupación por que las cifras puedan descender: “Creo que se van a resentir las matrículas de los másteres, que sobreviven dependiendo de la demanda de alumnos que tienen”, expresa Begoña Soto. Coincide Adrián Escudero: “Creo que va a ser impepinable. En las matrículas de este año se notará en máster y en entrada de alumnos de doctorado. En un plazo medio ese va a ser un hándicap”.

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