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El Supremo concluye que no hay ningún indicio de que Casado cursara el máster

El presidente del PP, Pablo Casado.

Marcos Pinheiro

No hay ningún indicio de que Pablo Casado hiciera mérito académico alguno para aprobar su máster. Lo aseguró la jueza del caso Máster en la exposición razonada para que fuera investigado en el Supremo y ahora lo confirman los magistrados de ese tribunal en el auto que rechaza imputar al líder del PP. En su razonamiento, los magistrados del Supremo dan un salto: su escrito evidencia que el líder del PP no cursó el máster y que los profesores pese a no haber ido a clase ni haber rastro de los trabajos le aprueban con sobresalientes las únicas cuatro asignaturas (de 22) que no le fueron convalidadas. Según el Supremo, no hay indicios de que alumno y profesores se pusieran de acuerdo. De ahí que no vean rastro de cooperación a la prevaricación en la actuación del líder del PP: la conclusión a la que llegaron los magistrados es que sí hay indicios de que Casado fue beneficiado pero no de que él jugase ningún papel en eso.

Por eso, los magistrados de la Sala de lo Penal han rechazado este viernes imputar a Casado, como había pedido la jueza Carmen Rodríguez-Medel. El Tribunal asume las tesis de la Fiscalía en lo referente a la inexistencia de responsabilidad penal del presidente del PP, pero rechazan tachar la investigación de “prospectiva” como hizo el ministerio público en su escrito del pasado viernes y de hecho, ven indicios de que Casado y otros alumnos recibieron un trato de favor.

Según el auto, Casado obtuvo un reconocimiento de créditos legal, pero excepcional. Solo accedieron a él algunos alumnos, como apuntó ya la instructora de la causa del máster donde siguen imputadas tres alumnas que recibieron el mismo trato que el líder del PP, pero el Supremo asegura que es responsabilidad de los profesores: “Es cierto que otros alumnos no lo solicitaron, lo cual puede deberse a un, cuando menos, irregular comportamiento de los responsables del máster, pero no supone responsabilidad penal alguna por parte del aforado”.

Los magistrados también asumen que Casado no fue a clase, aunque le restan importancia: “En lo que se refiere a la inasistencia a clase, puesta en relación con el aprobado posterior, tampoco es indicativa de un acuerdo previo”. Además, minimizan que aprobase las asignaturas con sobresaliente a pesar de no cumplir con los requisitos para ello.

El auto del Supremo explica que Casado no fue a clase, lo que suponía un 10% de la nota, y que “es cierto que no consta que se cumpliera con el otro 90%”. Y también añaden que no hay indicios de que Casado hiciese los trabajos que él dice que entregó. Pero el tribunal libra al presidente del PP de cualquier responsabilidad.

“Al igual que ocurre con la inexistencia de datos que avalen la presentación de trabajos que sustituyeran otros méritos inexistentes, son actuaciones imputables al responsable de su valoración, sin que el hecho de que el alumno se beneficie indique de forma suficientemente consistente que ha existido un previo acuerdo ilegítimo con el profesor”, sostiene el auto.

Así, concluye el Supremo que “hay indicios de que se ha dispensado un trato de favor al aforado”, pero le exoneran de responsabilidad penal alguna porque no ven concierto con sus profesores. “No resultan indicios consistentes de que existiera un acuerdo previo o simultáneo del aforado con los responsables del máster para que tal trato le fuera dispensado”, añaden.

El relato del alto tribunal plantea entonces que Casado optó por no ir a clase y tampoco hay constancia de que decidiera entregar trabajos para aprobar, todo sin hablar previamente con sus profesores sobre este modo de afrontar el posgrado. La respuesta que obtuvo fue que los docentes le calificaron con un sobresaliente.

El vacío entre la decisión de Casado y la decisión de sus profesores lo ha llenado el propio líder del PP en sus declaraciones públicas. Siempre ha dicho que él habló con el director del Instituto de Derecho Público, Álvarez Conde, quien le eximió de ir a clase y le dijo cómo debía actuar para convalidar los 40 créditos, una ventaja a la que solo accedieron tres alumnos del máster. Casado ha asegurado que entregó trabajos, pero nadie ha podido verlos y el propio Supremo admite que no hay indicios de su existencia.

La versión de Casado que conecta su decisión de no ir a clase con sus cuatro sobresalientes no se escuchará en el Supremo, que ha rechazado investigarlo. Mientras, las tres alumnas que aprobaron el posgrado en sus mismas condiciones siguen siendo investigadas en un juzgado de Plaza Castilla por su condición de no aforadas.

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