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Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

El alcalde de Perpiñán: “La Cataluña francesa no tiene ambición identitaria”

EFE

Perpiñán (Francia) —

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El alcalde de Perpiñán, capital de la Cataluña francesa, Jean-Marc Pujol, no teme que la situación que se vive al otro lado de la frontera se extienda a su territorio, donde la identidad catalana se vive de forma muy diferente.

A sus 68 años, este abogado nacido en Argelia en el seno de una familia de emigrantes valencianos mira con escepticismo y emoción el movimiento que se produce en la Cataluña española, aunque afirma en una entrevista con Efe que sus consecuencias no atraviesan los Pirineos.

“Son dos realidades muy diferentes. Aquí la identidad catalana es cultural y festiva, no política como en el sur. Los grupúsculos catalanistas aquí apenas representan el 2 % en las elecciones”, señala el regidor de Perpiñán durante los últimos siete años, miembro del partido conservador Los Republicanos.

Pujol, que considera que el movimiento hacia la independencia liderado por el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, “ha ido demasiado lejos” influido por “partidos extremistas”, confía en una mediación para encontrar la salida.

En ese sentido, considera que “Francia está bien situada, puesto que hay raíces comunes, tanto con España como con Cataluña, y mucha gente que tiene sangre de los tres territorios”.

“Estoy pensando en Manuel Valls, que ha sido primer ministro y creo que eso le da un peso para mediar entre ambos Gobierno. Además, es de origen catalán. Eso es importante, hay unas raíces comunes que hacen que se entienda mejor el problema”, recuerda.

Pese a ello, el propio Valls renunció hoy de forma tajante, en una entrevista en la televisión francesa “BFM TV”, a desempeñar esa misión.

Pujol reconoce que “en Francia no se entiende este conflicto” y lo atribuye a lo mismo que, a su juicio, provoca que el catalanismo tenga menos presencia en la parte francesa que en la española: “El centralismo republicano francés ha sido un éxito”.

Sin criticar la descentralización española ni el Estado de las autonomías, considera que “las autonomías refuerzan las identidades”.

“En los colegios se ha enseñado el catalán y todo lo demás. Todo lo contrario que en Francia, donde las escuelas han sido un vehículo para hacer pasar la cultura francesa”, afirma.

Pujol señala que en la Cataluña francesa, “los catalanes de pura cepa son minoría”, frente a las oleadas de migraciones de otras regiones de Francia, de España y más recientemente del norte de África.

Otra diferencia, a su juicio, es que “a diferencia de la Cataluña española, la del norte es una de las regiones más pobres de Francia y la gente no cree que le vaya a ir mejor siendo independientes”.

“Con esto no quiero decir que lo que pasa en España sea sólo un tema de dinero; es un todo, pero también es un tema de dinero”, señala.

El regidor culpa de la decadencia de su región “a un centralismo que sólo piensa en la capital” y pone como ejemplo que “se tarda más en llegar en tren desde Perpiñán a París que a Madrid”.

Pujol asegura que se asiste a un cierto resurgimiento de la cultura catalana, pero “que no tiene nada que ver con la política”.

Su ayuntamiento financia actividades de corte catalanista destinadas a los jóvenes con las que el alcalde quiere “contribuir a la integración de los que vienen de otras culturas”.

“Impulso las tradiciones catalanas para hacer entender a los hijos de inmigrantes que viven aquí que estamos en una ciudad plural. En una ciudad de 200.000 habitantes hay 18.000 niños procedentes del Magreb. Hay un fenómeno de encierro en los barrios y he hecho renacer las tradiciones catalanas para hacerles entender la diversidad, la historia compleja que nos ha traído aquí. Quiero hacerles comprender que en Francia se acepta todo”, afirma.

Y critica también la decisión de haber hecho desaparecer toda referencia a Cataluña en la apelación de la nueva región que integra su territorio, denominada Occitania-Pirineos Mediterráneos.

“Hubiera servido para ponernos en el mapa y para reconocer que tenemos una identidad. La historia de la Cataluña francesa, aunque se ha debilitado, sigue presente y no quiero que se diluya en un territorio que se llama Occitania”, señala.

Por Luis Miguel Pascual