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La fundación que dirigió Abascal se extinguió sin dejar rastro de su último año de actividad

La fundación que dirigió Abascal se extinguió sin dejar rastro de su actividad.

Sofía Pérez Mendoza

La fundación pública que dirigió durante un año el líder de Vox, Santiago Abascal, se extinguió sin dejar rastro de sus últimas cuentas. La Comunidad de Madrid, de quien recibía dinero público, no tiene constancia del balance anual ni de la memoria de 2013, su último año de funcionamiento y justo el tiempo en que Abascal trabajó allí como director gerente. El registro de fundaciones, dependiente de la Consejería de Justicia, no dispone de esos documentos, según ha podido confirmar eldiario.es.

En ese ejercicio, el organismo recibió 183.600 euros de las arcas regionales que nunca pudieron fiscalizarse: la administración no conoce en qué y cómo se gastó la fundación ese dinero porque no rindió cuentas, pese a que la ley de fundaciones de 2002 obliga a los organismos de este tipo a presentar una “contabilidad ordenada y adecuada a su actividad que permita un seguimiento cronológico de las operaciones realizadas”.

La Cámara de Cuentas de la Comunidad de Madrid, el órgano encargado de controlar el gasto público de la región, acredita esta opacidad y revela que no “pudo encontrar a los responsables de la fundación para que suministraran la información requerida” en febrero de 2017. Es decir, que ni siquiera se pudo fiscalizar a posteriori, una vez extinguida. Así consta en un informe publicado en octubre de 2018, en el que los auditores públicos advierten de que “dada la insuficiencia de datos aportados no se ha podido examinar la fiabilidad de las cuentas durante el periodo en que la referida fundación se encontraba en activo”.

El único dato que pudo recabar el órgano fiscalizador fue el montante de la liquidación en el momento en el que la fundación desapareció: “229,49 euros que se ingresaron en la Caja General de la Comunidad de Madrid”, según la escueta información facilitada por la Intervención de la Comunidad de Madrid y recogida en el informe de la Cámara de Cuentas, que abarca el periodo entre 2011 y 2015.

El dato contrasta con las pérdidas que registró sucesivamente la fundación en ejercicios anteriores: 112.988,28 euros en 2012; 35.043,32 en 2011 y 226.270,92 en 2010. El único ejercicio que no registró un saldo negativo fue 2009 con 89.413,89 euros de superávit.

El propio Santiago Abascal dijo en noviembre de 2013, apenas un mes antes de que se disolviera la fundación, que el trabajo de la entidad, centrada en captación de patrocinios, estaba “siendo verdaderamente dificultoso”. “La labor ha sido ardua y ha sido infructuosa en muchos casos por el contexto de crisis económica”, añadió. En una entrevista en Antena 3 este viernes, admitía directamente que la fundación era innecesaria en 2013 porque “en aquellos años” recabar fondos de las empresas privadas “para contribuir en materia social a los gastos públicos” era “imposible”. “Por haber estado en la Administración desde dentro soy consciente de lo innecesario de muchas instituciones”, incluida la que dirigió.

La Fundación para el Mecenazgo y el Patrocinio Social se creó en 2001 para “la gestión de operaciones de patrocinio y mecenazgo destinadas a actividades de interés general y carácter social, el asesoramiento de empresas y entidades sobre las potencialidades del patrocinio y el mecenazgo, así como la sensibilización de la sociedad sobre el fenómeno del patrocinio y el mecenazgo social”, según su decreto de nacimiento.

El líder de Vox, entonces en el PP, percibía por hacer esa tarea “imposible” un sueldo de 82.491,80 euros al año. Venía recolocado por la expresidenta Esperanza Aguirre, con quien compartía amistad tras tener que salir de la Agencia para la Protección de Datos al quedar extinguida en 2012. Aguirre enseguida le encontró de nuevo acomodo en las instituciones regionales. Ya entonces Abascal mantenía posiciones encontradas con el Ejecutivo de Mariano Rajoy, alimentadas también por Aguirre y otros dirigentes como José Antonio Ortega Lara.

“Es una retribución excelente, y más en estos tiempos”, afirmó el actual líder de Vox ante los diputados en la Comisión de Asuntos Sociales de la Asamblea. Fue la primera vez que se hacía público su salario y la plantilla de la fundación: dos personas, él mismo y una asistente técnica.

Esa segunda persona era Anka Moldovan, diputada del PP en la Asamblea de Madrid desde 2017. Entró en la cámara en sustitución de la procesada en el caso Gürtel, María Josefa Aguado. eldiario.es se ha puesto en contacto con Moldovan, que confirma que formó parte de la fundación “pero muy pocos meses”. La diputada asegura que, en este tiempo, no veía con “asiduidad” a Abascal porque su “función” era “buscar contactos y tratar de informar a las empresas de las posibilidades de colaboración con la administración a través de la responsabilidad social corporativa, donaciones...”. Según la memoria de 2012, la exigua plantilla la engrosaban otros dos trabajadores cuyos puestos quedaron vacantes en 2013.

Un presupuesto de más de 450.000 euros

La fundación se nutrió durante toda su vida activa, de 2001 a 2013, de transferencias públicas. Solo entre 2011 y 2013, recibió más de 668.000 euros. La memoria económica de 2012 revela, además, otras subvenciones de la Consejería de Hacienda por valor de 91.832 euros y 8.194. La primera, según las cuentas de ese año, se percibía anualmente desde 2005. Estos ingresos eran luego completados con inversiones privadas. La Obra Social Caja Madrid, parte fundadora del organismo, financió a la fundación con 110.914 euros en 2012. Todos los montantes dieron al organismo un presupuesto total en ese año de 455.688,8 euros.

Pero, ¿en qué se gastaban ese dinero? Solo los gastos de personal se comían casi la mitad del presupuesto (255.858,97 euros), según la memoria de 2012. Sobre las actividades en 2013 apenas se conoce nada, más allá de las explicaciones que dio el propio Abascal en la Comisión de Asuntos Sociales. En la web de la fundación, no figura ninguna actividad en el periodo 2013-2014.

Sin embargo, en sede parlamentaria aseguró que con su llegada, en abril, se había trazado un “plan de acción” que se basaba en “un periodo muy intenso de visitas personales a muchísimas empresas”, con las que, según sus testimonio, había “algunas posibilidades de colaboración”. “Por ejemplo, se hará efectiva una donación de juguetería para el Instituto del Menor y la Familia de la Comunidad de Madrid en el mes de noviembre de una de estas empresas; encontramos una posible vía de colaboración en las tecnologías accesibles y el desarrollo de las mismas para mayores y discapacitados de una empresa también muy importante, está en marcha la organización de visitas gratuitas a distintos museos...”.

No hay rastro documental de esas actividades que Abascal proyectó en un momento en que el Patronato ya conocía que la fundación iba a disolverse a finales de año. De hecho, lo hizo un mes más tarde, el mismo día que el actual presidente de Vox fundó el partido: el 17 de diciembre. Pese a ello, Abascal se refirió ante los diputados a un presupuesto regional consignado para 2014 que nunca existió y a unas donaciones de la Obra Social Caja Madrid que tampoco estaban previstas.

Así lo asegura la persona que acudía en 2013 a las reuniones del Patronato en nombre de la Fundación Montemadrid, Cristóbal Sánchez. “No llegamos a poner dinero en ese tiempo. Fui a una reunión en septiembre y en esa primera nos anunciaron la disolución por la crisis. Nos dijeron que la fundación no tenía mucha actividad. La segunda reunión ya fue para firmar los papeles de la disolución”, dice en conversación teléfonica con eldiario.es. Sánchez asegura que no recuerda si firmó las cuentas de 2013, pero afirma que los números sí estaban en el “balance de liquidación”, que se presentó con la extinción. “Hubo que mandar una memoria al Protectorado y en paralelo hay un balance de liquidación que es equivalente a esas últimas cuentas”, señala.

Caja Madrid participó como fundadora de la entidad en 2001, como consta en el decreto de constitución. Y también la Comunidad de Madrid, Madrid Excelente S.A y Arpegio, S.A. Esta última después dio lugar a una fundación con el mismo nombre cuyas cuentas están bajo la lupa de la Audiencia Nacional por su relación con la trama Púnica. Las pesquisas sitúan a esta fundación como una parte de la trama de mordidas, amaños de contratos y financiación irregular. El informe de fiscalización de las fundaciones publicado por la Cámara de Cuentas en octubre reduce su actividad a ser una “mera caja pagadora de facturas que se le presentaban”.

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