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Almeida fulmina el proyecto del único centro para jóvenes de la Federación de Planificación Familiar que abría en fin de semana

El CJAS, gestionado por la Federación Estatal de Planificación Familiar, en la calle Vicente Ferrer.

Belén Remacha

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El Ayuntamiento de Madrid ha retirado de sus Presupuestos de 2020 una subvención de 30.000 euros destinada a la Federación Estatal de Planificación Familiar (FPFE). En la práctica, supone el cierre los fines de semana del único centro de salud sexual dirigido a jóvenes que tenía la FPFE tanto en la Comunidad como en toda España, el Centro Joven de Atención a la Sexualidad de Madrid (CJAS). Ninguna otra entidad estatal gestiona ninguno que abra los fines de semana, como recomiendan distintos organismos cuando están dirigidos a jóvenes por ser el horario más accesible para ellos y el periodo en el que se concentran el mayor número de urgencias. En el CJAS se atienden consultas sobre temas sexoafectivos, como pruebas de enfermedades de transmisión sexual, asesoramiento sobre anticonceptivos y orientación emocional.

El centro, que se ubica en la Calle de San Vicente Ferrer de la capital, permanece cerrado los fines de semana desde el 1 de enero. Su apertura en sábado y domingo provenía de un convenio de subvención fechado en 2017 de la FPFE con el consistorio capitaneado entonces por Manuela Carmena. Se trataba de una concesión directa para la realización del proyecto ‘Información, asesoramiento y atención afectivo-sexual’, que incluía la ampliación del horario del CJAS a sábados y domingos. Se pudo llevar a cabo desde septiembre de 2017 hasta estas navidades, tras la aprobación de las cuentas del alcalde José Luis Martínez-Almeida.

El centro abre de lunes a viernes en horario de tarde y una mañana a la semana, atendiendo las dudas y urgencias sobre sexualidad de forma “integral”, describían en un informe de mayo de 2018 sobre el proyecto. Desde septiembre de 2017 a diciembre de 2019 lo hacía también los sábados y domingos de 12.00 a 19.00. La FPFE recibe para el CJAS financiación estatal y algo de la Comunidad de Madrid, pero los 30.000 euros de la subvención municipal iban destinados a los recursos necesarios para los fines de semana. Según el proyecto presentado al Ayuntamiento, hacía falta una persona contratada “con gran formación y experiencia en el ámbito de la sexualidad y el trabajo con jóvenes” para desempeñar el proyecto esos días, además de contar con otra voluntaria. Esa persona contratada coordinaba y realizaba las atenciones a usuarios, los talleres educativos y la comunicación del CJAS.

Durante el año 2019 han pasado por el CJAS casi 800 jóvenes en horario de sábado y domingo, lo que equivale a 20 jóvenes cada fin de semana, según datos a los que ha tenido acceso eldiario.es. La Federación lo ha podido mantener abierto desde el 1 de enero de lunes a viernes, cuando además del servicio de consultoría que también se lleva a cabo en fines de semana, se realizan colaboraciones con centros educativos.

Fuentes del Ayuntamiento capitaneado por Almeida han contestado a este periódico que el motivo de la no renovación de la subvención de 30.000 euros es que “la planificación familiar no entra en modo alguno dentro de las atribuciones del Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social” (que pertenece a Ciudadanos). El ámbito correspondería, declaran, a Madrid Salud, organismo autónomo del Ayuntamiento, que tiene “sus propios proyectos al respecto”. El Consistorio recortó con los presupuestos aprobados en diciembre 19 millones en ayudas nominativas, que todavía podrían revertirse.

El 67,2% de los adolescentes admiten prácticas de riesgo

La Federación, en la presentación de la segunda edición del proyecto del CJAS abierto en fin de semana, explicaba que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “los centros específicos de atención a la sexualidad son una vía de acceso al sistema normalizado de salud y permiten proporcionar la atención e información necesarias para prevenir riesgos relacionados con la sexualidad, así como para mejorar las habilidades psicoafectivas y sociales”. También explicaban que entendían la salud sexual y reproductiva “como un estado general de bienestar físico, psicológico y social en relación con la afectividad, la sexualidad y la reproducción”. La OMS recomienda que haya un centro de este tipo por cada 100.000 habitantes.

Los servicios del CJAS están dirigidos, afirma ese informe, a personas “de cualquier edad”, pero con “especial esfuerzo” en colectivos vulnerables y menores de 29 años. El objetivo es realizar un abordaje integral de la sexualidad “mediante la atención personalizada, anónima y confidencial”. La ampliación del servicio que comenzó en 2017 incluía la consultoría vía whatsapp. Los temas que atienden y sobre los que versan los talleres son variados: dan información sobre anticonceptivos e infecciones de transmisión sexual y realizan pruebas de embarazo y de VIH, pero también ofrecen terapia sexológica y orientación sobre deseo e identidad.

Desde la FPFE se defendía la pertinencia de abrir en fin de semana porque es “cuando los/as jóvenes suelen enfrentarse a situaciones complejas que no logran resolver con éxito”, puesto que es precisamente “cuando se concentran la mayor parte de las relaciones desprotegidas, asociadas al ocio y el tiempo libre” y “cuando disponen de una mayor flexibilidad temporal para realizar consultas de manera autónoma y para desplazarse”. En el mismo documento explicaban que, cuando no está abierto en fin de semana, los lunes se encuentran con numerosas llamadas perdidas, mensajes en el contestador o whastapps.

Los presupuestos del Ayuntamiento de Madrid que eliminan esta ayuda a la Federación Estatal de Planificación Familiar se hicieron públicos tres meses después de que el mismo consistorio emitiese una encuesta que revelaba que el 43,8% de las chicas de la ciudad de 15 a 17 años reconocían “no estar lo suficientemente informadas” sobre sexualidad (frente al 32,6% de los chicos). El 41,8% de adolescentes se consideraban según ese sondeo activos sexualmente y, de ellos, un 67,2% admitían haber practicado conductas de riesgo, con más porcentaje entre chicos que entre chicas.



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