Uno de cada cuatro eurodiputados obtuvo remuneraciones al margen de su salario en el Parlamento Europeo. En total, unos 8,7 millones de euros al año, según el análisis realizado por la organización Transparencia Internacional. Sólo el parlamentario lituano Viktor Uspaskich ganó tres millones de euros el pasado año de una empresa llamada Edvervita, dedicada principalmente al sector inmobiliario. De los eurodiputados españoles, el ranking lo lidera el exministro del PP José Manuel García-Margallo, que ocupa el quinto puesto de los 705 eurodiputados.
Margallo declaró 143.950 euros al margen de su salario como eurodiputado (que es de 8.750 euros al mes). El grueso lo recibió por derechos de autor y conferencias, pero también por su participación en tertulias (un total de 43.600 euros de La Fábrica de la Tele y de la Cadena Ser). Le sigue el portavoz de Vox, Jorge Buxadé, que percibe 3.700 euros al mes por su actividad como abogado.
Adrián Vázquez, que concurrirá a las elecciones con el PP, cobró un sobresueldo de 1.500 euros mensuales como secretario general de Ciudadanos, un puesto que asumió en enero de 2023 y que abandonó a finales de marzo de este año al naufragar las negociaciones con los de Alberto Núñez Feijóo para integrarse en su lista. Finalmente serán tres parlamentarios de Ciudadanos (también Susana Solís y Eva Poptcheva) los que figuren en la papeleta del PP. Vázquez también declara unos ingresos de 15.000 euros al año por el alquiler de una vivienda.
La cúpula del PP de Feijóo repartió 203.806 euros en 2022. El portavoz del Partido Popular Europeo, Manfred Weber, declara unos ingresos de 169.440 euros como presidente del Partido Popular Europeo.
La eurodiputada de Junts Clara Ponsatí delara 13.000 euros anuales procedentes de los derechos de autor por un libro. El socialista César Luena recibe 369 euros al mes como profesor asociado de la Universidad Carlos III y declara otros 1.685 anuales por conferencias fundamentalmente. La eurodiputada del PP Pilar del Castillo percibe 3.500 euros al año por su pertenencia al patronato de la Fundación Botín.
El estudio de Transparencia Internacional analiza las declaraciones de bienes e intereses de los 705 eurodiputados y concluye que los eurodiputados de la extrema derecha (ECR, el grupo del que forma parte Vox) son los que más perciben, seguidos del Partido Popular Europeo y los liberales de Renew. La organización lamenta que, tras el escándalo del Qatargate, la Eurocámara no prohibiera las actividades remuneradas al margen de la parlamentaria y se limitaran a obligar a publicar las realizadas si superan los 5.000 euros al año.
“Hay que tener en cuenta que todos los eurodiputados ganan unos 120.000 euros al año, sin tener en cuenta las dietas, por su trabajo a tiempo completo como representantes electos de los ciudadanos europeos. Sin embargo, una gran mayoría de ellos sigue dedicando tiempo a otros trabajos, tanto remunerados como no remunerados. Esto no sólo desdibuja la línea que separa los intereses personales de las prioridades políticas, sino que también suscita dudas sobre las verdaderas motivaciones de los eurodiputados”, señala Transparencia Internacional.
La organización llama la atención sobre dos ejemplos: Markus Ferber, del PPE, que “ofreció servicios de consultoría financiera a bancos mientras trabajaba en la actualización de una Directiva relativa a los mercados financieros” y Axel Voss, del mismo partido, “que redactó un dictamen sobre la Ley de Inteligencia Artificial de la UE mientras formaba parte del consejo asesor sobre protección de datos del gigante alemán de las telecomunicaciones Deutsche Telekom”.