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La enfermería se levanta contra la precariedad en la sanidad gallega y teñirá de negro las oposiciones de este domingo

Exámenes de oposición de la Xunta en Silleda

Miguel Pardo

“¿Qué pasaría si las eventuales del Sergas dejásemos de coger el teléfono durante un mes?” La pregunta es la reflexión final de una enfermera del Servicio Galego de Saúde. En un vídeo con miles de visitas, resume buena parte de las reivindicaciones de un colectivo que visibilizará masivamente este domingo su hastío por la precariedad casi eterna con la que conviven.

“Hasta aquí llegamos, no podemos más; no vamos a permitir que nos precaricen más”, dice Catuxa, una de las enfermeras portavoz de Eventuais en Loita, colectivo que ha logrado reunir todas las reivindicaciones -y de las diferentes áreas sanitarias- de los enfermeros y enfermeras eventuales de Galicia. Este domingo 12 de mayo están citados en Silleda al concurso oposición a la que se presentarán más de 8.800 personas. Todas los que quieran seguir trabajando en el Sergas y mantenerse en unas listas de contratación de unos 10.000 profesionales a los que la calificación de estas pruebas les suponen el 60% de su nota.

Ese será el destino de la inmensa mayoría, ya que las pruebas del domingo ofrecen 830 plazas y solo 372 para el turno libre. Miles de enfermeras seguirán ocupando huecos estructurales en el sistema sanitario público, encadenando contratos de días o semanas, agrandando su extenso folio de vida laboral, pendientes del teléfono cada poco para saber cómo y dónde trabajan a la jornada siguiente, sin posibilidad de planificar o conciliar, mermando la capacidad de una idónea atención y empeñando en la precariedad. El promedio de tiempo que precisa este colectivo para conseguir una plaza defintiva en el Sergas puede llegar a los quince años.

Ante todo esto se rebela Eventuais en Loita, que llama a los opositores del domingo a acudir de negro a las pruebas (#OPEnegra) para reclamar soluciones. Como ocurre en los venres negros de la CRTVG, enfermeros y enfermeras tratarán de teñir de negro el amplio espacio que Silleda reserva a estas pruebas. “Nos ha sobrepasado el apoyo, que llega de todas partes y formas; estamos encantados y creemos que la protesta será un éxito”, dicen desde el colectivo, conscientes de que su realidad es cada vez más conocida. En los vídeos que apoyan su lucha, desde responsables políticos hasta actores y actrices, pasando por profesionales sanitarios o grupos musicales.

“Cualquier persona que tenga un familiar o amigo en la enfermería sabe de lo que hablamos, pero también el conjunto de la ciudadanía se está enterando de nuestra precariedad”, insiste la portavoz de Eventuais en Loita, que emplea una frase para resumir la situación: “Nos roban el tiempo”. “No sabemos cuánto vamos a trabajar ni el horario que vamos a tener hasta horas antes; no puedes llevar a cabo tu vida y cosas tan sencillas como ir a buscar los niños al colegio se nos hace difícil”, explica quien denuncia la “esclavitud” que supone “no disponer del tiempo libre”. “No podemos organizarlo, estamos siempre pendientes del móvil, sin posibilidad de planificar, ni mucho menos de conciliar... ¿Estabilidad? Eso ya es utópico, ni sabemos lo que es”, añade.

El paro y la crisis económica provocaron que apenas se convocasen oposiciones y se fuera “creando un embudo”. Según explica el colectivo, los profesionales que debían haber estado consiguiendo plaza durante estos últimos años “no tuvieron oportunidad” y las listas “crecieron muchísimo, hasta multiplicarse por 6-7 veces”. La experiencia de varias fuentes en el sector indica que es habitual trabajar en servicios donde la mitad del personal no es fijo. Como mínimo. El cálculo de Eventuais en Loita es que, en el caso de la enfermería, haría falta ofertar más de 2.000 plazas para cubrir la necesidad real.

El conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuíña. asegura que casi el 90% del personal de enfermería “tiene un puesto estable”. Desde el Sergas, su gerente, Antonio Fernández-Campa, asegura que “el 85% de los trabajadores” del sistema sanitario público gallego “están en vínculos estables”. Datos, ambos, que desmienten fuentes de los trabajadores que aseguran que la Xunta incluye ahí interinidades o comisiones de servicio.

Problemas para cubrir la ausencia de los opositores

Para los trabajadores, tal y como habían denunciado el Sindicato de Enfermería-Satse o Aensac (Asociación de Enfermería Sociosanitaria de A Coruña), no hay mayor prueba de la escasez de personal fijo que los problemas que está teniendo el Sergas para cubrir las ausencias de los miles de profesionales que acuden a Silleda este domingo.

La situación ha llevado a la Xunta a tener que ofrecer en varias áreas sanitarias a ese personal de enfermería estable la realización de una jornada voluntaria en ese día con retribuciones que casi doblan las habituales de un festivo: unos 200 euros brutos (199,15 euros para el turno de mañana o tarde y 200,23 para la de noche). Además, el Sergas deniega desde marzo a enfermeros y enfermeras fijas permisos sin sueldo y moscosos “escudándose en que no tienen gente para cubrir las sustituciones”, según relatan fuentes del personal.

La situación, por tanto, es la repetida y denunciada tantas veces: “precariedad y eventualidad”. Preguntada algún miembro de Eventuais en Loita por las razones que pueden llevar a la Xunta a no corregir estos defectos, la opinión es contundente: “Hay claros intereses de la Xunta en potenciar la sanidad privada y dejar varada la pública... Si sobrevive, bien, y si le viene un golpe de mar, que se la lleve”. “No quieren hacer nada por volver a la sanidad que teníamos, que era de calidad y en la que todos queríamos ser atendidos. Desde hace unos años, desgraciadamente, ya no podemos decir eso porque la calidad no es la misma”, concluye otra profesional.

El domingo, en la prueba que reunirá a más de 8.000 enfermeras y enfermeros en Silleda, el luto de millares de profesionales hará visible otro conflicto que el Sergas no consigue alejar en la sanidad. Como el de la Atención Primaria, el de las Urgencias, el de los PAC o lo de los médicos eventuales. Todos con relatos sobre la precariedad en el Sergas habitualmente repetidos.

“Es algo único porque hemos ido todas a una y es la primera vez que el colectivo de enfermería se levanta así; estamos hartas y hasta aquí llegamos porque no podemos más”, remata Eventuais en Loita, que advierte de que, pase lo que pase, “la lucha tendrá que continuar”.

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