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Los pensionistas ocupan las calles de las ciudades españolas durante todo el día para protestar contra el Gobierno

Manifestación por las pensiones, este sábado por la mañana en Madrid.

Laura Olías / elDiario.es

Un hombre mira a su acompañante con una sonrisa mientras la lluvia, el granizo y a ratos la nieve sacuden los paraguas en la Puerta del Sol de Madrid. “Esto es acojonante”, dice entre risas. Es uno de los miles de jubilados congregados en el centro de Madrid bajo un manto de paraguas. De coro, de nuevo los gritos de “Gobierno, ladrón, nos roba la pensión”, uno de los lemas constantes en las últimas manifestaciones en defensa de las pensiones públicas. Un día más, los pensionistas han salido por miles a las calles contra la subida del 0,25% y las políticas del Gobierno, e insisten en que mantendrán el pulso de la movilización. “Aquí estamos, nosotros no nos vamos”, clamaba un grupo que avanzaba por el centro de la capital.

A pesar de que convivían dos convocatorias diferentes, de mañana y de tarde, las manifestaciones han mantenido a miles de personas en la calle durante todo el día. Se cierra asíuna semana de rechazo a la reforma de las pensiones del Gobierno, que aprobó sin el apoyo del resto de partidos ni de los sindicatos en 2013 y que ahora se ha vuelto en su contra. En el Congreso, Mariano Rajoy se ha llevado dos varapalos en cuestión de tres días: la mayoría de la Cámara instó a su Ejecutivo a recuperar el poder adquisitivo de las pensiones conforme al IPC y también a suspender el factor de sostenibilidad, uno de los elementos más polémicos de su reforma.

La oposición política, los sindicatos y varios colectivos sociales denuncian el futuro deterioro de las pensiones públicas gracias a los dos elementos clave de la reforma de 2013: el índice de revalorización (IRP), que prácticamente congela las prestaciones con subidas mínimas del 0,25% al año, y el factor de sostenibilidad, que incorporará la esperanza de vida al cálculo de la pensión para los que se jubilen a partir de 2019. Aunque la ministra de Empleo, Fátima Báñez, insiste en que su aplicación no tiene por qué rebajar las pensiones, tampoco explica cómo afectara a las prestaciones. Según varios cálculos, entre ellos de la OCDE, las pensiones se reducirán considerablemente en las próximas décadas debido a ambos indicadores.

Desde las diferentes organizaciones que integran Mesa Estatal por el Blindaje de las Pensiones (MERP) y los sindicatos Comisiones Obreras y UGT han destacado el éxito de convocatoria matinal, con “cientos de miles de ciudadanos en las calles”. Un “desborde” de la ciudadanía con un mensaje sobre el que Mariano Rajoy debería hacer “una lectura”, ha afirmado Unai Sordo, secretario general de CCOO. “No puede seguir alargando las medidas que tomó en el periodo de crisis y evitando que el crecimiento económico se traslade a la sociedad”, ha añadido. Para el de UGT, Pepe Álvarez, “es hora de rescatar a las personas y si hay dinero para rescatar autopistas o bancos tiene que haber dinero para subir las pensiones de acuerdo, al menos, al IPC”.

Desde la MERP han exigido al cierre de la protesta en Madrid, en la plaza del Museo Reina Sofía, el blindaje de las pensiones en la Constitución, para que sea un derecho fundamental protegido por la Carta Magna de posibles recortes en el futuro.

En la manifestación de la tarde, la Puerta del Sol se ha despejado de los paraguas que han resguardado a los congregados por la mañana y los pensionistas han podido alzar sus manos extendidas al cielo al grito de “ladrones” y “sí se puede”. La protesta avanza por las calles, con destino a la Plaza de las Cortes, al ritmo de una batucada que acompaña a los manifestantes.

Cientos de pensionistas han vuelto a las calles madrileñas para volver a exigir la revalorización de sus prestaciones con el IPC y unas “pensiones dignas”.

La Coordinadora ha reconocido que no se ha conseguido una postura unitaria con los sindicatos. Las proclamas y los cánticos de los congregados, en cambio, son los mismos. Claman contra el Gobierno “ladrón” que les “roba” su pensión y repiten que el 0,25% de subida anual “es una mierda”. Ángel García, portavoz de la Coordinadora, advierte que las medidas anunciadas por Rajoy esta semana no aplacarán a los jubilados. “Vamos a seguir saliendo a la calle hasta que nos hagan caso”, añade.

“No llegamos casi a fin de mes”

Pedro ha llegado solo a la manifestación de Madrid. Está gritando al aire, aunque apenas le sale un hilo de voz. “Hemos venido, no nos han traído”, repite. El hombre, de 81 años y extrabajador de la metalurgia, ha oído las declaraciones del Gobierno de que “no engañen” a los pensionistas para salir a la calle. “Tenemos pensiones de miseria, no llegamos casi a fin de mes”. Su prestación tiene que estirarse para ayudar también a un hijo a pagar su hipoteca. “Aunque trabaja, no llega”, explica el jubilado, que también cree que las pensiones deberían subir como los precios. “Qué menos”, añade.

A unos metros está bajo su paraguas María, médico de 45 años, que ha acudido a la protesta con su hijo Daniel, de 15. La sanitaria explica que “las pensiones de hoy son un reflejo de las de mañana”, estas últimas más menguadas “si todo sigue como está”. La mujer cree que el problema es de toda la sociedad: “Todos seremos pensionistas, si es que tenemos pensión...”. El futuro del sistema público depende de la voluntad política y de destinar los recursos donde se necesitan, en su opinión. “Hay dinero, simplemente que está dirigido en otra dirección”.

Javier, de 66 años y extrabajador de la telefonía, ha acudido a la marcha con su mujer y varios conocidos. Lo que más indigna a este corrillo –y que repiten muchos de los congregados– es “que creen que los pensionistas somos tontos, sentimos que nos toman el pelo”. El hombre critica que el Ejecutivo minimice las razones de los jubilados para echarse a la calle y que insinúe que son manipulados por los partidos y los sindicatos: “La gente está muy cansada, el 0,25% es una tomadura de pelo. Solo hace falta una chispita para que la gente salte”. Para este grupo de pensionistas, las declaraciones de Montoro sobre lo “anticuado” que es subir las prestaciones con el IPC y el rescate de las autopistas quebradas son algunas de esas chispas que han desatado la eclosión de las protestas en las calles.

Otro de los elementos que subyace en los discursos, las proclamas y los insultos de los manifestantes es la corrupción. Los cánticos de “ladrones” acompañan a los pensionistas en cada protesta. La desconfianza sobre cómo invierten los políticos el dinero público es una motivación para que muchos se lancen a las calles.

“Ni la lluvia ni Rajoy podrán pararnos hoy”

Aparte de Madrid, son varias las ciudades que se han movilizado por las pensiones en la mañana del sábado, como Zaragoza, Murcia, Barcelona o Ibiza, donde se ha celebrado una batucada.

La Plaza del Pilar de Zaragoza ha quedado totalmente conquistada por cientos de paraguas en la manifestación de esta mañana, que que ha comenzado en la plaza San Miguel, con unos 3.500 asistentes, según datos de la Delegación del Gobierno.

Miles de personas –unas 30.000, según la Guardia Urbana– han participado en las protestas de Barcelona. Bajo el lema “No al pacto de Toledo”, los manifestantes han lanzado consignas contra el Gobierno de Mariano Rajoy y han defendido la convocatoria de una huelga general, siguiendo el camino marcado por el movimiento feminista. El portavoz de la Marea Pensionista, Domiciano Sandoval, ha afirmado que las movilizaciones son “la demostración más palpable del fracaso del Gobierno”, que debe revalorizar urgentemente las pensiones, y ha recalcado que esta es una lucha “que nos incumbe a todos”.

También se han unido los pensionistas de Santiago de Compostela y de otras localidades gallegas. “Estamos jubilados, no atontados”, han advertido los asistentes.

En Toledo, la marcha de este sábado ha partido desde la Plaza de Toros para reclamar mejoras en las pensiones, sin que las precipitaciones hayan impedido que arrancara la protesta: “Ni la lluvia ni Rajoy podrán pararnos hoy”, decían los manifestantes. La protesta, en cuya cabecera se podía leer 'Por la defensa de un sistema público de pensiones', ha culminado en la toledana Plaza de Zocodover.

La lluvia también ha acompañado a las más de 3.500 personas que se han concentrado en Alicante y a las 10.000 que han participado en la convocatoria castellonense. La movilización en Valencia se celebrará el próximo día 22 debido a la celebración estos días de las Fallas en la capital valenciana.

En Vitoria, más de 15.000 personas se movilizan contra los recortes de las pensiones, según estimaciones de la Policía Local. La cola de la manifestación no había salido del museo Artium cuando la cabeza ya había completado el recorrido. Muchos jóvenes han acompañado a los pensionistas, protagonistas de constantes manifestaciones en Euskadi en las últimas semanas.

En Canarias, ha habido movilizaciones en todas las islas. Las más multitudinarias han sido las de Las Palmas de Gran Canaria, donde desde las 10 de la mañana se empezaba a abarrotar el Parque de San Telmo. En la concentración de Las Palmas, el portavoz de la Plataforma, Blas Padilla, ha explicado que los pensionistas no van a salir de las calles. “Ya lo hicimos en los años 60 y en los años 70. Tenemos una experiencia y le vamos a decir a las organizaciones sindicales y los partidos políticos que es en la calle donde se ganan los derechos”.

Las calles de las principales ciudades andaluzas también se han desbordado este sábado. Fuentes sindicales han cifrado las movilizaciones de esta mañana en más de 40.000 personas en Sevilla; en torno a 35.000 en Málaga; cerca de 20.000, en Granada; más de 10.000 en Almería, Huelva y Córdoba, en cada caso; unas 8.000 en Cádiz; y más de 5.000 en Jaén.

Las protestas, además, ha coincidido con la visita de Mariano Rajoy a Andalucía, la cuarta desde que empezó el año. En concreto, el presidente del Gobierno ha visitado Marbella (Málaga) para presentar a los ocho candidatos del partido para las elecciones municipales de 2019 en las capitales de provincia.

En Cantabria, los sindicatos han calificado la manifestación de Santander como “histórica”, con la asistencia de unas 25.000 personas. Los pensionistas, acompañados también por jóvenes, han exigido pensiones públicas “dignas, seguras e intocables y un sistema sostenible que perdure en el tiempo”.

En Bilbao, la manifestación de la tarde también ha sido ampliamente secundada. Las movilizaciones de pensionistas surgieron del empeño que pusieron lunes tras lunes unos pocos afectados en la ciudad vasca. Y la llama no se ha apagado. Según fuentes de la Policía Local, alrededor de 115.000 personas han colapsado esta tarde las calles céntricas de Bilbao contra las políticas del Gobierno del PP.

En los alrededores del Ayuntamiento no cabía un alfiler. La movilización ha sido transversal, con presencia de los directamente afectados, pero también de jóvenes y personas de mediana edad que no han querido dejarles solos.

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