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La falta de sinergias de la industria del automóvil con las tecnológicas para crear coches autónomos

Concept car de Daimler presentado este año en la feria tecnológica CES de Las Vegas.

Aldo Mas

El futuro de la automoción pasa por la fabricación de coches autónomos. Ese horizonte parece estar cada vez más cerca. En Alemania, bastión europeo de la industria del automóvil, se cuentan por miles de millones los euros invertidos en los últimos años para avanzar en el desarrollo de vehículos que se conduzcan solos. 

Se estima que, entre 2016 y 2021, el montante invertido en este ámbito alcance los 21.000 millones de euros. Pero no sólo hace falta capital para construir los coches del futuro. Lo saben en Volkswagen, firma que, según publicaba hace unos días el prestigioso diario estadounidense The New York Times, se ha aliado al gigante californiano de la electrónica Apple para desarrollar uno de sus vehículos. A eldiario.es, en Volkswagen dicen que Apple es “uno de los muchos socios” con los que avanza el constructor alemán en la fabricación de coches autónomos.

En concreto, el consorcio germano y la firma de Cupertino están aliados en la creación de una furgoneta tipo Volkswagen Transporter. De aquí a finales año, ese vehículo servirá para conectar a los empleados de Apple entre dos centros de trabajo de la compañía tecnológica de Silicon Valley. Según The New York Times, esa sinergia es fruto de las dificultades de Apple para crear su propio vehículo. 

La empresa de Tim Cook lleva interesada en fabricar un coche autónomo desde hace casi un lustro. Antes de trabajar con Volkswagen, Apple llamó sin éxito, entre otras, a las puertas de BMW y de Mercedes-Benz. Pero, al parecer, en Múnich y en Stuttgart, donde se encuentran respectivamente las sedes de BMW y de Daimler - la empresa responsable de Mercedes-Benz -, la cooperación con la firma de Cupertino no interesó. 

De hecho, según confirman a eldiario.es en BMW y Daimler, ambos fabricantes hace tiempo que eligieron sus socios en materia de fabricación de coches autónomos. BMW trabaja en este proyecto con la también empresa tecnológica californiana Intel. En Daimler han encontrado una solución sin necesidad de viajar al otro lado del Océano Atlántico. Se trata de la empresa alemana de ingeniería Bosch, una firma con tradición de estar asociada a la fabricación de componentes tecnológicos para la industria del automóvil.

“Trabajamos con estas compañías porque son expertas, tienen los especialistas y el know-how. Sería mucho más difícil trabajar únicamente con recursos los propios”, dicen a eldiario.es desde BMW. Aluden a Intel y también a Mobileye. Ésta última es una empresa israelí con experiencia en el ámbito militar comprada el año pasado por la propia Intel. La operación costó 15.300 millones de dólares (unos 12.900 millones de euros).

“Intel se ocupa de la gestión de datos, del centro de datos y servicios, que es donde tienen experiencia, además de centrarse en la fabricación de procesadores”, precisan desde BMW. Mobileye, especializada en sistemas de cámaras y visión computerizada, ha de ocuparse de los sensores de los vehículos autónomos del constructor bávaro.

En el desarrollo de este tipo de sensores, en los que se emplean radares, ayuda a Daimler la firma de ingeniería Bosch. No parece precisar el fabricante responsable de marcas como Mercedes-Benz o Smart, la colaboración de grandes actores tecnológicos de Silicon Valley. Es más, en Stuttgart se muestran satisfechos con sus avances hacia la fabricación de vehículos autónomos. “En Bosch y en Daimler, desde hace ya tiempo, tenemos en nuestras filas numerosos informáticos y expertos en tecnología informática, la cooperación que tenemos nos permite definir y hacer juntos los programas y algoritmos”, plantean a eldiario.es desde Daimler. 

No suena a casualidad que este fabricante haya elegido a Bosch. Esta firma también se encuentra radicada en Stuttgart. La cercanía es un factor más para que ambas compañías avancen en este campo de la automoción, en el que la propiedad de la información que genera el vehículo en sus recorridos y la relación que existe entre éste y el usuario son dos aspectos que cada constructor quiere preservar para su propia explotación. 

El negocio de los datos en los coches autónomos

Según las fuentes consultadas por The New York Times en su información sobre Apple y Volkswagen - antiguos trabajadores de Apple -, el deseo de la empresa tecnológica de Cupertino de quedarse con la propiedad de los datos y del tipo de relación maquina-usuario es la clave para entender la negativa de BMW y Daimler a la hora de trabajar con la compañía de Tim Cook. Porque los datos de navegación serán, cuando existan los vehículos autónomos que los generen, un auténtico negocio. 

“Los datos generados durante el tiempo en que está funcionando [el coche] pueden ser recogidos, analizados y aplicados para mejorar componentes tecnológicos y desarrollar nuevos modelos de negocio basados en 'big data'”, según ha explicado Hubertus Bardt, del Instituto de la Economía Alemana de Colonia (oeste germano). 

Dicho de otro modo, “con los datos que generen los coches se puede ganar mucho dinero”, dice a eldiario.es Ferdinand Dudenhöffer, experto de la industria del automóvil en la Universidad de Duisburgo-Essen. “Para entender esto hay que pensar en actores como Google, una empresa que no genera contenidos, sólo trabaja con datos de los usuarios que utilizan su motor de búsquedas. En realidad, Google sólo trabaja con los datos de los clientes que utilizan su buscador, puesto que vende información del usuario para que obtenga determinada publicidad, por ejemplo”, abunda este investigador. 

De hecho, Google selló una alianza con Ford para desarrollar un coche autónomo, ha trabajado con Chrysler en los prototipos de este tipo de automóviles y colabora con Volvo en el diseño de aplicaciones para coches conectados.  

Otras empresa de éxito, como Amazon o Airbnb, también fundamentan su negocio en los datos de sus usuarios, no tanto en productos físicos. “Airbnb, por ejemplo, no tiene ni siquiera una sola habitación propia. Con la economía real es hoy día más difícil ganar dinero”, según Dudenhöffer. Para él, las negativas de Daimler y BMW a Apple dan cuenta del deseo de esas firmas alemanas de no perder el negocio de los datos generado por sus vehículos. 

De ahí la importancia de, llegado el momento, crear sinergias que permitan mantener la propiedad de esa información. Así lo apuntan a eldiario.es en la Asociación de la Industria del Automóvil (VDA, por sus siglas alemanas), un destacado organismo con sede en Berlín del lobby de la industria automovilística germana. “Los actores de la industria del automóvil saben que tienen que crear su propio know-how de la conducción autónoma. Pero para alcanzar ese objetivo, también son necesarios los partenariados”, dicen en la VDA. Y no siempre es fácil encontrar socios.

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