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César Orquín, el anarquista que salvó a cientos de españoles de ser exterminados en Mauthausen

César Orquín, primero de pie por la derecha, junto a su 'kommando' dos días después de la liberación de Mauthausen.

Sergi Pitarch

Seis de cada diez españoles que entraron en el campo de concentración de Mauthausen murieron. Una de las pocas salidas que tenían los internos de estos campos de exterminio era ser elegidos para entrar en uno de los Kommandos que los alemanes montaban para realizar trabajos forzosos en el exterior, pero que les permitían estar mejor alimentados y pasar tiempo fuera de la ira indiscriminada de los guardias de las cámaras de gas. César Orquín, un anarquista valenciano que formó parte de la XV columna de las Brigadas Internacionales en la Guerra Civil, llegó a dirigir uno de esos grupos gracias a sus conocimientos de alemán. Orquín, con sus selecciones, salvó a centenares de republicanos españoles apresados durante la II Guerra Mundial. 

En el libro La derrota perpetua (Reclam Edicions) de Carles Senso, Guillem LLin, Ximo Vidal y Salvador Català pretenden recuperar la figura de este anarquista con una investigación exclusiva que incluye fotos y documentos inéditos. Es una rehabilitación de la figura de Orquín, cuya imagen fue denostada por los comunistas -en plena guerra ideológica con los estalinistas en los años 40-, que lo acusaron de ser un colaborador nazi por la influencia que llegó a tener en el campo de concentración de Mauthausen. Estos cuatro investigadores consiguen con esta obra darle la vuelta al relato consolidado por la influencia soviética en el comunismo español y rehabilitar la figura de este anarquista.

“Hemos podido descubrir que Orquín es un hijo ilegítimo de una saga burguesa valenciana como son los Trénor. Su madre era la criada, pero les facilitaron una casa al lado de su familia y una infancia nada acorde a la clase social de la que venía. Recibió una educación, especialmente un alto nivel de alemán, que es lo que en el futuro le permitió formar parte como traductor de la XV columna de las Brigadas Internacionales o ser un enlace fundamental en los campos de concentración alemanes”, explica Carles Senso, doctor en Historia y periodista. 

Esa posición de privilegio en el campo es lo que le permite salir con los Kommandos que trabajan en los alrededores de Mauthausen. “Era él quien elegía a los trabajadores de estos equipos, mayoritariamente anarquistas, pero posteriormente comunistas y republicanos de todo tipo”, apunta. “Lo que hemos podido documentar también es que en esos Kommandos se daban unas condiciones de vida mucho mejores que en el campo. Y hemos podido constatar que en sus Kommandos no moría nadie”, explica.

La propia imagen inédita que reproduce el libro que los autores han cedido a eldiario.es para este reportaje, demuestra que la situación en los Kommandos era mucho mejor que en el campo. El físico y las caras son más saludables que los de las personas que perecían de hambre, enfermedades y asesinadas todos los días. Llevan el famoso “pijama de rayas”, pero su aspecto y condición es mucho mejor que en las fotografías que se han difundido de Mauthausen.

Senso asegura que empiezan a investigar sobre Orquín porque se encuentran con “un personaje formidable”. “Se habían publicado listas de valencianos en Mauthausen, pero solo eso, listas. En un principio más de seiscientos -de los alrededor de 9.000 españoles que estuvieron en campos nazis- y con el tiempo muchos más. Lo que hemos querido es ampliar las historias de esas personas”, afirma. Y es en esa gran investigación cuando se encuentran el anarquista César Orquín.

Senso apunta que los comunistas eran el grupo más organizado en los campos de concentración y eran muy respetados por los internos. “Orquín se convierte en un contrapoder a estos comunistas con su figura porque tiene la posibilidad de salvar a muchas personas. Y eso lo hace impopular entre los comunistas, que crean un relato muy desfavorable con acusaciones de colaboracionista”, relata, sin olvidar la gran batalla ideológica que en la época vivían los anarcosindicalistas y los estalinistas.

Tras la Segunda Guerra Mundial, Orquín intenta montar en Austria una resistencia organizada a la dictadura de Francisco Franco. Pero la presión comunista le obliga a exiliarse de nuevo, esta vez a Argentina donde acaba falleciendo.

El reportaje César Orquín, un heroi sense matisos a Mauthausen (César Orquín, un héroe sin matices en Mauthausen) sobre las revelaciones del libro ha conseguido el Premi Ramón Barnils 2018.

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