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ERC se prepara para una negociación larga y no prevé una investidura antes de Navidad

Gabriel Rufián, portavoz de ERC, durante una rueda de prensa con diputados y senadores de su partido.

Arturo Puente / Irene Castro

El equipo negociador de ERC salió de la reunión con los socialistas con buenas sensaciones pero convencidos de que el PSOE quiere ir muy rápido para acordar la investidura. “Ellos tienen mucha prisa y nosotros ninguna”, explican fuentes republicanas. Los de Gabriel Rufián tienen prevista una negociación larga y no prevén que el acuerdo que les mueva del 'no' a la abstención pueda llegar antes de Navidad, en contra de la pretensión del PSOE de alcanzar un acuerdo exprés en apenas tres semanas.

A pesar de la intención de Pedro Sánchez y de Pablo Iglesias de formar el Gobierno de coalición antes de Nochebuena, los socialistas han abierto la puerta a que la investidura tenga que retrasarse hasta que tengan los apoyos para que salga adelante. “Nos gustaría que hubiera Gobierno en Navidad, pero eso depende de tener los apoyos”, reconocen fuentes socialistas: “Si no tenemos en diciembre, pues no iremos en diciembre”.

La pretensión del PSOE es que la investidura comience el 16 de diciembre, siendo la primera votación el 17 –fallida porque requiere mayoría absoluta para salir adelante– y la segunda el 19 en la que Sánchez saldría investido con mayoría simple gracias a la abstención del grupo que lidera Rufián. Ese fue el calendario que esbozaron en la reunión de los equipos negociadores. Pero ERC lo ve apresurado. “Nosotros no estamos negociando una investidura, sino para resolver un conflicto político. La investidura es una condición del PSOE y nosotros la vemos como una oportunidad, pero no es nuestro objetivo”, explican los independentistas.

El equipo de Esquerra aspira a conseguir un compromiso explícito por parte del PSOE para formar una mesa de negociación entre Gobiernos tras la investidura, con un calendario prefijado y en la que haya garantías de cumplimiento. Solo si tienen este acuerdo atado, explican, pasarían a dar las 13 abstenciones que Sánchez necesita. 

Los republicanos enfrían la inmediatez del acuerdo. Pero no niegan que salieron contentos del primer encuentro mantenido con Adriana Lastra, José Luís Ábalos y Salvador Illa. También el equipo negociador del PSOE celebra el tono del encuentro entre las dos formaciones que han ganado las elecciones en España y en Catalunya: “Valoramos haber podido entablar esta situación”.

Según explican fuentes conocedoras de las conversaciones, la reunión comenzó con una pregunta directa por parte de ERC sobre si los socialistas estaban dispuestos a mantener una negociación “en serio” y “sobre el fondo”. El equipo negociador del PSOE respondió que sí. 

El primer acuerdo, de hecho, se alcanzó casi de entrada. ERC planteó que para ellos reconocer que en Catalunya había un “conflicto político” era una condición de mínimos. Algo que desde el equipo de Lastra se aceptó de forma natural y que ambas partes plasmaron en sendos comunicados. Sánchez ya se había referido tras las elecciones a la “crisis política” en Catalunya. “Hablamos de un conflicto político que deriva en un conflicto social y en que los radicalismos se extiendan”, apuntan desde el PSOE. 

Una vez hubo coincidencia en los dos primeros puntos, socialistas y republicanos plantearon su visión sobre cómo debía ser la negociación que desembocase en la investidura de Sánchez. Fue entonces cuando el PSOE describió el calendario que tenían pensado y que garantizaba que Sánchez pasara la Nochebuena como presidente reelecto. El desbloqueo es la prioridad de los socialistas en esta primera fase. 

Desde ERC consideran muy positivo que el PSOE haya aceptado de entrada los primeros dos puntos que les proponían: que hace falta una negociación “sobre el fondo” y que se reconozca el “conflicto político”. Con todo, recuerdan que su exigencia pasa por concretar al máximo la mesa bilateral entre gobiernos que quieren que se ponga a trabajar tras la investidura, algo que no prevén que suceda antes de Navidad. “No es que descartemos que ocurra, nos parece difícil”, aclaran, “pero depende del PSOE. Si tienen tanta prisa, pueden aceptar nuestras condiciones en dos reuniones y el acuerdo estaría hecho”.

El PSOE hizo una alusión al necesario “entendimiento institucional” para solventar el conflicto político, pero fuentes socialistas reconocen que aún no se ha concretado la fórmula. “Tiene que haber un diálogo institucional. No hemos descendido ni a la comisión bilateral [el organismo reflejado en el Estatut por el que apuestan los socialistas para canalizar el entendimiento] ni a la mesa de gobiernos”, apuntan desde la dirección socialista. 

Más allá de la prisa que pueda tener el PSOE, en ERC están pendientes de su propio calendario. La semana anterior a la Navidad hay tres fechas de gran carga política para los independentistas. El día 16 de diciembre, Carles Puigdemont tiene su primera vista en los juzgados belgas sobre la euroorden activada contra él por el Tribunal Supremo. Tres días después, el 19, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictará el veredicto definitivo sobre si Oriol Junqueras tenía inmunidad parlamentaria como eurodiputado cuando fue juzgado. En ERC están muy pendientes de esta sentencia, pues podría suponer una importante victoria judicial a su líder.

Además, el día 21 de diciembre ERC celebrará su congreso nacional, en el que la formación debe aprobar el documento político que guiará su acción durante el próximo año. Esa cita con las bases será una reválida para la nueva dirección republicana, recién elegida. Haber permitido la investidura de Sánchez solo unos días antes podría generar un clima en su congreso que la ejecutiva de ERC prefiere evitar.

Hay una última cuestión que preocupa a los republicanos: la posición de dureza que mantiene JxCat respecto a la mesa de diálogo entre Gobiernos. Quim Torra y su formación han aumentado la presión a lo largo de esta semana y han exigido la presencia del president si ERC y el PSOE acaban acordando un espacio bilateral entre ejecutivos, un requisito que ERC considera innecesario. Además, desde JxCat piden también incluir la figura del relator en la mesa, cosa que sus socios en el Govern tampoco comparten.

Las diferencias entre independentistas pueden acabar siendo un obstáculo para la negociación entre Lastra y Rufián. Por ello, los republicanos querían acordar con JxCat unas condiciones compartidas para facilitar la investidura, pero hasta el momento no ha sido posible. Ambas formaciones tienen la vista puesta en unas probables elecciones autonómicas en Catalunya que podrían celebrarse entre la primavera y el otoño del próximo año y ninguno de los dos quiere aparecer ante el electorado como el responsable de haber permitido la investidura de Sánchez sin obtener nada a cambio.

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