“Más que la falta de lluvia en La Palma, lo que preocupa es la bajada en el caudal de los nacientes y galerías”

Imagen de archivo de los Nacientes de Marcos y Cordero, en el municipio de San Andrés y Sauces. Foto: palmerosenelmundo.com

Antonio Marcial Díaz Hernández

Santa Cruz de La Palma —

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A principios de junio pasado mi hijo Iván (13 años) me dijo que estaba preocupado porque ya no llovía, y precisamente por esos días, y como algo relativamente anormal ese mes -a la puertas del verano- se registraron en algunos puntos del municipio de Mazo 43 litros por metro cuadrado (l/m2), sin embargo nosotros nos encontrábamos en Tijarafe, y allí no cayó ni gota.

Y es que está claro, echando un vistazo a los datos de lluvia a nivel insular, se observa que la cantidad de lluvia es variable y cambiante según vertientes, por cotas, dependiendo de la orografía local, y por supuesto de un año a otro.

La cuestión es que llevamos unos años, en nuestra Isla de La Palma, que se habla bastante de lluvia -o de la poca lluvia y/o escasez de recursos hídricos- que no es lo mismo, pero teniendo en cuenta nuestro sistema de captación, es la segunda una consecuencia bastante relacionada con la primera.

La cantidad de recursos hidráulicos disponibles dependen, fundamentalmente, del agua extraída a través de las galerías, como sistema principal de captación de agua del acuífero subterráneo. Muchas veces se alude a la cantidad de agua embalsada, -pero en las balsas, estando llenas, solo se dispone aproximadamente 2,5% del consumo de la Isla, es decir que no daría para el abastecimiento del riego de una semana, en los meses de verano.

Las galerías y manantiales dependen del agua que se infiltra en el terreno, y si no llueve suficiente, después y consecuentemente, termina mermando el caudal aflorado a través de las fuentes de captación.

Rebuscando en la maraña de datos climáticos registrados, en series pluviométricas normalmente poco extensas -caso aparte son los 60 años (1935-1994)  registrados mes a mes en la estación de Las Tricias (Garafía)- existen datos puntuales desde 1915 (estación de Santa Cruz de La Palma) y hasta hace unos pocos años, toda la labor de observación se realizaba de forma más o menos artesanal, llevando las anotaciones a mano. Últimamente se han instalado unas estaciones automatizadas, que todavía no tienen una serie lo suficientemente larga.

Todo esto, considerando la gran variabilidad pluviométrica, que caracteriza los distintos parajes de nuestra Isla, hace que el análisis de los datos pluviométricos sea algo relativamente complejo.

Tres años de lluvias escasas, representan bajadas de más de 20% en el agua aflorada por las galerías

Se observa que en los años 40, del siglo pasado, se encadenó casi una década con precipitaciones bajo de la media -en Las Tricias- y dentro de este un sexenio poco lluvioso (1943-1948) -20% bajo la media-, que determinó una bajada en el caudal de Marcos y Cordero a 150 litros por segundo (l/seg) en el año 1950. Posteriormente el trienio 73-75 es particularmente seco: 358,33 litros de promedio anual, que representa 39% de reducción respecto a la media de la serie histórica: 590,3 l/m2. También se observa este período como uno de los más secos registrado en la estación de Tijarafe 336,2 l/m2, Velhoco (Santa Cruz de la Palma) 476,7 l/m2. Así se puede observar un efecto: que los nacientes de Marcos y Cordero redujeron un 50% su caudal hasta los 115 l/seg. en el año 1978.

La bajada de caudal de los nacientes de Marcos y Cordero, que se produce después de los años 80, puede obedecer a otras causas (sobre todo posible competencia de otras fuentes de captación), sin embargo también se observa que el período 1992-1995 resultó un cuatrienio muy seco: 284,85 l/m2 en Tijarafe (sólo 176 l/m2 en el año 1994), 418,95 l/m2 en La Rosa Mazo, y 254 l/m2 en Velhoco en 1994; aunque también el año 1990 había sido un año muy seco a nivel insular: 228,9 l/m2 en Velhoco, toda esta situación de faltas de lluvia determinaron un caudal de los nacientes de 70 l/seg en 1996.

Recuerdo, que en esos momentos me incorporé a trabajar a un Consejo Insular de Aguas recién fundado en La Palma, y eran unos años de apuros hídricos, y los estanques de abastecimiento del Ayuntamiento de Los Llanos se vaciaban, y el agua del Valle estaba cara -a 28 ptas/pipa- y se pedía “requisa” -de aguas privadas por motivos de necesidad-, y se proyectaban trasvases, y se pusieron en marcha proyectos que consiguieron “remendar” algunos canales; y por otra parte aparecían en prensa algunos artículos bastante catastrofistas, respecto a la posibilidad de lluvias generosas, y visualizaban un futuro muy poco halagüeño, para el aprovisionamiento del agua, vital en nuestra Isla.

Después, los caudales alumbrados por lo que se proyectó para ser Túnel de Trasvase entre la vertiente este a la oeste insular, y que al final fueron dos buenas galerías, una por vertiente (la del oeste colmó las necesidades de abastecimiento municipal de Los Llanos y Tazacorte) y un periodo de más de 15 años de en los que ha llovido de forma normal, respecto a la media de cada zona: se ha alternado algún año de baja precipitación con otros años lluviosos, entre los que destaca el año 2010, como uno de los años más lluviosos de los registrados en la Isla, con datos de 845,6 l/m2 en Tijarafe, 1.488,6 l/m2 en La Rosa Mazo, 1.164 l/m2 en Velhoco Santa Cruz de La Palma, hicieron que la cuestión hídrica estuviera en relativa calma.

Este año 2010, es comparable a los años 1950 ó 1953 que fueron años también muy lluviosos (1.266,4 l/m2 en Velhoco en 1950), (962,9 l/m2en Las Tricias y 1534,7 l/m2 en La Rosa 1953).

 Más recientemente y a partir de 2014 comienza observarse de nuevo preocupación por la falta de lluvias: 554 litros de promedio en Velhoco, en los últimos 5 años (con año más seco 2014: 429 litros), esto es aproximadamente 21% menos que la media de esta zona; en La Rosa, Mazo, un promedio de 561 litros, 29% más bajo que la media de la zona, en Tijarafe también se constata un lustro de aproximadamente 30% de reducción de lluvias unos 315 litros de lluvia de promedio anual.

Sin embargo más que la falta de lluvia, lo que nos preocupa es la bajada en el caudal de los nacientes y sobre todo de las Galerías, que también ha mermado entre 20%-30%, y en algunos casos más. Y aunque aparentemente parece desprenderse del análisis de los datos existentes, que la cuestión pluviométrica obedece a ciclos que se alternan, de periodos húmedos y secos, este año 2019 también transcurre muy seco hasta la fecha -sólo 79 litros en Tijarafe- aunque todavía queda el otoño y parte del invierno para enmendarse, y el futuro está aún por escribir. Esperamos ¡que llueva… y pronto!

Antonio Marcial Díaz Hernández. Ingeniero Agrónomo

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