Dimite la alcaldesa de Manilva, imputada por enchufar a familiares y compañeros de partido
Antonia Muñoz, la alcaldesa que contrataba a familiares para el Ayuntamiento de Manilva sin concurso público y no tenía empacho en reconocerlo, dimitió el viernes. La ex regidora, muestra del nepotismo (por lo público, lo notorio y lo resuelto del reconocimiento), anunció su marcha en una rueda de prensa convocada por sorpresa, durante la cual leyó un comunicado. En él no dio razones más allá de una críptica frase en alusión al interés del municipio: “En mi decisión han pesado muchos factores pero, por encima de todo, ha primado el interés del pueblo de Manilva”. Muñoz, que fue expulsada de Izquierda Unida en junio de 2013, está imputada por posibles delitos de prevaricación y malversación de caudales públicos.
La ex alcaldesa ha explicado que deja la política (“abandono total”, ha leído) y poco más. “Me voy con la satisfacción del deber cumplido”, ha dicho Muñoz al leer el texto. La carta abierta es un ejercicio de agradecimiento a vecinos, familia, trabajadores, colaboradores y hasta opositores. En muchas ocasiones, esas figuras se confundieron. La familia eran trabajadores del Ayuntamiento, o colaboradores, y los opositores pasaban a ser colaboradores. Su hermana, Isabel, y su nuera fueron contratadas como cargos de confianza: la primera, en el Área de Extranjeros y Coordinación (con experiencia de 14 años como jefa de recepción en un hotel); la segunda, en el Área de Promoción, Imagen y Protocolo. Otra hermana dirige una de las guarderías municipales, también contratada por la hasta ahora alcaldesa. La semana pasada, el juzgado número 5 de Estepona aplazó la declaración de la hija de Muñoz hasta el próximo 3 de noviembre, según informó EFE.
La Fiscalía investiga estos y otros casos de posible enchufismo desde que el comité de empresa interpusiera una denuncia, en 2009. Cuando se inició la legislatura, ocho de los nueve miembros de la lista de IU que no obtuvieron acta de concejal fueron colocados como jefes de servicio, según informó El País. Pero Antonia Muñoz, simplemente, los prefería de la familia. O como poco, cercanos. Así lo reconoció ante las cámaras, en el programa Equipo de Investigación, de La Sexta, cuando admitió haber contratado “a dedo”, por seis meses, a su nuera. “El Ayuntamiento de Manilva prácticamente no tiene funcionarios, salvo el secretario, la interventora, un técnico, los municipales y los cuatro administrativos. El resto de personas no han pasado por ninguna oposición”, explicó en su día a la televisión local. Se investigan centenares de contrataciones.
Poco después de que fuera emitido el reportaje de La Sexta, Antonia Muñoz abandonó Izquierda Unida y con ella, los otros seis concejales de la coalición. Izquierda Unida quedó desde entonces desfigurada. Ahora, fuentes del partido se alegran de la dimisión, pero insisten en que debía haberse producido hace año y medio. En este tiempo, Muñoz ha contado, además, con el apoyo de los dos concejales de la Agrupación Socialista de Manilva, un partido local liderado por Emilio López Berenguer, también imputado por las contrataciones presuntamente irregulares. López Berenguer (que asumirá las funciones de alcalde hasta el Pleno Extraordinario que se celebrará el próximo 31 de octubre) había sido, años atrás, el azote de Muñoz, hasta el punto de presentar varias denuncias contra ella. Luego pidió su archivo. Muñoz también ha sido investigada por los pagos a empresas con las que tiene vínculos directos.
La semana pasada, su número 2, el concejal Diego Urieta, acudió a un acto con la Mancomunidad y el alcalde de Estepona en representación del Ayuntamiento. Urieta es el máximo favorito para suceder a Antonia Muñoz al frente del Ayuntamiento de Manilva.
