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¿Dónde está Juan Carlos Quer?

Reconstrucción del crimen

Alicia Díaz

Juan Carlos Quer, padre de Diana Quer, desaparecida en la madrugada del 21 al 22 de agosto de 2016 en la localidad coruñesa de A Pobra do Caramiñal (España), ha manifestado a través de su cuenta de Twitter la falta de compromiso del movimiento feminista por el caso de su hija. La joven, de 18 años, estuvo en paradero desconocido durante 497 días, hasta el hallazgo de su cadáver el 31 de diciembre de 2017.

Quer apunta que “el movimiento feminista se moviliza en España para defender los derechos de la mujer” y se pregunta “ dónde estaban las feministas cuando apareció el cadáver de su hija Diana Quer tras ser violada y asesinada” cuestionando si quizá el movimiento feminista “busca venganza, como le dijo Pablo Iglesias” algo que tacha como de “coherencia cero”. Está claro que el padre de Diana Quer no tiene memoria o la tiene muy vaga.

Señor Quer, el movimiento feminista estuvo dejándose la piel intentado que su hija no fuera tratada de “fresca” ni de “ ligera” ni de “golfa” por su forma de vestir ni por haber salido ese día de fiesta y querer volver a casa sola. El movimiento feminista no dudó en ningún momento de la veracidad de los hechos, ni puso en cuestión la procedencia machista de la desaparición de su hija. El tweet es tendencioso porque responsabiliza al único movimiento que denuncia las formas en que el machismo actúa sobre las mujeres, incluida Diana, violada y asesinada a causa de ello como millones de mujeres en el mundo. No queda otra que pensar que, bajo las declaraciones del patriarca de la familia Quer, subyace una estrategia personal de cara a un interés político específico. Más allá de lo rastrero que resulte pergeñar un plan utilizando el cadáver de una hija, me pregunto qué necesidad lleva a este padre a señalar a un punto obviando la bajeza ética por gran parte de la prensa y la sociedad española encargada en cuestionar a la víctima.

Frases como “no es discreta”, escuchadas en Antena 3 ,“su autoestima es baja”, en Telecinco o “se ha esfumado” del instituto, en El Mundo, son solo unos ejemplos que pudimos escuchar sobre la joven. El documental “Diana en la red” emitido por Antena 3 fue denunciado por el movimiento feminista ya que se intentaba justificar el asesinato en base a juicios morales y machistas atentando contra el derecho a la intimidad de la víctima. Gracias al show televisivo pudimos saber que Diana se “relacionaba con chicos”, que “fumaba” o las veces que “desapareció de casa”. Algo totalmente bochornoso e impropio en cualquier país y sociedad con un mínimo de decencia y respeto hacia las víctimas de crímenes tan salvajes como el de Diana Quer por ser mujer. Habla de venganza. ¿Acaso la justicia no es venganza? ¿La justicia es justicia desde siempre o sólo ha sido venganza? Quizá, sólo fue, es y será lo que el poder quiere que sea en determinado momento de la historia. El pánico social se lleva al extremo, creando la sensación de peligro constante en la sociedad actual, por lo tanto, va creando sentimientos de venganza por doquier. Todos quedamos indefensos ante la escasa productividad intelectual que nos regala la sociedad de consumo, y ante la violencia física o psíquica de la policía, la prisión, el contractualismo y la “justicia”. Su venganza es personal, el feminismo no quiere vengarse, quiere seguir conquistando derechos; como el derecho a que una mujer pueda salir de noche vestida como le dé la gana sin que la violen, asesinen y posteriormente criminalicen.

Con estas declaraciones sigue siendo el propio padre el que alimenta el mismo sistema que ha acabado con la vida de su hija. Se equivoca de bando, a su hija la mató el machismo, no el feminismo; pero eso a Juan Carlos Quer no le interesa porque está fuera del ideario que defiende, algo vitalmente importante para seguir en la cúspide mediática, aunque ello conlleve sacar a pasear el cadáver de Diana de vez en cuando. Juan Carlos Quer fue uno de los impulsores de La ‘Plataforma para la No Derogación de la Prisión Permanente Revisable’, junto a la familia de Mari Luz Cortés, Marta del Castillo, Sandra Palo y Yeremi Vargas; bien recibidos por parte de los partidos más conservadores situados en la derecha más reaccionaria. Es curioso ver cómo son los padres (hombres) de las víctimas los que toman el papel de justicieros y vengadores creyendo actuar de forma legítima por su condición de familiares de víctimas, como si ese hecho los dotara de verdad absoluta y de razón.

Existe la tentativa demagógica de utilizar como alternativa el Código Penal de manera torticera para solucionar problemas que tienen que ver con los delitos más crueles y con un escaso respeto a nuestro marco normativo, a los principios constitucionales y legislativos contrarios a las penas inhumanas. El caso de Diana Quer tuvo una fuerte repercusión mediática gracias también al movimiento feminista que hizo llevar el caso a otros países a través del movimiento, algo que no sucede con la mayoría de las víctimas que son invisibilizadas y olvidadas hasta el punto de no recordar ni sus caras ni sus nombres. ¿Qué más quiere Juan Carlos Quer? Seguramente seguir azuzando de manera oportunista cuando otras mujeres como su hija sean violadas y asesinadas a cambio de su lucha personal. El movimiento feminista no es una plataforma de denuncia individual, sino colectiva. El asesino de Diana Quer es el asesino de todas las mujeres, porque el machismo nos convierte a todas en víctimas potenciales. Ahí está el movimiento feminista, exigiendo políticas públicas y sociales para que casos como el de su hija no se vuelva a repetir. Tristemente los vemos días tras día. El mes de enero se ha cobrado la vida de nueve en lo que va de año, dos de ellas en circunstancias parecidas a las de Diana Quer, como el caso de Laura Luelmo, o el de Miriam hace unos días. Ningún familiar ha pedido responsabilidades al movimiento feminista porque están preocupados en llevar el dolor de la forma más digna posible e intentando salvaguardar la intimidad de sus hijas, parejas y hermanas.

Le pregunto yo dónde estuvo usted, señor Quer, cuando el feminismo no le interesaba a la derecha para conseguir los votos de sectores más tradicionalistas y machistas; debe ser que el filón ahora le beneficia para seguir encabezando su lucha personal e individualista.

No me olvido de la madre de Diana Quer, otra de las mujeres cuestionadas tras la desaparición de su hija, puesta en el foco de las críticas por parte de su ex marido Juan Carlos Quer en pleno proceso de la búsqueda de su hija.

Diana López- Pinel hacia las siguientes declaraciones tras el twit de Juan Carlos Quer:

“Desde aquí quiero decir que no comparto las declaraciones contra los colectivos feministas vertidas por mi ex marido y recordarle que Diana no sólo era su hija, sino también la mía...su nombre era y seguirá siendo Diana Quer López-Pinel. También quiero agradecer de corazón a todas las personas, tanto mujeres como hombres, que hasta lloraron con nuestro sufrimiento y por nuestra hija”.

El movimiento feminista estuvo con la madre, con la hermana y con Diana; salimos a la calle bajo la lluvia intensa que amenazaba y arreciaba el mismo día en el que el cadáver de su hija, una mujer, era encontrado.

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