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Un mal Rato

PSOE y UPyD ven "capitalismo de amiguetes" y "corrupción" del PP en el supuesto perdón de deudas bancarias a Rato

Jesús Cintora

En el tiempo que vas a dedicar a leer este artículo, Rato haría uno de sus “informes verbales” por los que cobraba 40.000 euros. En lo que te queda ahora hasta el final de esta columna, don Rodrigo tendría margen de sobra para pasar su tarjeta black y gorronear en un “club”, una “sala de fiestas” o cualquiera de esos centros de trabajo en los que gañoteaba, visa en mano. Lo que te queda hasta el punto final de este homenaje al “milagro económico español” bien lo aprovecharía “el mejor ministro de Economía que hemos tenido” para llamar a uno de sus testaferros y evadir capitales entre un paraíso fiscal y otro (que para eso era un patriota, oye). Incluso, en el tiempo que me queda para escribir esto, se le podría preguntar a Rajoy si es normal que tengamos que aguantar en España lo de Rodrigo Rato. Y aún tendría el presidente para hacernos ojitos y responder uno de sus aclaratorios “¿y en Europa?”

Con esa misma mirada, leo emocionado que el equipo de campaña del PP recomienda llegar a las elecciones del 20-D transmitiendo un mensaje de cercanía a los problemas de la gente. Es lo que llaman los gurús de Génova “economía con alma”. Y se me cae el alma a los pies cuando veo, a continuación, que el mismísimo ministro de Justicia afirma que Rato fue “un magnífico político del Partido Popular”. Esto es lo que Floriano ya prescribió como “cuestión de piel”. Pues sí, hay que tener la cara muy dura para ver las andanzas de don Rodrigo y todavía hoy elogiarlo.

Me cuentan que, tras el varapalo electoral de las municipales y autonómicas, convencieron a Rajoy para que hiciera entrevistas en algunos medios y, ahora, tras las catalanas, empiezan a dudar. Dependerá de dónde, porque lo difícil ya no es que vaya (que también), lo complicado es que le pregunten decididamente por la corrupción de Rato o Bárcenas y que pueda convencer al tratar de explicarlo. ¿Es el efecto “quinto aviso” del que habla Aznar? ¿Es la “economía con alma” o es tratarnos como almas de cántaro?

Qué otra cosa si no “economía con alma” es conceder una amnistía fiscal a desvalidos como Rato o estar haciendo pagar a los curritos un rescate bancario, mientras vemos que al frente de la nave pusieron a este señor, que aprovechó la deriva de Bankia para salvarse a sí mismo y, de paso, tejer un entramado de sociedades pantalla para seguir con el saqueo de la entidad.

A Rato lo hicieron saltar del barco antes de que se hundiera, claro. Y hemos tenido que verlo después en el yate, enseñándonos el culo tras el bañador amarillo, tirándose de bomba. Seguramente todavía hoy piensa que para los que son como él siempre habrá una tabla de salvación. Porque, en la España de las raíces vigorosas, puedes morir como un preferentista arruinado o ser recibido por el ministro del Interior por “amenazas en Twitter”. O puedes ser como Adrián, que tiene que entrar en la cárcel este mes por robar una bicicleta, o ser un Urdangarin, uno de los de los ERES, un Bárcenas o un Rato. Y a esperar el juicio mientras siguen pasando los años. Hablo de que lleguen juicios y sentencias firmes, no de entrar por una puerta y pasado un tiempo breve que salgan por otro lado.

Pero, bueno, sabidas ya sus fechorías, en lo que necesitas tú para terminar de leer este artículo, un juez tiene tiempo de sobra para decidir que mete en la cárcel a Rato. Es el tiempo que el ex presidente de Bankia dedicó, por ejemplo, a pagar con su tarjeta black hasta unos “huevos estrellados”. Hoy en día y, visto lo visto, seguro que don Rodrigo piensa que, aun así, debe aguantar el tirón, ser fuerte como Luis y esperar a que pase este mal Rato.

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