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“El cambio climático no existe”

Un lago casi seco cerca de Ponca City, Oklahoma (EE UU). / Efe

José Luis Gallego

Esa es la mentira que llevaba propagando desde hace años el investigador Willie Soon, famoso negacionista del calentamiento global que vive el planeta y que, por lo que acabamos de conocer, trabajaba a sueldo de las petroleras.

Según una información publicada la semana pasada por los diarios The GuardianThe New York Times este profesor del Harvard-Smithsonian Centre for Astrophysics escribía sus polémicos artículos negando el origen humano del cambio climático a sueldo de la famosa troika del negacionismo, a saber: Koch Industries, ExxonMobil y el American Petroleum Institute, las principales industrias del petróleo de los Estados Unidos.

No es la primera vez que se demuestra una relación directa entre las petroleras y los científicos que niegan las causas del actual calentamiento global de la atmósfera.

En junio de 2005 los principales diarios estadounidenses recogían una información según la cual un alto funcionario de la administración federal, Philip Cooney, asesor personal del presidente George W. Bush, había alterado de forma reiterada los informes encargados por el gobierno a científicos independientes sobre la realidad del cambio climático.

El citado asesor manipuló los argumentos de los científicos de manera subjetiva para que reflejasen exactamente lo contrario de lo que querían señalar, esto es: la relación directa entre el aumento de la emisión de gases con efecto invernadero y el calentamiento global que sufre el planeta.

Los informes de los expertos eran cocinados por el tal Cooney, jefe del Consejo sobre Calidad Medioambiental de la Casa Blanca, antes de llegar a las manos del Presidente Bush y dibujar una sonrisa de satisfacción en su cara, pues avalaban su negativa a firmar el Protocolo de Kioto para reducir las emisiones de CO2, de las que Estados Unidos era entonces el principal responsable mundial con un 25% del total.

Lo que se supo después es que el polémico asesor trabajaba a sueldo del American Petroleum Institute, uno de los miembros más beligerantes de la troika negacionista.

El caso de Willie Son es diferente y supone un cambio de estrategia del lobby negacionista. Ahora es el propio investigador el que publica artículos en las publicaciones científicas de mayor prestigio, como Science o Nature, para defender en su nombre teorías interesadas y sometidas al criterio de las petroleras. Unos postulados que, en el caso del profesor Son, contradecían frontalmente las conclusiones del Panel de expertos de Naciones Unidas sobre cambio climático (IPCC) a cuyos miembros acusaba de alarmistas y poco rigurosos.

La confirmación de que el investigador negacionista era en realidad un impostor a sueldo de las petroleras, tal y como venía denunciando desde hacía tiempo Greenpeace, ha afectado a la reputación de la Harvard-Smithsonian Centre for Astrophysics, una de las instituciones científicas más reputadas del mundo, que ha anunciado medidas inmediatas contra el profesor. Asimismo, las revistas científicas que publicaron sus polémicos papers procederán a la revisión de los contenidos y se reservan la posibilidad de actuar contra su autor.

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