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Unidos Podemos, ¿en contra de la regla de gasto?

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y Carlos Sánchez Mato durante un Pleno del Ayuntamiento de Madrid.

Miguel Ángel Redondo

Concejal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid —

Einstein decía “Dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás, es la única manera”.

Esta cita viene al caso de las críticas de Alberto Garzón a la regla de gasto y cómo su forma de gestionar no solo no es ejemplar, sino que contradice de pleno las líneas básicas de su discurso. Alberto Garzón afirma que es irracional que ayuntamientos con superávit no puedan usarlo en generar empleo o cubrir necesidades básicas. Es decir que hay suprimir la regla de gasto.

Sin embargo su forma de gestionar, en este caso el Área Económica del Ayuntamiento de Madrid formada por miembros de Izquierda Unida, es un claro ejemplo de cómo gestionar y gastar de forma improvisada, caótica, sin nada que ver con objetivos como crear empleo o cubrir necesidades básicas.

Empecemos por el principio:

La regla de gasto es una de las limitaciones al gasto de las Administraciones Públicas, impuesta por la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera. Esta ley fue impulsada por el PSOE y PP. Era necesario tomar medidas que contuvieran el gasto y la deuda. Todos recordamos el tiempo de las obras faraónicas, de aeropuertos vacíos y de grandes obras que carecían de sentido y que aún seguimos pagando.

Sin embargo, estamos de acuerdo en que la actual regla de gasto es demasiado restrictiva y por tanto es una medida revisable y mejorable para los municipios que presenten superávit, ya que con su actual redacción supone que por mucho que un ayuntamiento ingrese, y aun teniendo cientos de millones de superávit, su gasto está limitado a una cantidad. Un tope que no puedes flanquear.

De hecho, la actual regla de gasto está en revisión en el seno de la Comisión Nacional de Administración Local, revisión que supervisa la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal.

La supresión de la regla de gasto es uno de los caballos de batalla de Unidos Podemos y aunque, como hemos dicho, podemos estar de acuerdo en revisarla y flexibilizarla, la nefasta gestión llevada a cabo en el Ayuntamiento de Madrid da argumentos a los defensores de la actual regla de gasto restrictiva para seguir manteniéndola sin cambios de ningún tipo.

Analizando la gestión de las inversiones en el año 2016 del Presupuesto del Ayuntamiento de Madrid,  nos hacemos la siguiente pregunta: ¿Utiliza el Ayuntamiento de Madrid el superávit para generar empleo o cubrir necesidades básicas?

Este año el Ayuntamiento de Madrid se ha saltado la regla de gasto en 244 millones de euros. Según Alberto Garzón debería ser para aumentar el gasto social, para mejorar la vida de los madrileños. Pero si analizamos las inversiones de este año en el Ayuntamiento de Madrid podemos comprobar que nada tiene que ver con gasto social o con beneficiar a la ciudad de Madrid.

Si analizamos las inversiones de Ahora Madrid en el 2016 podemos comprobar que el 64% se han hecho en diciembre. El motivo de este alto importe gastado en diciembre es por las enormes críticas que recibían por no saber gastar y verse obligados a amortizar deuda anticipada por ley con los superávits generados.

Han comprado edificios no presupuestados por 106 millones de euros, el de Alcalá 45 y el de Peña Gorbea 22. Compras hechas deprisa y corriendo con un alto sobrecoste. En el mes de diciembre se han dedicado a adquirir suelo por 64 millones de euros no presupuestado. Han hecho reformas en edificios no presupuestadas en su mayoría, por 41 millones. Reformas que ya estaban contratadas (dentro de acuerdos marco). Las han hecho porque era fáciles de acometer. Seguro que la mayoría son positivas, pero al no estar presupuestadas evidencia que su principal motivación ha sido gastar como sea.

De todas las inversiones de Madrid en el año 2016. La adquisición de edificios y suelo, representa el 63% de todo el presupuesto de inversiones.  Si incluimos reformas, el 85% ha ido a comprar edificios, suelo y a reformas de edificios no presupuestadas.

Las compras de suelo en el 2015 fueron 52 millones y ahora 131 millones. Han subido en un drástico 152%.

Ahora Madrid no ha invertido en vías públicas, arreglar calzadas y calles, donde se ha dejado de hacer un 87,72% (72 Millones); en infraestructuras urbanas un 68,48% sin hacer (25 millones); Patrimonio verde, un 85,36% sin hacer (35 millones); o instalaciones deportivas un 50,12% sin hacer (10,5 millones), como el Centro deportivo Palomeras o Centro deportivo Puente de Vallecas.

Es por ello que afirmamos que Unidos Podemos hace un flaco favor a la modificación de la regla de gasto con el ejemplo de su gestión. No piden su modificación para bajar el IBI que asfixia a las familias, el Impuesto de la plusvalía y demás tributos, para más vivienda social o para que Madrid esté más limpio. Todas medidas con las que nos hubiese sido muy difícil no apoyarles.

Piden cambiar la regla de gasto para gestionar con fines partidistas, sin criterio,  para despilfarrar. Nada que ver con gasto social o beneficiar a los madrileños.

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