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“Cuando decidí adoptar sabía que algún incidente racista íbamos a tener, pero no que fueran a ser tantos”

Madre adoptiva con su hijo.

Rubén Alonso

Entre las grandes lacras que padece esta sociedad se encuentran el racismo y la xenofobia que, por desgracia, van en aumento. Las familias con hijos adoptivos son uno de los colectivos que sufre esta problemática muy de cerca desde que deciden dar el paso. Sus niños tienen que escuchar desde pequeños, en el colegio, insultos racistas y actitudes discriminatorias. Existen asociaciones que luchan contra ello y prestan apoyo a las familias que lo necesitan.

Alicia Galán es madre adoptiva de dos niños africanos y miembro de la Asociación Afamundi, que ofrece información a todos los interesados en adopción de menores y organiza actos sociales y culturales que sirven de punto de encuentro, y que fomentan la solidaridad y el intercambio de experiencias personales en esta materia.

Este fin de semana, esta asociación organiza unas jornadas tituladas 'Cómo abordar el racismo y la discriminación en la escuela. Orientación para familias adoptivas y profesores', en las que participarán diversos ponentes conocedores del tema tratado, entre los que se encuentra la propia Galán.

Racismo desde pequeños

“Muchos de los niños que vienen adoptados tienen una problemática muy especial y no hay recursos que nos apoyen para sacarlos adelante”, cuenta Galán en declaraciones a eldiario.es. Destaca que los niños que se dan en adopción, generalmente tienen una carencia emocional que arrastran a lo largo de su vida. “Cuando un niño se da en adopción no es por casualidad, normalmente traen una historia detrás bastante terrible”, apunta.

Esta situación “deja marcado” al menor lo que repercute en su comportamiento y dificulta su aprendizaje. A todo ello, hay que sumarle las actitudes racistas y xenófobas que tiene que soportar en todos los ámbitos de su vida y desde muy pequeño. “Cuando decidí adoptar pensaba que algún incidente racista íbamos a tener, lo que no sabía es que fueran a ser tantos”, lamenta Galán. “Desde el primer momento te encuentras un montón de dificultades que no te puedes ni imaginar”, subraya.

Al hilo de esto último, la mujer afirma que en el colegio sus hijos reciben, ya con cuatro y cinco años, insultos constantes como “puto negro” y “negrata”, y comentarios como “vete a tu país”, entre otros. Según un estudio reciente realizado por la Coordinadora de Asociaciones en Defensa de la Adopción y el Acogimiento (CORA), más del 72% de los niños adoptados están expuestos a este tipo de expresiones y no como un hecho aislado, sino como algo cotidiano en sus vidas.

“No hay apoyo ni formación por parte de las instituciones, ni en sanidad ni en educación”, critica Galán. “La Consejería de Asuntos Sociales ahora se está empezando a poner las pilas, por así decirlo, pero hay un desconocimiento y poca formación por parte de los profesionales”, explica.

Del mismo modo, señala que “hasta hace bien poco a las familias adoptivas cuando teníamos un problema con el niño nos trataban casi como delincuentes, como que había habido negligencia por nuestra parte, sin tener en cuenta la especialidad de nuestros niños. No se nos ha tratado bien”.

Explica que a pesar de que la mayoría de las familias adoptivas tienen “un nivel cultural importante” y muchas están relacionadas con la educación y la sanidad, sus hijos “acaban en la marginalidad y en la delincuencia”. “En la escuela tampoco conocen la problemática, con lo cual muchos de nuestros niños acaban fuera del sistema educativo que no está preparado para afrontar esto”, resalta.

Por otro lado, esta madre adoptiva e integrante de la Asociación Afamundi detalla que por parte de la administración y de los colegios “hay mucha negación”. “Hacen como que esto no pasa aquí y cuando realmente se dan cuenta de que sí está ocurriendo, lo afrontan como un problema entre iguales”, explica.

Como ejemplo de ello, apunta que un inspector de la Consejería de Educación le dijo que “lo mismo se llaman ”cuatro ojos“ que ”negrata de mierda“, que es una cosa entre niños”. “Vas a protestar y no quieren ver el problema”, denuncia.

“Yo contra el mundo”

Su experiencia personal fue al principio muy dura porque se vio muy sola. “Era como un yo contra el mundo y decía: '¿Cómo paro esto?' No nos podemos pegar con el mundo entero pero sí podemos ir poniendo nuestro granito de arena”, anima.

Asegura que a sus hijos, desde que tenían cuatro o cinco años les empezó a hablar del racismo y les leía cuentos infantiles que versaban sobre ello. “Un niño que está sufriendo eso tiene que saberlo desde ya”, sostiene. Además, Galán describe que todos los años iba al colegio con una caja de pinturas con diferentes colores de piel porque “el color carne sigue en todas las escuelas; para que no se sientan diferentes”.

“Sobre todo en las escuelas, los profesores que somos agentes de cambio, tenemos que educar contra el racismo y no se hace; la gente piensa que no existe pero en realidad sí”, incide. Por ello, reclama hacer un esfuerzo por la educación y hacer de forma transversal actividades en clase relacionadas con esta problemática.

“Un niño pasa por la escuela y todos los profesores son blancos y todos los escritores de literatura que estudian son blancos; pido que el profesor de literatura haga un esfuerzo y un día trabaje sobre un autor afroamericano, por ejemplo”, explica. Ante esta situación, lamenta que generalmente “no hacen caso” porque lo que importa es centrarse en los contenidos ya establecidos.

Jornadas de Afamundi

Afamundi está celebrando este fin de semana una jornada sobre formación en postadopción que se está llevando a cabo en el Palacio de la Magdalena de Santander a partir de las 9.30 horas.

A la ponente Alicia Galán, en representación de la asociación, se unen el periodista y activista de SOS Racismo, Moha Gerehou, Laura Heckel, adoptada de origen colombiano y miembro de la asociación La voz de los Adoptados, Héctor Balsa Vidal, subdirector de Infancia, Adolescencia y Familia del Gobierno de Cantabria y Mercedes Cruz Terán, Jefa de la Unidad Técnica de Orientación y Atención a la Diversidad.

Los objetivos del evento son concienciar a la comunidad escolar de la necesidad de combatir y prevenir el racismo en las aulas y proporcionar herramientas, protocolos, y actividades aplicables directamente por profesores y padres en situaciones de acoso racial o xenofobia. “Pretendemos aproximarnos como todos los años a la realidad y actualidad de la adopción desde Cantabria, una oportunidad para contactar con la comunidad adoptiva e intercambiar experiencias y conocimientos”, apunta la organización.

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