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Los superventas de Amazon son puro humo, y este falso libro lo demuestra

Portada de la versión ampliada del superventas 'Putting my foot down'

Lucía Caballero

En la portada de ‘Putting my foot down’ (algo así como “pisando fuerte”) solo aparece un pie, aparte del título y el nombre del autor. La simplicidad de la fotografía de una tapa no tiene por qué estar reñida con la calidad del contenido del libro, pero en su caso, el interior de la obra es idéntico: una imagen del mismo pie ocupa la primera y única página.

Lo mejor, no obstante, son las críticas plasmadas en la contraportada. Dominan los juegos de palabras como “solo las notas a pie de página ya compensan su precio” y los elogios a su (no) escritor, Brent Underwood, el hombre que, según la web neoyorkina Gothamist, “ha colgado una foto de su pie en Amazon”.

En vez de rechazar el falso título o relegarlo a las profundidades de su catálogo, la plataforma tardó unos pocos minutos en calificarlo como ‘best seller’. ¿Es que hubo muchos compradores? ¿El autor es un reputado novelista? ¿Tiene su pie alguna característica que lo hace único y superior a todos los demás pies?

En realidad, Underwood no se dedica a escribir libros (ni a retratar extremidades humanas), sino a su lanzamiento, producción y promoción desde las filas de Brass Check, una asesoría de 'marketing' creativo para autores y empresas de comunicación.

Como muchos de sus clientes, incluso los más experimentados, tenía dudas acerca del funcionamiento del ‘ranking’ de Amazon, así que decidió publicar un artículo al respecto, pero algo le hizo cambiar de parecer y abordar un tema muy distinto.

“Amazon se ha convertido en el gran nombre en el mundo de los libros, y la condición de ‘Amazon best seller’ en un sinónimo de lo que significa ser un superventas real”, explica el consultor estadounidense a HojaDeRouter.com. El problema es que este estatus solo es humo. Y como el humo, desaparece rápidamente y está hueco.

“La gente llega al 'top' de una categoría y, aunque dure solo una hora, se apresura a indicarlo en todas sus biografías y presumen de ello durante el resto de su vida”, prosigue Underwood. El aparente logro representa un símbolo de credibilidad y una medalla para los autores. No obstante, para el asesor, esto devalúa el significado del término y “falta al respeto a quienes se han ganado el calificativo con su duro trabajo”.

Además, se declara cansado de los farsantes que se aprovechan del malentendido. “Hay todo tipo de webs vergonzosas que prometen secretos, trucos, conferencias y seminarios ‘online’ para convertirte en un 'best seller' de la noche a la mañana”, afirma. Muchos de ellos, advierte, solo se alimentan de la ilusión de los escritores. “Les hacen creer que convertirse en superventas de Amazon es un hito, porque se benefician financiera y profesionalmente de ello”.

Movido por su disconformidad con esta situación, se propuso destapar el pastel y demostrar la vacuidad del sistema de clasificación y del término 'best seller' en sí mismo. Para ello, necesitaba publicar un libro: “Era la única forma de comprobar cómo las ventas influían en el posicionamiento dentro de la plataforma y mostrarlo con imágenes”, aclara.

Un método rápido y barato

Como no trataba de convertirse en un verdadero literato, se decantó por algo más rápido y sencillo que escribir una novela. “Saqué una foto de mi pie”, resume. Así nació ‘Putting my foot down’, la obra con la que consiguió la ansiada medalla de Amazon por solo tres dólares (algo más de dos euros y medio) en menos de cinco minutos.  

Tomar la instantánea le llevó dos segundos. Darle formato en Amazon, unos tres minutos. El subtítulo no podía ser más descriptivo: “Un libro que incluye una foto de mi pie”. Además, tenía que incluirlo en alguna de las que categorías establecidas por la plataforma –hay más de 500−, en las que se basan sus algoritmos de clasificación.

Underwood seleccionó dos: la denominada “Transpersonal”, que en teoría engloba manuscritos de dicha rama de la psicología, y “Masonería y sociedades secretas” (¿por qué no?). Si su libro se posicionaba entre los cien primeros en alguna, aparecería en la lista de lo más popular de la sección. Si llegaba al número uno, conseguiría la etiqueta de ‘best seller’.

Después de diseñar la portada con las herramientas de Amazon, quedaba esperar a que los de Jeff Bezos le dieran el visto bueno a aquella oda a su pie, cosa que sucedió sin mayor inconveniente. La plataforma no puso barrera alguna.

“Quería alcanzar lo más alto en alguna de las categorías y sabía que no harían falta demasiadas ventas para conseguirlo”, nos cuenta Underwood. Lo que no esperaba, sin embargo, es que solo iba a necesitar vender tres ejemplares. Convenció a un amigo para que comprara uno –tardó escasamente un minuto− y él mismo pagó los otros dos.

Todo listo: se había ganado la etiqueta de superventas en “Transpersonal”, el segundo puesto en dicha sección y el tercero en “Masonería”.

Cómo triunfar con un libro en blanco

Underwood no ha sido el primero en conseguir el puesto con una obra falsa. En 2011, un peculiar título aparecía en el catálogo de Amazon: ‘Todo lo que piensan los hombres aparte del sexo’, cuyo autor es un tal Sheridan Simove, supuestamente profesor. Aparte de las letras de la portada, no tiene ni un solo carácter más, solo páginas en blanco (pese a costar más de cinco euros).

El manuscrito se convirtió en un ‘best seller’ porque los estudiantes británicos convirtieron en moda utilizarlo como cuaderno de apuntes. La única intención del creador, un artista y emprendedor británico que no esperaba el éxito, era mostrar al mundo que, después de mucho investigar, se había dado cuenta de que no hay otra cosa en la cabeza de los hombres. Vacía. En blanco más allá del sexo.

Al ser consultada sobre el caso de ‘Putting my foot down’, una portavoz de Amazon aseguró que “era algo que no tenía que haber pasado” y que ya estaban trabajando para arreglarlo, mejorando sus algoritmos. Sin embargo, el autor del supuesto libro no cree que el problema sea solo de la plataforma, ni de su escasa supervisión o la ineptitud de sus modelos de análisis, sino de quienes se aprovechan de ello para lucrarse ilícitamente.

“El término ‘best seller’ solía ser una marca de distinción cuando no había tantas listas ni tantos autores”, aprecia Underwood. Los tomos no solo tenían que cumplir los requisitos de los editores, sino también superar a los que ya se encontraban en el mercado.

Ahora, los engaños se extienden más allá de Amazon. También hay tramposos que tejen complejos planes para que sus clientes logren un puesto en listas más tradicionales y reputadas, como las The New York Times y The Wall Street Journal. Mientras que el primero asegura analizar las ventas sin ayuda externa, el segundo tiene en cuenta los datos recogidos por la herramienta Nielsen BookScan.

Otro asesor en ‘marketing’ editorial, el estadounidense Tim Grahl, explica que aparecer en cualquiera de los dos registros aumenta la visibilidad e impulsa la carrera de los autores. Garantiza “más dinero para los escritores, editores y agentes”, pero lo tiene muy claro: “Las listas de superventas se están convirtiendo en algo obsoleto”.

Internet ha traído consigo la publicación y distribución a bajo coste, sin necesidad de caros intermediarios, una oportunidad para los autores que no pueden permitirse desembolsar grandes sumas de dinero. La contrapartida es que también ha cambiado las reglas del juego en el universo literario. Conocerlas es la única manera de identificar las trampas y chanchullos.

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Todas las imágenes de este artículo, excepto la última, han sido cedidas por Brent Underwood

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