El PP veta la investigación sobre el hospital de Vigo mientras la Xunta admite que hubo Aspergillus
Había Aspergillus, pero no habrá investigación. El PP ha hecho valer este martes su mayoría absoluta en el Parlamento de Galicia para tumbar la solicitud que, formulada conjuntamente por AGE y BNG y apoyada por toda la oposición, pretendía abordar en una comisión de investigación toda la gestión realizada en torno al nuevo hospital de Vigo. La iniciativa abarcaba desde su contratación por el modelo público privado hasta el controvertido traslado de pacientes, paralizado tras detectarse la presencia de gérmenes y que, según ha anunciado el Servizo Galego de Saúde , será “reiniciado el próximo lunes”.
En ausencia de la conselleira y también del presidente de la Xunta, de viaje en Italia, los grupos solicitantes han apelado a la masiva manifestación contra la gestión de Sanidade en Vigo para ilustrar que la demanda de información no solo es de las fuerzas de la oposición, sino de un amplio sector de la ciudadanía en Vigo y su entorno. “Nos acusaron de negar la verdad y ahora no solo sabemos que teníamos razón, sino que vemos las consecuencias de la privatización”. “Faciliten que los gallegos y gallegas conozcan la realidad, no se lo pedimos nosotros, lo piden las 200.000 personas que salieron a la calle para decirles que no soportan más las políticas privatizadoras del PP”, reclamó Eva Solla, portavoz de AGE.
A juicio de Montse Prado, del BNG, la investigación no debería restringirse al traslado, una “actuación temeraria que puso en riesgo la salud y la vida de los enfermos y la seguridad de los profesionales”, como así acreditan “múltiples denuncias de usuarios, personal y sindicatos”, sino que debería comenzar por el “escándalo y sospechas” ligadas al modelo público-privado y seguir por el “escándalo de la externalización” de la oficina de control de las obras “a la empresa de una persona íntimamente vinculada al PP”, compañía, profundiza Solla, “de una señora que era la segunda” de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid “cuando se privatizaron” parte de sus hospitales.
Como se preveía, la solicitud chocó contra el muro de los conservadores, cuyo portavoz, Miguel Santalices, cree que de haber alguna investigación, tendría que tener como escenario el Ayuntamiento de Vigo, por su “labor obstruccionista” en la construcción del complejo. “Se les acaba el tiempo de cómo desprestigiar esto” porque el hospital ya está “abierto” y el “proceso de traslado es absolutamente seguro”, proclama Santalices, que reduce las peticiones de explicaciones de la oposición a meras “descalificaciones”. “Cada vez que abren la boca para hablar de la calidad y de la seguridad de los pacientes le dan una patada en el corazón a los profesionales”, acusa el popular. “Comisión, si quieren, en el Ayuntamiento de Vigo, que es donde procede”, zanja, mientras reprocha que el resto de grupos pongan “muertes sobre de la mesa”.
“Si están tan convencidos, salgan fuera, sean valientes y vayan donde están los profesionales” que protestaban en el exterior del Pazo do Hórreo, retó Prado. “Si no tienen nada que ocultar -agrega- voten para que podamos investigar”. La postura del PP, critica Solla, más allá de ser expuesta en un tono “digno de la barra del bar”, implica estar “en contra de investigar por qué no se cumplen los criterios de riesgo, por qué el hospital no consigue la eficiencia energética” propia de un centro sanitario o por qué “tiene menos camas y menos quirófanos” de los inicialmente anunciados.
Confirmación del Aspergillus
Mientras el PP presionaba el botón del “no” en el legislativo, el gerente del área sanitaria de Vigo, Félix Rubial, ratificaba la reanudación del traslado y, junto con el jefe del servicio de Medicina Preventiva, Víctor del Campo, aseguraba que de 300 controles ambientales realizados en el complejo, “el número de resultados no compatibles con la bioseguridad fue de unos 10”. Según los responsables del Sergas en algunos de esos análisis no fue “identificado” el tipo de germen y en tres de las muestras se ratificó la presencia de Aspergillus, pero en “no grandes concentraciones”, sino “en cantidades pequeñas”. La conselleira, Rocío Mosquera, ha negado que ese hongo fuese detectado en el centro.
La cuestión de los análisis era abordada, paralelamente, también en el Parlamento. En su turno de apoyo a la comisión de investigación la portavoz del PSdeG, Carmen Acuña, consideró que esas indagaciones serían también útiles para investigar por qué “todas las muestras” fueron remitidas “a una analista amiga y vecina de la conselleira”. “A lo mejor -señala- para confirmar que la enferma” fallecida en el Álvaro Cunqueiro “se llevó el Aspergillus de casa”.
