Podemos planea un gran pacto para la Cultura

Entre las promesas electorales de Podemos en materia de Cultura, destacan su despolitización a través de un gran pacto de Estado que incorpore a las decisiones a profesionales del sector y ciudadanía, creación de un fondo para su financiación y de un Estatuto del Artista y la bajada del IVA al tipo reducido. “En nuestro país, la cultura ha tenido una alta dependencia institucional que en época de recortes la ha dejado en condiciones de precariedad alarmantes”, denuncia en su presentación el extenso y detallado programa que la formación presenta de cara a los comicios generales del 20 de diciembre. Bajo esa tesis proponen crear un Ministerio de Cultura y Comunicación que, además de ser muy sensible a la realidad digital, incluiría una Asamblea de Profesionales de la Cultura y un Observatorio Ciudadano de la Cultura con capacidad decisoria en las políticas culturales.

Estos tres agentes gestionarían el llamado Fondo Social de la Cultura, incluido en una nueva Ley de Mecenazgo y Patrocinio, para financiar proyectos presentados a través de una ventana abierta que se dotaría con Presupuestos Generales y aportaciones voluntarias de particulares y empresas (a cambio de desgravaciones fiscales) y las de quienes marcaran una nueva casilla en la declaración de la renta. A ese fondo irían también el 18% de los impuestos derivados de toda actividad cultural y el 1,5 de los presupuestos de los convenios de contratos de obras públicas, como recoge la Ley de Patrimonio Histórico. “Existe el modo de gestión de la cultura del PP: la ignora o la ataca; luego está el del PSOE, que quiere controlarlo todo. Nosotros proponemos que las instituciones públicas no estén encima de la cultura, sino detrás, que creen las vías para que se desarrolle de manera independiente”, explica Pablo Iglesias Simón, responsable del programa estatal de Cultura de Podemos.

En él, proponen una nueva Ley de Propiedad Intelectual que “devuelva” al poder judicial la competencia exclusiva de decidir qué servicios la infringen y “abandone la actual vía fundamentalmente punitiva”, ampliando el concepto de copia privada y el de cita y eliminando el canon AEDE, conocido como “Tasa Google”. “Es sangrante que Filmin no haya tenido ayuda del Estado cuando era el mejor antídoto contra las descargas ilegales”, destaca Jorge Lago, otro de los responsables de este área.

Se potenciará el control y transparencia de las entidades de gestión de derechos de autor, se ampliarán los límites de estos derechos para habilitar usos gratuitos sin necesidad de autorización y se considerarán autores a nuevas categorías profesionales como periodistas o escenógrafos. También se creará una ventanilla única de cobro “para evitar de esta forma monopolios en la gestión de derechos no correspondientes al repertorio de las entidades”. Se contempla la creación de un Estatuto del Artista y del Profesional de la Cultura, “adaptado a las características de intermitencia del sector”, que promueva una fiscalidad acorde y que garantice los derechos de protección social y representatividad sindical.

Plataforma de Cultura Abierta

Sobre los medios de comunicación públicos (TVE, RNE, EFE), proponen su “desgubernamentalización” y dotar a La 2 de “un carácter definitivamente cultural”. Dentro de su plan digital, se pondría en marcha la Plataforma de Cultura Abierta (PLACA), con contenidos libres de derechos disponibles, por ejemplo, a través de un servicio propio de “streaming”. En el ámbito del cine, además de las ayudas procedentes del Fondo Social, se redefiniría el papel de las televisiones en su financiación con la creación de comités públicos para que el proceso de selección de proyectos en los que participen se rija por “criterios de transparencia, equidad y pluralidad”.

Como la nueva Ley del Cine, se desarrollaría una Ley de Música “que defendiera la diversidad” y que dotara al sector de un marco legal que no haga depender a la música en vivo del ministerio de Interior, ámbito para el que proponen un programa de choque que recupere recintos públicos infrautilizados. Además, se crearía una Fonoteca Nacional Española. También se alumbraría la Casa de la Danza para dotarla “por fin” de un espacio estable y específico, se reformaría el Instituto Nacional de Artes Escénicas y de la Música (INAEM), se pondría en marcha un centro “que apueste por la creación emergente y actual, con atención a los autores vivos” y se dinamizaría la red de teatros.

En el ámbito del arte, los museos públicos no pagarían IVA al adquirir obra y se reactivaría el coleccionismo privado con desgravaciones. Respecto al libro, además de proponerse extender el 4% de IVA al modelo electrónico siguiendo a Italia, se recuperaría la extinta Dirección General, se impulsarían las bibliotecas con nuevos fondos y soportes, se desarrollaría un plan para una ciudadanía lectora y se reconvertiría el Observatorio del Libro en un Centro Nacional del Libro, como vínculo con entidades privadas y con Latinoamérica.