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Aire acondicionado de bajo consumo: ¿qué opciones existen?

El cambio climático no da tregua, y los veranos cada vez empiezan antes y tienen más días de calor sofocante. Disponer de aire acondicionado puede marcar la diferencia entre poder dormir o no por las noches en algunos lugares. Si la humedad ambiental es muy alta, además, el aire acondicionado ayuda a tener una sensación de confort porque absorbe la humedad del ambiente.

Sin embargo, el aire acondicionado también representa un elevado consumo de energía eléctrica. Un aparato de aire acondicionado funciona mediante un proceso de transferencia de calor, utilizando un refrigerante que circula dentro del sistema cerrado. 

El aire caliente de la habitación es absorbido por el aire acondicionado y pasa por encima de unas bobinas frías por donde circula el refrigerante. Este aire caliente hace que el refrigerante se evapore, capturando el calor del aire. El refrigerante evaporado, ahora caliente, se comprime y se lleva por un conducto al la unidad exterior. Allí se enfría y se condensa pasando a líquido, y vuelve al interior para continuar el ciclo.

El mayor gasto de energía del aire acondicionado es, pues, el del compresor. Los aparatos domésticos tienen una potencia de entre 300 y 1.500 W. Si por ejemplo tenemos un solo aparato de aire acondicionado de 1.000 W conectado durante ocho horas, el consumo de energía será de 8 kWh al día. Con un precio del kWh de 0,14€, estaríamos contemplando un gasto extra de 1,12 euros al día o 33,6 euros al mes. Tenerlo conectado las 24 horas del día nos costaría unos 100 euros al mes por aparato. 

El gasto es lo suficientemente elevado como para considerar cuáles son los aparatos de aire acondicionado más eficientes. 

Tipos de aire acondicionado

La primera forma de diferenciar los aparatos de aire acondicionado es por la forma de su instalación:

  • Split: constan de una unidad interior (el evaporador) y una unidad externa (el condensador) separadas y conectadas por un conducto aislado.
  • Portátiles: tienen las dos unidades (el evaporador y el condensador) integradas en un solo aparato, con un tubo que expulsa el aire caliente al exterior. 
  • De conducto: como en el caso de los split tienen una unidad externa y una interna, pero el aire frío de la unidad interna es impulsado por una serie de conductos, por lo general en el techo. 

Los sistemas con unidades separadas modernos son siempre más eficaces que los portátiles, y tienen consumos más bajos para la misma potencia de climatización. No hay demasiada diferencia de eficacia entre los sistemas split y de conducto de la misma potencia y clasificación energética, pero hay que tener en cuenta que si los conductos son largos, el aire se calentará algo, y será necesario emplear más energía. Por otro lado, al tratarse de un sistema centralizado, no permite separar el consumo por habitaciones como en el caso de un sistema split

Clasificación energética

En Europa, la clasificación energética de los aparatos de aire acondicionado se realiza mediante etiquetas energéticas que indican la eficiencia en una escala. Anteriormente había una escala que iba desde la D (menos eficiente) hasta A+++ (la más eficiente). Esta escala ha sido actualizada en 2021 para reflejar mejor las mejoras en las tecnologías y se mide simplemente de la A a la G. 

Sin embargo, todavía se pueden comprar electrodomésticos que conservan la escala anterior. Conviene entonces saber que un aire acondicionado con una clasificación energética A+++ utilizaba entre un 20 y un 50% menos de energía que un aire acondicionado A++ y alrededor de un 60-80% menos de energía en comparación con una clasificación energética A.

Inverter o no Inverter

Uno de los principales motivos de esta diferencia de eficiencia es el uso de la tecnología Inverter. En un aire acondicionado tradicional, el compresor solo tiene dos modos: encendido o apagado. Para mantener la temperatura deseada, el compresor se enciende a toda potencia hasta que se alcanza la temperatura marcada, y entonces se apaga. Cuando la habitación se calienta de nuevo, el compresor arranca de nuevo. Esto produce un consumo de energía más elevado, ruido y fluctuaciones en la temperatura.

En cambio, un aire acondicionado con tecnología Inverter tiene un compresor que ajusta su velocidad de manera continua. En lugar de apagarse completamente, el compresor reduce su velocidad cuando la temperatura del ambiente se acerca al nivel deseado y aumenta cuando es necesario enfriar más rápidamente. Esto permite que el sistema mantenga una temperatura más constante sin las fluctuaciones típicas de los sistemas no Inverter. También son más silenciosos y mucho más eficientes energéticamente. 

Aunque los modelos más eficientes de aire acondicionado son más caros, el ahorro de energía puede hacer que se amortice la diferencia de precio en un par de años, dependiendo del precio de la energía. Hay que tener en cuenta que los aparatos de aire acondicionado portátiles no ofrecen esta posibilidad, y tienen por lo general una clasificación energética más baja. 

La aerotermia

Si queremos que el aparato de aire acondicionado sirva además de calefacción en invierno, podemos adquirir un modelo con bomba de calor. Sin embargo, existe una opción aún más eficiente y que permite ahorrar más en la factura de electricidad, existe una opción que proporciona refrigeración, calefacción y agua caliente en un solo aparato: la aerotermia.  

Mediante esta tecnología se puede obtener hasta un 80% de la energía necesaria para calentar o refrigerar a través de la diferencia de temperatura con el aire exterior, por lo que se ahorra en el funcionamiento a través de una bomba de calor que captura el calor del aire exterior, incluso cuando las temperaturas son bajas, utilizando un refrigerante que circula dentro de un circuito cerrado. En el caso de la refrigeración, el circuito se invierte, extrayendo el calor del interior de la casa. 

Uno de los principales beneficios de la aerotermia es su alta eficiencia energética y su bajo impacto ambiental. Si además se combina con paneles solares, la energía necesaria para refrigeración y calefacción puede salir gratis, una vez amortizada la instalación.