Un total de 37 ilustraciones sobre Gaza acompañan la Feria del Libro de València para denunciar “la ocupación y el genocidio”

La Feria del Libro ha arrancado en València su 59ª edición con la representación de 37 imágenes en forma tótem bajo el lema 'Cuando Gaza clama' como denuncia social contra el “genocidio y apartheid que está llevando a cabo el Estado de Israel contra el pueblo palestino”. Esta muestra expositiva, realizada por la Asociación de Profesionales de la Ilustración Valenciana (APIV), traza la ruta de cada expositorio y los espacios para conferencias en los Jardines de Viveros.

La polémica no ha estado exenta en esta muestra de apoyo a Palestina. La vicepresidencia primera y Conselleria de Cultura y Deporte, dirigida por Vicente Barrera, de Vox, exigió la retirada del logo de la Generalitat de la exposición, ya que no destinaron ningún tipo de ayuda económica ni patrocionio, y por lo tanto, su uso infringía la normativa.

Desde APIV afirman que el logotipo no se usó en ningún momento, tal y como se puede comprobar en el cartel de la muestra, en los tótem y en su página web y redes sociales: “Nos enteramos de las declaraciones por una rueda de prensa que realizaron. No nos informaron personalmente. Queremos dejar claro que ningún tótem aparece con logo y que el gasto corrió a cuenta de los socios de la asociación. Desde la conselleria estuvieron muy interesados en saber quién nos había sufragado y de dónde venían los fondos”.

David Honrubia, socio de APIV y miembro de la junta directiva, asegura que todos los socios pagan una cuota y que parte de ella se destinó a esta causa. “Soy consciente de que recibimos subvenciones de distintas instituciones públicas, pero en esta en concreto no obtuvimos nada. Antes de inaugurarla, se enteraron de la temática y lo primero que hicieron fue desentenderse y exigirnos que el logo no apareciese”, subraya.

Añade que sería esencial que las instituciones dieran apoyo, “pero si se quieren mantener al margen, que no lo hagan de esta forma que complica el objetivo”. “Está claro que en la web de la asociación aparece la identificación de la conselleria porque nos subvenciona otros proyectos”, destaca.

El trasfondo de los elementos visuales

Honrubia explica que cuando se anunció la propuesta, no dudó en participar. “Tengo la sensación de que estamos muy insensibilizados con la guerra, y eso me motivó aún más a formar parte de la muestra”, subraya.

Tardó solamente cuatro días en tener el dibujo que permanecerá en Viveros durante diez días. Tuvo que visualizar imágenes reales para terminar dando con el definitivo: “Tras varios intentos, me vi con la necesidad de hablar sobre la niñez. Al principio lo que dibujaba eran cosas escabrosas, pero tenía la sensación de que eran cosas que ya estaban más que dichas”.

La simbología de la imagen, junto a los colores escogidos, genera una especie de paradoja ante los ojos de quien la vislumbra: “La intención es que la persona que se pare frente a mi ilustración tenga sensaciones encontradas: no hay otro modo más humano de abordar la muerte y tristeza que representarlo a través de un animal. Es un contraste de colores vivos con la simbología de un niño sacando de un charco a un gato rosa. Esa infancia debería estar envuelta en todos esos colores e imaginando y siendo feliz, y no hundida en el desastre”.