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La cesión en precario de los Campos de Sport de El Sardinero al Racing de Santander expira en marzo de 2025

Vista aérea de los Campos de Sport de El Sardinero.

Javier Fernández Rubio

Santander —

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Si el Ayuntamiento de Santander lo exigiera, el Real Racing Club debería abandonar los Campos de Sport de El Sardinero el 4 de marzo de 2025, fecha en la que expira la cesión en precario que le hizo propietario de esta instalación municipal. Al tratarse de un bien patrimonial público, los Campos de Sport no pueden ser cedidos indefinidamente como quedó establecido en el primer convenio de 1983 entre el Consistorio y el equipo de fútbol. Según la ficha recogida en el Inventario municipal, la cesión en precario del estadio tiene fecha de caducidad: dentro de un año.

La cesión en precario es una fórmula habitual para el disfrute de un bien público. De hecho, el Racing lo hace por partida doble: la cesión de los citados Campos de Sport y también de las instalaciones del complejo Nando Yosu en La Albericia, cuyo año de caducidad es 2028. En este sentido, los Campos de Sport pudieran tener una continuidad jurídica en manos racinguistas mediante una prórroga del convenio de 1983 o mediante un nuevo acuerdo. Las instalaciones Nando Yosu, de hecho, han visto ampliada su continuidad para uso del Racing por una prórroga de 10 años que aprobó la Junta Local del Ayuntamiento de Santander en 2016, circunstancia que no se ha dado hasta ahora en el caso de los Campos de Sport.

Consultado el club racinguista, un portavoz del mismo quita importancia a este hecho y afirma que “para el club lo que importa es el convenio de 1983, en el que se recoge expresamente que la cesión de uso es indefinida”. Por lo tanto, el club está tranquilo. Además, recuerdan desde el equipo de fútbol que dicha cesión no fue gratuita, sino que fue una de las contrapartidas por parte del Ayuntamiento por hacerse con la propiedad de una finca del club, la misma en la que se levantaban los viejos Campos de Sport y que ahora ocupa el Parque de Mesones, frente a la playa de El Sardinero y a unos cientos de metros del estadio actual.

La situación no es irresoluble, pero no termina de llegar: el transcurso de los años ha hecho desfilar acuerdos, convenios y numerosas reuniones sin que nadie acometiera el nudo gordiano de la cuestión, que es que el Racing ocupa unas instalaciones de forma indefinida, algo que jurídicamente es ilegal, como así lo han hecho ver en el pasado los Servicios Jurídicos y la Intervención municipal. El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Santander, que lidera Gema Igual (PP), se ha negado una vez más a responder a las preguntas de elDiario.es sobre este tema.

El convenio de 1983 y el Inventario

La cesión de los Campos de Sport al club se remonta a un convenio suscrito con el Ayuntamiento de Santander en 1983, y desde entonces ha generado dos problemas: uno jurídico y otro económico. El jurídico es que la cesión se había hecho a perpetuidad, algo que es ilegal si se trata de patrimonio público. El económico es que no quedaba claro quién tiene que correr con los gastos de conservación, caballo de batalla entre ambas instancias desde hace 41 años.

El encaje legal no ha tenido por ahora solución, máxime cuando la ficha del estadio establece que la cesión en precario expira en 2025. El último acuerdo, con carácter de convenio, data de 2022 y no ha aclarado el problema. Para más abundamiento, el convenio original sigue vigente, ya que el de 2022 no deriva del de 1983.

El encaje económico se ha venido sorteando con acuerdos entre las partes a lo largo del tiempo (durante el mandato de Íñigo de la Serna como alcalde, por ejemplo, el Ayuntamiento había pretendido que el Racing corriera íntegramente con los gastos).

La fecha de expiración de la cesión en precario, para mayor confusión, no se solapa con la del convenio de 2022. Este tiene una vigencia de cuatro años (2026), superando en uno el límite de la cesión en precario establecida (2025), por lo que se puede dar la paradoja de que Ayuntamiento y club colaboren cuando este haya tenido que abandonar el lugar, una circunstancia que no se baraja en ninguno de los casos, pero que sigue sin abordarse.

Consultados los servicios de Urbanismo municipales, han informado que desde hace años no se ha producido modificación de la ficha urbanística del estadio, en la que se recoge la citada fecha de extinción del uso del campo; ni tampoco ha habido cambios en el convenio, como en septiembre de 2022 reconoció públicamente el entonces concejal de Deportes, Felipe Pérez Manso (Ciudadanos), ante el pleno de la Corporación. No obstante, durante el mandato de Ciudadanos en el área hubo reuniones e intentos de perfilar nuevas fórmulas jurídicas de relación, pero no fraguaron.

Fue el Partido Regionalista de Cantabria el último que se interesó por esta cuestión. En la recta final de la anterior legislatura, llevó una pregunta al Pleno de la Corporación en donde daba cuenta de los intentos que hubo en 2017 de dar carta de naturaleza a un nuevo convenio, cosa que al final no se produjo. La Intervención municipal ya advirtió entonces que un nuevo convenio tendría que sustituir al de 1983 o en todo caso anular el carácter indefinido de la cesión. El concejal regionalista Vicente Nieto llegó incluso a preguntarse si la relación entre el Racing y el Ayuntamiento estaba bordeando la legalidad.

La respuesta de Pérez Manso fue negar la mayor y arrojar más confusión: “Según el informe del Servicio de Patrimonio, la ficha del Inventario municipal no hace referencia a que la instalación haya sido cedida en precario ni con fecha de vencimiento. Desde la Concejalía de Patrimonio se ha instado a realizar las trámites necesarios para la coordinación del Registro de la Propiedad, Inventario Municipal y Catastro inmobiliario, que está actualmente en trámite”. Preguntado sobre los reparos de la Intervención municipal a la cesión indefinida, Pérez Manso respondió de forma breve: “Mientras nadie nos diga lo contrario formalmente, el objeto del convenio sigue vigente en las condiciones en las que está redactado”.

Pese a lo que dijera Pérez Manso ante el Pleno, la ficha del Inventario municipal sí que recoge la cesión y la fecha de caducidad. A mayor detalle, ya lo habían confirmado en 2017 los servicios jurídicos municipales: “En relación al nuevo Campo de Fútbol, la ficha del Inventario municipal hace constar que las instalaciones fueron cedidas para el uso y disfrute del Real Racing Club el 20-8-1988, en precario y con fecha de vencimiento del 4-3-2025”, escribía el director jurídico del Ayuntamiento. Este planteamiento lo había avalado también el interventor, el principal responsable de la fiscalización de la vida municipal de puertas adentro en el Consistorio.

Y si, como afirmara el concejal de Deportes en 2022, no ha habido cambios en el convenio inicial, este sigue vigente con la ilegalidad de una cesión “indefinida”. El último convenio, que data de 2022 y se extiende hasta 2026 ni aborda las cuestiones fundamentales ni invalida lo escrito en 1983. Mientras, el tiempo sigue pasando, continúan las polémicas en torno a quién debe abordar los gastos de reparación y actualización de unas instalaciones cada vez en peor estado y solo queda un año para que finalice el plazo de la cesión en precario si no se solventa jurídicamente el envite.

Convenio de 2022

Ya en 2016, ante la mala situación histórica de las instalaciones, se planteó la posibilidad de ampliar el convenio inicial o hacer uno nuevo. La opción que más tomó cuerpo fue la segunda, y no solo por clarificar quién paga el mantenimiento sino por cubrir la laguna inicial en lo que no se reparaba casi nunca: la perpetuidad del uso. Los jurídicos municipales, en 2017, ya daban cuenta de que la cesión hecha en 1988 era en precario para uso y disfrute del Racing... hasta el 4 de marzo de 2025.

Otra razón para un nuevo convenio clarificador que haga borrón y cuenta nueva es que en ninguna parte se haya transferido el derecho del club de los viejos Campos de Sport a los nuevos [inaugurados en 1998], algo que se hizo de facto, pero jurídicamente es motivo de alerta para la Intervención, que también recuerda la cesión en precario hasta 2025, no indefinida.

Tras el intento infructuoso de 2016-2017, en 2022 Ayuntamiento de Santander y Racing suscribieron un segundo convenio cuya vigencia es de cuatro años (2022-2026). En ese período se contempla una inversión de 4,5 millones de euros en las instalaciones de usufructo racinguista. De hecho, el Ayuntamiento de Santander ha presentado al club los trabajos de acondicionamiento que se van a acometer: 600.000 euros para la reforma, la impermeabilización de la cubierta y la construcción de un muro de contención en las instalaciones de La Albericia. Recientemente, se ha acometido una nueva iluminación (800.000 euros), red de distribución de agua sanitaria (50.000) y un nuevo grupo electrógeno (20.000), además de la reforma de los vestuarios y la renovación de la red eléctrica.

Este convenio supera el plazo de cesión del primero, que sigue vigente, aunque expira el uso en 2025, pese a que uno dice que la cesión es indefinida y el otro pone fecha de vigencia en 2026. Y con este galimatías jurídico se sigue arreglando un estadio para el Racing, que ha recuperado esta temporada una estabilidad institucional de la que no gozaba desde hace años, con una nueva propiedad y un proyecto a largo plazo que por primera vez en más de una década mira hacia la Primera División del fútbol español.

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