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Opinión - ¿Y ahora qué? Por Marco Schwartz

La nueva Romareda costará más de 240 millones

Proyecto de la nueva Romareda.

Miguel Ángel Conejos Montalar

Zaragoza —

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La semana de la nueva Romareda comenzaba el lunes 8 de abril con una presentación ante medios e instituciones del que será el nuevo estadio municipal de la ciudad de Zaragoza protagonizada por la alcaldesa de la ciudad y presidenta de la sociedad promotora, Natalia Chueca, y el arquitecto César Azcárate, que liderará el equipo de la empresa IDOM, encargada del diseño del nuevo equipamiento. 

En general, y en cuanto a lo técnico, la presentación mostró un estadio de fútbol actual y moderno que ocupará una superficie construida de 76.653 m², de los que 52.090 serán del propio estadio, 5.042 para usos coadyuvantes y 19.521 para usos terciarios. 

Un campo de última generación que se levantaría en cinco fases distintas. Una primera fase, que comenzaría este verano y se prolongaría durante todo un año, supone la demolición de la antigua Gerencia de Urbanismo, del edificio “El Cubo” y del graderío sur del actual estadio. A partir de ahí las obras continuarían, hasta el verano de 2025, con la excavación de sótanos en esa zona del Gol Sur, las cimentaciones y sostenimientos, y el levantamiento de la nueva estructura. 

Después llegaría la fase 2, con la demolición y nueva construcción de la Tribuna Este hasta el verano de 2026, cuando se iniciaría la fase 3, eliminando y levantando la nueva Tribuna Preferente, hasta el verano de 2027. Ahí comenzaría la fase 4 para tirar y levantar la última parte del estadio: el Gol Norte. Y a partir del verano de 2028 se entraría en la fase 5, en la que se trabajaría con la cubierta y otros elementos hasta su finalización.

En la mente de Jorge Azcón y Natalia Chueca está el horizonte 2027, año electoral, y también el Mundial del 2030. Sin embargo, el nuevo estadio deberá competir con los Santiago Bernabéu, Wanda Metropolitano, Camp Nou, Mestalla, Cornellá-El Prat, San Mamés… Una lista de estadios nuevos o remozados que no para de engordar. 

Por supuesto, en la presentación de la nueva Romareda se ha hablado de dinero, pero podríamos permitirnos la licencia de decir que con la boca pequeña. O con las cifras pequeñas. Así, en dicha presentación, Natalia Chueca, en calidad de presidenta de la sociedad la Nueva Romareda, participada por el Ayuntamiento de Zaragoza, el Gobierno de Aragón y el Real Zaragoza S.A.D., dijo que el nuevo estadio costaría 148,5 millones de euros, más IVA.

La realidad es tan tozuda que simplemente sumando el 21% del Impuesto sobre el Valor Añadido la cifra aumenta a 179,7 millones de euros. Algo lejos de los menos de 150 millones que se han publicado a bombo y platillo. 

Si a estos datos le sumamos que la participación inicial del Ayuntamiento de Zaragoza incluye la entrega de terrenos por valor de 24,5 millones, una operación de permuta que el Gobierno de Aragón ha copiado en el caso de la pastilla con la que mantuvo cierta discordia el antiguo gobierno de Javier Lambán, podríamos hablar de que el precio se engorda en los más de 27 millones que ambas instituciones pierden de patrimonio en cuantía de suelos. 

Teniendo en cuenta que existe el compromiso de que la aportación que las tres patas de La Nueva Romareda S.L. sea de 40 millones cada una, y descontando de esa liquidez la aportación en especie, o sea en suelo, de las instituciones públicas, estaríamos hablando de poco más de 90 millones de liquidez para afrontar el pago de los 179,7 millones, lo que obligaría a solicitar esta cantidad a alguna entidad financiera, que por el momento no participa de la sociedad, como sí ha ocurrido en la construcción de otros estadios similares como el de San Mamés en Bilbao. Además, hay que tener en cuenta que la deuda global del Real Zaragoza S.A.D. en la actualidad es de 43,9 millones de euros. 

Solicitar un préstamo de una cifra así acarrearía una cantidad elevada de millones de euros en intereses. De hecho, el informe de diciembre del Área de Hacienda y Fondos Europeos del consistorio zaragozano contemplaba 154 millones de coste de las obras, este sí contaba los 24,5 millones de suelo, 7,5 millones de permisos y licencias, 33,4 millones en gastos financieros y 3 millones en concepto de “proyectos Real Zaragoza”. 

Por otro lado, el coste de la construcción no incluye el coste de demolición. Un proceso que dará comienzo este mismo verano. Para la demolición de la parte sur del estadio se baraja un precio de 4,1 millones, como no, más IVA. Lo que nos puede hacer pensar que la demolición completa, a razón de 5 millones por grada, superará los 20 millones de euros.

Sumado todo esto, la tozudez de la realidad y el informe de Hacienda, probablemente más centrado que las presentaciones en clave de marketing, arrojarían un coste aproximado de 242,5 millones de euros para la nueva Romareda. 

Un estadio VIP 

El fútbol ya hace días que escapó de lo popular para convertirse en lo elitista. Hace décadas que el mercado ha ocupado esta parcela de esparcimiento para convertirlo en un negocio. Tanto que en ocasiones hemos perdido la perspectiva real cuando se hablan de cifras de fichajes, derechos televisivos o construcción de estadios. 

Los estadios actuales incluyen el fútbol, pero sus servicios se muestran a caballo entre el centro comercial y el restaurante de lujo. La nueva Romareda, aunque llega tarde, no va a perder este tren. La presentación del pasado lunes anunciaba que el proyecto prevé crear entre 2.290 y 3.400 plazas VIP con un precio que oscilará entre los 1.951,00 y los 3.749,00 euros. En la actualidad, la vieja Romareda dispone de menos de 30 asientos VIP por los que se cobra algo menos de 400 euros. 

Los planes de viabilidad soportan las cifras que se le escriban encima. Es lo que tiene hablar en base a intangibles, en torno a expectativas. Lo cierto es que las cifras de este estadio poco tienen que envidiar a las de los equipos punteros de La Liga. 

Sin embargo, y para traer estas cifras al suelo, conviene hacer un esfuerzo que implica la comparativa. Para que el común de los aragoneses nos entendamos una nueva Romareda, pagada en más del 65% con dinero público, multiplica por 75 el presupuesto de 2024 del Gobierno de Aragón destinado al Fomento y Apoyo a la Actividad Deportiva; o, alejándonos de lo deportivo, la construcción del nuevo estadio supone 3,5 veces el presupuesto de las Comarcas aragonesas, 15 veces el presupuesto de Medio Ambiente y Turismo o 90 millones más que el presupuesto destinado al departamento de Desarrollo Territorial, Despoblación y Justicia.

Si tomamos como comparativa los presupuestos de la tercera ciudad española más endeudada la cuenta es más sencilla. El presupuesto anual para 2024 de la ciudad de Zaragoza es el equivalente a poco más de 4,5 estadios. 

Una Romareda y media: la sombra de un estadio provisional en el Parking Norte

La masa social del Real Zaragoza continúa siendo imponente. En la actualidad el club tiene cerca de 29.000 abonados, una cifra récord que le convierte en el equipo de La Liga Hypermotion con más socios y el octavo club de futbol español en número de abonados, solo detrás de algunos grandes. 

Ese volumen de socios y la dificultad de acceder a otro campo cercano que reúna al menos parte de los requisitos exigidos por La Liga acercan cada vez más la posibilidad de tener que construir un estadio provisional desmontable en el Parking Norte de la Expo, con capacidad para 20.000 personas. Lo que dejaría fuera a 9.000 socios. 

El Parking Norte es la ubicación donde Natalia Chueca, en una de sus promesas electorales, situaba la Ciudad Inteligente del Deporte, un complejo que vendió como de “primer nivel” y que estaba llamado a convertirse “en un punto de atracción de eventos deportivos”. Sin embargo, la obra no sería tan sencilla pues el conjunto del parking norte está situado en una zona inundable, por lo que habría que elevar el terreno de cara a ese estadio provisional y a la futura Ciudad Inteligente del Deporte. 

De confirmarse la construcción de este nuevo estadio la cifra barajada por el departamento de Hacienda de alrededor de 220 millones, a la que debemos sumar los 20 millones de demolición, todavía podría engordarse en aproximadamente 10 millones de euros más, contemplando suelos, construcción y adaptación a las normas de La Liga de esta infraestructura temporal. En caso de que el consistorio barajase la compra, en lugar del alquiler, el nuevo estadio que podría integrarse en esa Ciudad Inteligente del Deporte elevaría sustancialmente su precio. 

Por el momento, en la reunión entre el Real Zaragoza S.A.D. y La Liga, el club no ha abordado la solución del estadio provisional y en esa reunión ha trabajado en tratar de aplazar la primera jornada de liga como local, algo que estudiará La Liga. Lo que no quiere decir que la sombra de este nuevo gasto en la operación nueva Romareda se haya alejado. 

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