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Una onubense recibe la tarjeta Andalucía Junta Sesentaycinco... a los 93 años

La tarjeta de la vecina de La Palma del Condado, recibida esta semana.

Fermín Cabanillas

En casa de Josefa Lagares Vázquez, una vecina de La Palma del Condado (Huelva), no se explican cómo es posible que la tarjeta para mayores de 65 años (Andalucía Junta Sesentaycinco) le haya llegado hace unos días, cuando tiene ya 93 y cuando sus condiciones físicas le impiden ya poder disfrutar de las ventajas que supone tenerla en su cartera.

Un caso que ha contado a eldiario.es/andalucia su nieta, Rocío Pérez, que tampoco se explica el retraso de 15 años a la hora de recibir el documento, que acaba de cumplir cinco lustros y cuya entrega está informatizada para evitar que nadie deje de tenerla aunque no la haya solicitado. Por eso, su nieta cree que el caso es especialmente lamentable, ya que “los viajes que ella hace ya son del sofá a la habitación”, de modo que los descuentos a los que podría haber acogido ya se han quedado en el limbo.

Sin embargo, desde la Junta de asegura que la tarjeta le está siendo entregada de forma regular desde que tenía 78 años, y que lo que ahora ha recibido es una renovación. La familia lo niega, y asegura que, aunque se le concediese, “la tarjeta nunca ha llegado a casa de mi abuela”.

“Que llegue eso ahora, cuando ya con 93 años mi abuela va a viajar poco es una vergüenza”, lamenta su nieta, que recuerda que su familiar “seguramente tuvo que pagar más por las actividades en las que ha participado porque no tenía la tarjeta”.

Precisamente, este viernes se cumplían 15 años desde la implantación de la tarjeta, que según la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, ha supuesto el ahorro de 324 millones de euros para los mayores de 65, con más de un millón de personas usuarias con descuentos en servicios sociales, sanitarios, jurídicos, culturales y de ocio.

Josefa Lagares ha recibido en su casa la versión “Oro” de la tarjeta, con la que los andaluces pueden participar en el servicio de comedor en los centros de participación activa, con una bonificación del 50%, lo que ha supuesto un ahorro de 3,3 millones de euros en más de 1,4 millones de comidas.

Para tener esta tarjeta hay que tener más de 65 años y residir en Andalucía, además de no superar el 75% del Iprem (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples) en los ingresos personales durante el año anterior a la solicitud.

Entregada siempre sin retraso

En un comunicado, la Junta sostiene que en las bases de datos de la administración autonómica “consta que a esta usuaria se le ha emitido y enviado la tarjeta ya hasta en cuatro ocasiones, la primera cuando la solicitó y las otras tres de forma consecutiva cada cinco años cuando se ha producido la renovación autonómica. En concreto, el 21 de julio de 2006, el 1 de agosto de 2011 y, la última, el pasado 11 de agosto de este mismo año.

“A todo ello se suma que esta persona es desde 2013 usuaria del Servicio Andaluz de Teleasistencia gracias precisamente a disponer de la tarjeta, por lo que la administración autonómica muestra su total sorpresa y rechaza la información publicada, que para nada se corresponde con la realidad. La Junta además no tiene constancia de que la persona haya cambiado o notificado una modificación de su domicilio”, explica el mismo comunicado.

Efectivamente, tener la tarjeta es condición indispensable para tener la teleasistencia. En este punto, la familia asegura que dispone de este servicio, pero pasó de su marido a ella al quedar viuda, sin tener que presentar “la tarjeta que no teníamos” para ello.

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